Para muchos, Mad Max fue, es y será siempre Mel Gibson. Pero en Furia en la carretera, el éxito de 2015 que reiniciaba la saga en términos cinematográficos, Tom Hardy le tomó el relevo. La cinta fue tan bien que Warner ha dado luz verde a la precuela con esa estrella en ciernes que es Anya Taylor-Joy. En cualquier caso, George Miller, director de Mad Max: Fury Road llevó a la saga posapocalíptica a un nuevo nivel con Hardy a la cabeza. Pero, ¿cómo habría sido de haberse realizado con un joven Mel Gibson? Gracias a la tecnología deepfake, tenemos una clara idea de ello.
Una película moderna con un actor clásico
Para muchos, Gibson es el símbolo de esta saga. Es el actor de Mad Max original desde The Road Warrior de 1981, y posteriormente volvió en distintas secuelas y entregas, afianzándose en el papel y demostrando su valía como héroe de acción. Para muchos, su retirada del rol fue un error, y por mucho que Tom Hardy hiciera todo lo posible para dar vida a este héroe mítico de un futuro postapocalíptico, no llegaría a estar a la altura de Gibson. Pero ahora, a través de un video de YouTube del artista digital Shamook, sabemos cómo sería sustituir a Hardy de la acción del film por completo, reemplazándolo con el Max original, Gibson, al que también se le ha aplicado un filtro de rejuvenecimiento para acercarse al aspecto de intérprete en los años ochenta. El resultado es increíble.
¿Cómo se ha logrado este efecto? Gracias a la tecnología deepfake, una técnica que avanza a pasos agigantados en la industria cinematográfico y televisiva, y que permite cambiar el rostro de las personas sustituyéndolo por otro gracias a la inteligencia artificial. Lo que hace unos años era cuestión de Photoshop y mucha pericia por parte de los ilustradores o expertos en efectos especiales, ahora es más instantáneo, rápido y efectivo. Ya lo hemos comentado alguna vez, pero que que un usuario con conocimientos y un equipo doméstico de alta gama sea capaz de lograr este tipo de resultados, es increíble. Todo es una cuestión de buscar un efecto realista en las expresiones de los seres humanos, algo complejo y difícil, pues si no se logra se produce un efecto de rechazo que genera incomodidad en el espectador. Ya pasó en Avatar, El irlandés, o en el último episodio de The Mandalorian. Hay algo que no termina de cuadrar.
Esta tecnología funciona de una manera muy curiosa, en base a la recopilación masiva de cientos de imágenes faciales del actor en cuestión como base de datos. Gracias al uso de la inteligencia artificial, que es vital en este proceso, se pueden generar fácilmente millones de imágenes con diferentes expresiones y tonos de luz que se pueden encajar en la imagen original a sustituir. Una vez realizado este proceso, gracias a la cantidad de fotogramas generados, se pueden disponer para encadenarlas y generar microgestos en los rostros impensables hace unos años. Lo hemos visto en Star Wars o Indiana Jones. Y sí, está claro que no es lo mismo un par de segundos que un largometraje, pero el camino está ahí.
Hay que decir que aunque Hardy y Gibson interpretan al mismo personaje en Mad Max, sin embargo, Miller llama a cada película de la saga como algo "independiente" y al personaje de Mad Max un arquetipo o versión de lo que conocemos como el héroe clásico, lo que sugiere que podrían estar interpretando personajes diferentes o concepciones idénticas pero en distinto contexto. Aún así, creemos que es un ejemplo fascinante de cómo se habría visto la película si Gibson la hubiera protagonizado cuando era más joven. No obstante, a sus 65 años, y con un historial de declaraciones racistas y alcohol que manchan su papel en Hollywood, el actor de Arma Letal está intentando rehacer su carrera con roles de todo tipo. En las últimas semanas, se ha confirmado que volverá con Richard Donner en la citada saga de policías.