Se cierra el círculo. Denis Villeneuve ha confesado que una escena en particular de Star Wars, renombrada posteriormente como Una nueva esperanza, le hizo creer en su capacidad de adaptar Dune a la gran pantalla. Basada en la novela de 1965 de Frank Herbert, una de las más influyentes de la historia, nos narra una aventura épica de ciencia ficción ambientada en el planeta ficticio de Arrakis, un lugar desértico lleno de gusanos gigantes. La cinta, que ya ha sido proyectada en Venecia, ha tenido buena acogida y algunas críticas, se estrenará en los cines españoles el próximo 17 de septiembre.
George Lucas se inspiró en Dune para crear Tatooine y Denis Villeneuve se inspiró en Star Wars para filmar su adaptación
Arrakis, como os comentábamos en nuestro especial, es un planeta desértico muy peligroso, sin precipitaciones naturales, y el centro de un imperio de la humanidad que lo necesita para seguir expandiéndose por los confines del universo. Coronado con un sol abrasador y dos lunas, es bien sabido que George Lucas se inspiró en Arrakis al crear su epopeya espacial de 1977, afianzándose en el concepto original de Frank Herbert para construir su Tatooine. Si bien algunas escenas de Tatooine se rodaron en el Valle de la Muerte en los Estados Unidos, la mayor parte del planeta desértico se filmó en Túnez, un país del norte de África que limita con el Mediterráneo y el Sáhara, todo un paraje natural con enormes dunas de arenas y formaciones rocosas muy especiales. Fue este combinación, muy potente en lo visual, lo que motivó a Denis Villeneuve a rodar su propia versión de Dune afianzándose en los tangible y lo real.
Así lo confesaba en Slash Film, explicando que fue una secuencia en particular de Star Wars lo que lo inspiró en su creación de Dune. El cineasta de La Llegada ha explicado que la naturaleza y su inmensidad es algo que le ha atraído desde que era niño. Cuando vio Una nueva esperanza por primera vez en 1977, sus escenas favoritas "fueron las que le parecieron más naturales". Y en particular, aquella con R2D2 y C-3PO deambulando por el planeta desértico de Tatooine le marcó para siempre.
"Cuando vi la primera Guerra de las Galaxias en 1977, mis escenas favoritas fueron las que me parecían más naturales. Por ejemplo, en la que vemos a los droides al principio, había algo sobre la fuerza de la naturaleza. Me criaron con documentales donde siempre se muestra la naturaleza de forma poderosa y trato de llevar eso a Dune", explicaba el realizador. "Mi intención siempre fue que Dune fuese un poco como un documental, una obra que muestra a la naturaleza más como un fuerte aliado en lugar de un enemigo contra el que combatir", añade.
Villeneuve siempre se ha sentido muy atraído por la ecología y la biología, tanto que en un momento de su carrera tuvo que tomar la decisión de convertirse en cineasta o biólogo. "Me crié en un pequeño pueblo donde tenía una relación con el ecosistema y el horizonte, el río San Lorenzo. Esa línea y ese cielo tan grande te hacen sentir humildad. Eres muy pequeño como ser humano cuando tienes ese tipo de horizonte rodeándote, sientes el poder de la naturaleza. Fui criado también por una abuela que me enseñó a dejarme cautivar por lo que me rodea. A sentirme embriagado por la naturaleza, por una flor, por un todo...", prosigue el cineasta. "Ella me dijo: 'Rezo cada vez que estoy en mi jardín para estar en relación con las plantas y la naturaleza. Si Dios existe, ahí es donde siento su poder'". Eso es algo que escuché y aprendí cuando era niño: a mantener una relación verdadera y sagrada con la naturaleza. Es algo que realmente me hipnotizó", concluye.
Dune se estrenará el 17 de septiembre en cines de España.
