Vivimos rodeados de tecnología. Los aparatos nos acompañan todo el día y queremos que estén siempre a máximo rendimiento, que sean robustos y que no fallen. En el mundo de las consolas, esta situación es todavía mayor. La comunidad de jugadores es realmente exigente y reclama que todo nuevo dispositivo se estrene en el mercado con las mejores condiciones posibles. Quien compra una consola compra un producto a largo plazo y no desea encontrarse con fallos de fabricación. Por desgracia, en ocasiones no siempre se cumple esta máxima y la tecnología nos juega malas pasadas. Repasamos los casos más flagrantes de errores técnicos en lanzamientos de consolas.
Poniendo de lado la PSX
Los jugadores que vivieron el nacimiento de la primera PlayStation como consola recordarán que cuando su lector llegaba a la edad más adulta tras horas y horas de partidas, las consolas comenzaban a renquear en la lectura de discos. Este problema afectó a un reducido número de consolas de la primera remesa y acabó solucionándose de una manera tremendamente casera: poner la consola de lado, en vertical, para facilitar la lectura de los discos. En posteriores revisiones del hardware aquello se terminó arreglando.
El sobrecalentamiento de PS2 Slim
Las reducciones de tamaño de las consolas suelen ser aplaudidas por la comunidad si vienen acompañadas de una optimización de su hardware, como viene siendo habitual, pero en ocasiones los ingenieros no tienen en cuenta todos los elementos necesarios para la refrigeración. Esto fue lo que pasó con el primer modelo de la PS2 Slim, que sufría de calentamiento excesivo en según que lugares y momentos del año (verano) y por seguridad se apagaba cuando alcanza la temperatura máxima permitida.
La bisagra de Nintendo DS
Viajamos hasta la generación de la primera Nintendo DS, en concreto al lanzamiento del modelo Lite de la primera consola de dos pantallas de Nintendo. Esta edición de la consola pecó de un mal en sus primeras ediciones: la "bisagra rota". La estructura de la consola hacía que del uso la parte que conectaba las dos pantallas en la carcasa fuera venciéndose hasta dejar entre ver la barra metálica de la estructura. En la mayoría de los casos, sólo suponía un desajuste visual de la máquina, pero en consolas más afectadas la situación podía llegar hasta a descolgar las pantallas.
El crujido al abrir la Nintendo 3DS
Cuando se produce el lanzamiento de una nueva consola, todos los foros de la red se llenan de jugadores preguntando si cierta situación que viven con sus máquinas entra dentro de lo normal. En el caso de Nintendo 3DS, la portátil estereoscópica que se lanzó en 2011, su primer modelo provocó debates sobre si el sonido que producían algunas consolas al abrirse era normal. Aquel crujido que se podía escuchar en determinadas unidades de la consola no era nada grave, ya que no afectaba ni a su estética ni a su hardware, pero todavía persigue a quienes recibieron este particular don en sus consolas.
Xbox 360 y las tres luces rojas
Es posible que las tres luces rojas de la muerte sean el mayor fallo técnico de serie que ha registrado una consola en los últimos veinte años. Cuando el anillo de Xbox 360 mostraba este mensaje luminoso, algo iba mal en la consola. Por norma general, el fallo se trataba de hardware, en muchos casos por sobrecalentamiento del sistema. Como apuntó Peter Moore, que de aquellas trabajaba en Microsoft, el problema de las luces rojas de la muerte costó a la compañía unos 1.000 millones de euros entre reparaciones, recogidas y envíos de consolas, y sustituciones. La compañía de Redmond supo lidiar con el asunto de la mejor manera posible y atendió a los usuarios afectados con brevedad. Atrás quedaron esos funestos viajes de consolas a Alemania para ser reparadas.
Las luces amarillas en PlayStation 3
Sin ser tan graves como las tres luces rojas de Xbox 360, las luces amarillas de PlayStation 3 también han servido para protagonizar un capítulo en la historia de los fallos técnicos de las consolas. Solo sucedía en los primeros modelos de la consola, las que eran retrocompatibles, y se debía a problemas de hardware de la máquina y lo cubría la garantía estándar de la consola. Sin embargo, aquellos jugadores que se vieron afectados más tarde por este problema, tuvieron que tirar de soluciones caseras (secador en mano) para reparar su máquina. Eso de perder una consola retrocompatible no es plato de gusto de nadie.
