Las cajas de recompensas o loot boxes son una de las prácticas cada vez más habituales de las superproducciones, y no han tardado en recibir rechazo por parte de los jugadores, e incluso el Parlamento de Reino Unido estudiará su conexión con los juegos de azar. Sin embargo, un estudio asegura que por el momento su inclusión no está afectando a las ventas de juegos con estas cajas.
El analista Mat Piscatella ha explicado a GamesIndustry que no hay signos de influir en las ventas de Destiny 2 o La Tierra Media: Sombras de Guerra, y probablemente tampoco lo hará en Assassin's Creed Origins o Star Wars Battlefront II. Por ejemplo, Destiny 2 no sólo ha sido el juego más vendido de septiembre, sino también el lanzamiento de 2017 más fuerte del año.
También entre los títulos más potentes está FIFA 18, con microtransacciones en el Ultimate Team que hacen obtener a EA 800 millones de dólares al año, o Tom Clancy's Rainbow Six: Siege con las cajas de aspectos para rifles.
Los próximos meses serán clave para conocer su impacto
"No diría que la presencia de loot boxes cause mayores ventas que sin ellas.
Lo que sugiere es que la polémica de loot boxes o microtransacciones no muestra limitaciones en las ventas potenciales de juegos con estas mecánicas".
Los juegos más vendidos serían aquellos que enganchan a los jugadores durante un mayor tiempo, una de las explicaciones sobre el cierre de Visceral con su proyecto de Star Wars. Y estos son los juegos que tienden a llevar cajas de recompensas u otras formas de microtransacciones.
Piscatella espera conocer las ventas del cuarto trimestre para tener mejores datos del impacto de estas cajas. "Las cosas continúan evolucionando muy rápidamente. Estoy seguro de que aprenderemos mucho -sobre el tema- en los próximos meses".