Casi una década después sigue siendo el juego más siniestro y con el tramo final más inolvidable - Recomendación
Ya hemos dicho en más de una ocasión que durante la última década el mercado de los juegos indie ha evolucionado muchísimo y se ha expandido enormemente, logrando en ocasiones acaparar la atención de la crítica y los jugadores tanto como los grandes proyectos triple A con presupuestos millonarios. Podríamos decir que hace tiempo ya que este mercado se ha vuelto un pilar en la industria tras ver nacer algunas de las mejores experiencias interactivas de la historia del medio, aunque sigue habiendo un gran porcentaje de público que desconoce muchos de estos geniales títulos.
Sin lugar a dudas, cuando se trata de echar la vista atrás y buscar entre los indies ese juego especial, diferente y único que dejó huella y sigue siendo tan bueno como el primer día, nosotros tenemos claro que uno de los mejores es el recordado segundo trabajo de la desarrolladora danesa Playdead, del que seguro (como mínimo) habéis oído hablar alguna vez. Nos referimos al soberbio Inside.
El indie más sobrecogedor y especial de los últimos años que debes jugar si todavía no lo has hecho
Si nunca lo habéis jugado, os recomendamos encarecidamente buscar Inside en la tienda digital de vuestra plataforma favorita y comprarlo sin dudarlo ni un segundo (además, a menudo suele estar en oferta y podéis agenciároslo por solo un par de euros fácilmente si aprovecháis la ocasión). Inside es una joya de su género y un título que ahora, con el paso de los años, ha quedado patente que ha marcado la industria profundamente.
Desde su lanzamiento en 2016 hasta el día de hoy ha habido numerosos juegos que han tomado su testigo, y es que prácticamente cualquier aventura indie 2D o 2.5D con narrativa ambiental, secciones de plataformeo y resolución de acertijos, bebe de una u otra manera de las bondades de Inside (que son muchas) y, por consiguiente, de Limbo, el precursor de este y el primer juego de Playdead.
El desarrollo de Inside comenzó originalmente en 2010 tras la salida de Limbo al mercado como un sucesor espiritual de aquel. En esta ocasión, de nuevo tomando los controles de un niño sin nombre, los jugadores nos vemos sumergidos en un mundo distópico tremendamente siniestro cuya ambientación alude en cierta manera a la obra maestra de la pluma de George Orwell, la novela 1984.
Estamos en un escenario oscuro, casi gris, rodeados de bosques y granjas desoladas en las que impera la lluvia y hay soldados dándonos caza por algún motivo que desconocemos. Poco a poco, abriéndonos paso por los escenarios mientras superamos pequeños obstáculos, accedemos a una zona más industrial, entre edificios asfixiantes y fábricas sin vida encontramos filas de personas alienadas, controladas de alguna manera por un ente superior, vigiladas por máquinas y extraños artilugios.
¿Qué ha pasado en este mundo? ¿Cuál es nuestro objetivo? Preguntas que no dejaremos de hacernos y que para poder responder deberemos avanzar (o más bien para poder comenzar a responderlas). Y en este sentido hay que decir que la jugabilidad de Inside no podría ser más simple: basta con permitirnos saltar, agarrar, correr, trepar o nadar para ir progresando, pero como ya sucedía en Limbo, la ambientación y la dinámica de los escenarios es tan directa y efectista que uno no siente que tenga pocas opciones o que necesite más.
La historia que narra Inside a través de sus mecánicas y sus lugares es fascinantemente intrigante. El hecho de que estemos ante un juego corto, que puede superarse en unas 3 o 4 horas, ayuda también a que cada sala, cada habitación y cada pasaje que recorremos se sienta especial e importante. Pero, sobre todo, unos efectos de sonido cuidadosamente osquestados y una escalofriante banda sonora ponen la guinda a esta sensación se sobrecogimiento que no hace más que aumentar a cada paso.
Inside es un juego silencioso las más de las veces en el que cada efecto y cada nota musical realza una sensación. Ya sea terror, ya sea pánico, ya sea misterio... En lo sonoro es un título de lo más estremecedor que da gusto disfrutar con unos buenos auriculares, pero por supuesto en lo visual no se queda atrás ofreciendo una paleta de colores casi monocromática muy inteligente y un diseño artístico arrebatador.
Por si todo esto no fuera suficiente para maravillar a sus jugadores, Inside también tiene el que es probablemente uno de los tramos finales más espectaculares y recordados en un videojuego, del que no desvelaremos detalles aquí para evitar spoilers que destrocen dicha sorpresa. Sobrará decir que no solo su desenlace da pie a un montón de teorías y elucubraciones que sirven para pensar en el significado de la obra durante días, sino que también es uno de los mejores ejemplos de lo perversamente divertido y alucinante que puede llegar a ser este medio interactivo cuando se busca ser original y salirse de los márgenes conocidos.
En realidad, a lo largo de este artículo no hemos descubierto nada que no se supiera ya antes. Inside es uno de los indies mejor valorados y más conocidos en el mundo entero. En 2016 recibió el premio al mejor juego independiente en la gala de The Game Awards, además del premio a la mejor dirección de arte, y ha vendido tan solo en Steam más de 1,4 millones de copias desde su lanzamiento. Con todo, esperamos que esta nota sirva para acercar este título a nuevo público y recordar una de esas joyas que, estamos convencidos, seguirá en la memoria de quienes lo han jugado por muchos años.
Imágenes:
Más sobre Inside
Lanzamiento: 29/6/2016 · Género: Aventura / Puzle / Plataformas
| |
Análisis Inside |
Inside es una aventura de plataformas y puzles desarrollada y publicada por Playdead para PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch, PC y dispositivos móviles iOS. El segundo juego de los creadores de Limbo, una apasionante aventura de desarrollo en 2D con plataformas y puzles, que nos lleva a un opresivo mundo distópico en el que controlamos a un niño que tiene que sobrevivir, con una atractiva narrativa que solo utiliza las imágenes para contarnos su enigmática historia.