Cuando Wii no leía doble capa
Suele suceder que cuando se configura por primera vez el hardware de una consola no se piensa en posibles innovaciones que se necesitarán en el futuro. Esto fue lo que le pasó a Nintendo con la primera Wii, consola que como estándar usaba discos DVD de una sola capa y que cuyo lector no estaba del todo preparado para trabajar con discos de mayor capacidad. Fue en el lanzamiento de Super Smash Bros Brawl, que venía en un disco de doble capa, cuando comenzaron a surgir los primeros problemas. El problema solo afectó a un reducido número de consolas de la primera remesa y Nintendo ofreció servicio de limpieza de lente gratuito para solventarlo.
PlayStation 4 y los discos poseídos
Como si de un poltergeist se tratara, en ciertas condiciones a PlayStation 4 le dio por expulsar discos de manera misteriosa. Es problema podía producirse por un fallo técnico del lector debido a electricidad acumulada o por el mero hecho de que el disco estuviera demasiado sucio o dañado. Sony reconoció el problema en un número muy reducido de consolas y ofreció desde su página una guía de consejos para los jugadores afectados. El más comprometido de todos es, sin duda, el que invita a apretar manualmente el tornillo de expulsión manual cuando un disco se queda atrapado de por vida en la consola.
Xbox One y el golpe mágico
En el lanzamiento de Xbox One, Microsoft no tuvo que enfrentarse a viejos fantasmas del pasado con formas de luces roja, pero sí al ingenio de algunos usuarios que encontraron la solución a ciertas consolas que en su lanzamiento no leían algunos discos. Este problema se debía a un encaje errático del lector en la estructura de la consola y se arreglaba, ojo al dato, con un golpe sobre la máquina. Los usuarios afectados por este problema recibieron juegos gratis en el lanzamiento de la consola.
Switch y la sincronización del Joy-Con izquierdo
La nueva consola de Nintendo, la Nintendo Switch, lleva una semana en las tiendas y ha tenido un lanzamiento muy exitoso, tanto que es históricamente una de las máquinas de Nintendo con mejor estreno. Tanta alegría no le ha servido para librarse de ciertos problemas técnicos menores que afectan a un reducido número de consolas. El más visible, los errores de sincronización del Joy-Con izquierdo. Las investigaciones de los jugadores han llegado a la conclusión de que puede producirse por las diferencias de hardware entre las antenas de los dos mandos, pero por el momento no está del todo claro.
Sticks que se desgastan antes de tiempo
No se trata de un fallo específico de una consola, sino de algo que por desgracia se ha visto en varias máquinas durante los últimos años. Hablamos del desgaste de los sticks de los mandos, que en ocasiones es demasiado acelerado y llega a ser fatal. Lo hemos vivido con Nintendo 3DS en su primer modelo, que presentaba un stick demasiado robusto para según qué juegos (Street Fighter IV 3D, por ejemplo) y en casos donde la emoción se apodera en exceso de la mano hemos visto máquinas quedarse sin él. El segundo caso es el DualShock 4 de PS4, que está diseñado con un material que se desgasta con facilidad.
¿Qué hacer si te encuentras con un fallo?
Cuando compras una consola de lanzamiento y al llegar a casa te encuentras un error de funcionamiento, no entres en pánico. Como consumidor, siempre tienes tus derechos para reclamar que la empresa fabricante de la consola te cambie la unidad. Existe, no obstante, cierta confusión en cuanto a qué cubre la garantía y cómo se debe actuar en caso de encontrarse un error.
Según nos ha explicado Rubén Sánchez, portavoz de Facua, si nos encontramos con una fallo en una consola o producto tecnológico recién comprado debemos acudir a la tienda para que nos sustituyan la unidad. En caso de se trate de un fallo extendido y de mayor escala, la fabricante del dispositivo debe establecer un protocolo especial para cubrir las peticiones de los consumidores.
La garantía que establece la ley para los dispositivos en España es de dos años y no de uno. La duda aparece ante la existencia de dos tipos de garantías, la garantía legal y la garantía comercial. La primera es la que los fabricantes están obligados a cumplir por ley (dos años) y la segunda es la que comercialmente puede ofrecer la empresa, que puede ser superior a dos años si así lo estiman oportuno.
El portavoz de Facua recuerda, además, que en caso de producirse problemas con el producto una vez pasado el periodo de garantía, el consumidor puede acudir al servicio técnico oficial para valorar las reparaciones necesarias. En este punto, la empresa puede solicitar al usuario que cubra el coste de las reparaciones, pero el consumidor debe saber que existen plazos y obligaciones de la compañía fijados previamente a la hora de realizar reparaciones.