Imagina tener un pequeño robot en casa que no solo camina y habla como TARS, el icónico compañero sintético de Interstellar, sino que también analiza tu entorno, resuelve problemas y te responde con un humor digno de la película. Eso es exactamente lo que Charles Diaz, un fanático de la ciencia ficción y la tecnología, ha logrado construir. Usando una Raspberry Pi, ChatGPT y una impresora 3D, este visionario ha creado GPTARS, una joya tecnológica que parece salida directamente de la gran pantalla.
Este pequeño genio mecánico no solo imita la apariencia y los movimientos del robot de Interstellar, sino que también piensa y actúa como él. Gracias a una versión personalizada de ChatGPT integrada en su cerebro digital, GPTARS puede observar lo que le rodea, responder preguntas complejas y hasta bromear con quien le hable. Es capaz de analizar objetos con su cámara, responder cuando lo llaman y adaptarse al ambiente como un verdadero compañero de aventuras.
Un robot con personalidad y sentido del humor
El lado más humano de GPTARS es también el más encantador. Por ejemplo, su creador le ha enseñado a reírse de los chistes malos, esos que suelen contar los cuñados en las reuniones familiares. Aunque no sueña como un humano, durante sus "momentos de descanso" revisa sus sistemas en busca de posibles errores. Es más, asegura tener "pesadillas" cuando detecta algo fuera de lugar, lo que añade un toque cómico y entrañable a su ya fascinante personalidad.
Tu chef personal y entrenador de metal
GPTARS no se queda en las bromas. También puede ayudarte a cocinar. Si le muestras una bolsa de patatas, por ejemplo, te sugiere recetas, las imprime y, si te falta algún ingrediente, localiza la tienda más cercana. Y no solo eso: si lo llevas al gimnasio, interpreta cómo levantar pesas e incluso simula estiramientos. Verlo "entrenar" es una mezcla perfecta de hilaridad y asombro.
Si ya te estás imaginando un GPTARS moviéndose por tu casa, aquí viene lo mejor: Charles ha compartido todo lo necesario para que cualquiera pueda construir uno. Desde los archivos para imprimir su cuerpo hasta el código fuente para programarlo, este proyecto no es solo un homenaje a Interstellar, sino también un regalo para los amantes de la tecnología y la ciencia ficción.