Nintendo ha revisado sus previsiones para el año fiscal, que se cerrará el próximo 31 de marzo, y ahora espera registrar unas pérdidas de 65.000 millones de yenes (638,4 millones de euros). En octubre sus previsiones eran de unas pérdidas de 20.000 millones de yenes.
La compañía ha ratificado unos resultados por debajo de lo previsto en los primeros nueve meses del año fiscal, con unas ventas netas por valor de 556.000 millones de yenes (5.460 millones de euros), un retroceso del 31,2% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Esto motivó unas pérdidas por valor de 48.300 millones de yenes (474 millones de euros), cuando el año anterior había registrado beneficios por valor de 49.500 millones de yenes (486 millones de euros).
La compañía atribuyó estos resultados a la reducción del precio de Nintendo 3DS y Wii. La portátil ha superado desde su lanzamiento al mercado los 15 millones de unidades vendidas.
Durante los últimos nueve meses se han vendido 8,96 millones de consolas Wii.