Oso vicioso, el nuevo filme de Elizabeth Banks, se ha convertido en un nuevo fenómeno en Estados Unidos. Esta historia, que viene firmada por la responsable de Dando la nota y está protagonizada por el fallecido Ray Liotta, nos cuenta la historia de un oso que ingiere una gran cantidad de cocaína y acaba montando una sangría. Aunque suene loco, todo está basado en un hecho real y ha sido trasladado a la pantalla con pasión por otras obras célebres del Séptimo Arte. Las repasamos antes de su estreno el 31 de marzo.
Oso vicioso está basada en un hecho real, aunque no es tan bestia como en la película
El legendario "Cocaine Bear" de Kentucky, cariñosamente conocido como Pablo EskoBear, es la gran estrella de la película. Hablamos de un oso negro de cerca de 100 kilos que murió después de consumir más de 40 kilos de cocaína pura en mitad del bosque, convirtiéndose en la atracción turística más improbable del estado y en toda una celebridad, inspirando conspiraciones y leyendas urbanas varias, algunas de las cuales salen en la película. De una forma u otra nos lleva a la Conspiración Bluegrass y la historia de antiguo oficial de narcóticos convertido en capo de las drogas llamado Andrew Thornton, que abandonó un avión en pleno vuelo a través de los EE. UU. Thornton, que había estado volando en avioneta desde Colombia varias veces, había arrojado más de 40 contenedores de plástico llenos de cocaína en el Bosque Nacional Chattahoochee. Y ese oso, se los comió.
Desafortunadamente para Thornton, cuando saltó, se enredó en su paracaídas y murió en Knoxville, Tennessee. Pero cuando la policía rastreó su ruta a través del bosque para comprobar las cargas, esperaban encontrar un alijo de drogas por valor de 15 millones de dólares, y se encontraron otra cosa: 40 contenedores abiertos y un oso negro muerto. El oso negro, sin nombre, había sufrido posiblemente la peor sobredosis en la historia de las drogas. En la película se ha exagerado, convirtiendo al animal en un auténtico killer, inspirando nuevas cintas slasher con animales e inaugurando un nuevo género cinematográfico.
Oso vicioso bebe directamente de grandes clásicos del género y reúne inspiraciones de un montón de películas
Oso vicioso es una adaptación libre de este suceso real, sí, pero hablamos de una película con entidad propia que sale de la pantalla gracias a los efectos especiales de Weta, responsables de El Señor de los Anillos y Los anillos de poder o Avatar, unos auténticos expertos en el campo. Una vez acabado el rodaje, los responsables del filme fueron a Nueva Zelanda para ayudar a los animadores de Weta a crear y refinar los movimientos de Coco, el oso protagonista, todo ello en un plató virtual, esta vez con un experto en esta lindes, un traje de captura de movimiento con atención especial al movimiento de los ojos y a las expresiones faciales.
Elizabeth Banks quería un oso realista y naturalista que no llamase la atención en un documental de National Geographic, y trabajaron en su diseño, el aspecto amenazado o su comportamiento. Allan Henry, un veterano especialista de captura de movimiento, se encargó darle vida para potenciar su rostro, sus andares de drogado y más. Fue un trabajo muy meticuloso. Más de 300 tomas de efectos especiales de un total de 800 en la película son de Coco. Casi nada. "La mayor dificultad es conseguir que Coco sea creíble como drogadicto, a sabiendas de que el animal no tiene nada de cocainómano", comentaba el supervisor de efectos especiales Robin Hollander.
¿En qué se basaron? Pues en cierta manera en Scarface, la cinta de Al Pacino conocida en nuestro país como El precio del poder. Al mismo tiempo, se fijaron en Deliverance, conocida como Defensa, una de las cintas más incómodas y particulares, en la que unos hombres salen de excursión por una zona rural cuando son asaltados y cazados por lugareños. El filme, dirigido por John Boorman y protagonizado por Jon Voight, Burt Reynolds, Ned Beatty y Ronny Cox, ha sido el eje de muchas de las escenas de la película. Elizabeth Banks también ha explicado que las persecuciones de Oso vicioso están rodadas siguiendo la estela de sagas de Fast & Furious y Deadpool, todo un reto, sobre todo teniendo en cuenta lo difícil de incluir a un oso en ellas.
Además, Elizabeth Banks se inspiró en numerosas películas de finales de los setenta y de los ochenta, como Armas de mujer, Grease, Regreso al futuro, El cazador e Indiana Jones y la última cruzada. Por ejemplo, el mono rosa de Sari sale directamente de las Pink Ladies (Chaquetas Rosas) de Grease, y sus Reebok, de las zapatillas de Tess McGill (Melanie Griffith) en Armas de mujer. "Era mi calzado favorito, lo que llevaba en 1985, todo el mundo lo llevaba", explica mientras afirma que hay un guiño a Regreso al futuro en forma de centro comercial. Por último, Banks nos confiesa que se inspiró en El cazador para la secuencia culminante de la cascada, todo un reto logístico, que marca una de las escenas más espectaculares del filme.
Oso vicioso se estrena en cines el 31 de marzo.