Hace unos meses se lanzó la campaña Stop Killing Games, una iniciativa que busca aprobar una nueva ley en la Unión Europa que proteja los derechos de los consumidores y preservar los videojuegos como arte, para que no ocurra el caso de títulos como The Crew y tantos otros títulos con conexión permanente o centrados en la experiencia multijugador, que tras el cierre de sus servidores no se pueden volver a jugar nunca más. Para conseguir este propósito, se ha lanzado una Iniciativa Ciudadana Europea, que si sois ciudadanos de la Unión Europa podéis apoyar.
La propuesta principal es legislar en la Unión Europea para que los videojuegos vendidos en formato digital o físico puedan mantenerse operativos, aun cuando las empresas decidan finalizar el soporte oficial. Esta medida pretende evitar que los juegos dejen de funcionar completamente cuando los editores cierran sus servidores o eliminan las actualizaciones necesarias, lo cual impacta negativamente en los consumidores que compraron el producto y limita el acceso a estos títulos en el futuro.
En estos momentos, la Iniciativa Ciudadana Europea, con el título de «Stop Destroying Videogames» (Alto a la destrucción de los videojuegos), iniciada el pasado 31 de julio, cuenta con 373.791 firmas, y cualquier ciudadano de la Unión Europea puede participar. Para que sea tenida en cuenta, se debe alcanzar un umbral de firmas en al menos siete países, y en estos momentos se ha alcanzado en seis (Finlandia, Suecia, Dinamarca, Países Bajos, Alemania y Polonia). En el caso de España, se han registrado 28.148 firmas, y se necesitan 41.595 para alcanzar el umbral.
Los videojuegos merecen ser conservados al igual que otras obras artísticas
El movimiento plantea que esta práctica, de "destruir" un juego tras finalizar el soporte, priva injustamente a los consumidores del acceso a algo por lo que ya han pagado y afecta a los videojuegos como un medio cultural y artístico. Stop Killing Games argumenta que, así como se protegerían otras formas de arte como libros o películas, los videojuegos también merecen salvaguardas contra su desaparición total.
La campaña aclara que no se opone a que las empresas terminen el soporte oficial de sus juegos, pero exige que se implemente un plan de fin de vida que permita a los jugadores seguir accediendo al contenido de alguna forma, como en modos offline o en servidores privados. También menciona ejemplos de compañías que han gestionado estos cierres de manera ética, como Sony con Gran Turismo Sport y Velan Studios con Knockout City, permitiendo a los jugadores disfrutar de sus compras incluso después del fin del soporte.
La iniciativa considera que, al hacer cumplir esta legislación en un país, las compañías podrían aplicarla globalmente, garantizando así que los derechos del consumidor sean respetados en todos los mercados. Además, argumenta que esta medida podría ser implementada sin grandes costos adicionales y que beneficiaría a desarrolladores interesados en preservar su trabajo y legado cultural.