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Así era el juego de Blade basado en la primera película con Wesley Snipes

El personaje de Marvel tuvo su momento en la primera PlayStation y en GameBoy allá por el año 2000, que recordamos mientras esperamos el juego de Arkane.

Mientras esperamos el juego de Blade desarrollado por Arkane, que al paso que va la cosa se estrenará mucho antes que la película con Mahershala Ali (que interpreta al nuevo Blade y que cuenta con el apoyo de Wesley Snipes); no hace daño echar la vista atrás. En concreto, al año 2000, que tras el éxito de la primera película de Blade con su actor original; vio cómo llegaba un juego inspirado en ella. Siendo realistas, no nos importaría disfrutar de algo basado en una hipotética cuarta cinta con Snipes y que serviría para darle la despedida que Ryan Reynolds opina que merece, pero la realidad es que no parece que eso vaya a suceder.

Estamos hablando de un juego con más de 20 años de antigüedad, lo que antes de enseñar nada conviene recordar que implica una serie de limitaciones técnicas. Además, hubo versión para PlayStation y para GameBoy. Aunque en este caso nos centraremos en la versión de la consola de Sony, no está de más señalar que la versión de GameBoy se llevó críticas generalmente positivas. ¿Listos? Pues a cazar vampiros.

Blade, el juego inspirado en la primera de las películas de Wesley Snipes y que llegó a PlayStation

Tras el éxito de Blade en 1998, cuando el UCM no llegaba ni a sueño dentro del cine; el estudio Hammerhead (una escisión de otro equipo y que se había encargado del port a PlayStation de Quake II como principal logro) tuvo la misión de desarrollar un videojuego inspirado en el popular personaje. Dicho y hecho: ya tenían el aspecto de su protagonista con Wesley Snipes, la estética y estaba claro que tenía que ser un juego para adultos. ¿Que si salió bien? Bueno, más o menos.

Lo primero que comentamos es, por supuesto, la trama. Algo que chocará a mucha gente actualmente, pero no a los que vivieron la época de los tie-ins (juegos basados en películas que salían por kilos); es que se basa en la primera película de Blade, pero no sigue su trama. Tenemos personajes y estética, pero no la historia. En este caso, Blade tiene como objetivo eliminar a las 12 familias de vampiros de pura sangre y que conforman la Casa de Erebus, bajo cuyo paraguas están todos los vampiros que tienen poder como para ser relevantes. No hay más, es un objetivo sencillo.

En cuanto a lo que plantea la jugabilidad pues tampoco necesitaban volverse locos y es lo que uno esperaría: un juego de acción en tercera persona donde podremos usar ataques cuerpo a cuerpo, nuestra espada y armas de fuego. Lo interesante de este arsenal proporcionado por Whistler (el mentor de Blade y que también aparece en el juego) es que, en función de si el enemigo es no muerto o humano, evidentemente funcionará mejor un tipo de enfoque ofensivo que otro. Bastan balas para matar humanos, pero tendrás que cambiar a munición de plata, usar una estaca de plata o luz ultravioleta para eliminar vampiros y monstruos de todo tipo.

Uno pensaría que el planteamiento parece que debería funcionar. Película de éxito, actor en alza, mucho gore (un escopetazo a la cabeza de un enemigo dejaba restos en la pared, sin ir más lejos. Algo que no era muy frecuente en aquella época)... parece una receta de éxito. Nada más lejos de la realidad, porque este plato supo bastante mal cuando se terminó de cocinar.

Los dos pilares fundamentales de un juego de acción pura y dura, en el que la trama no es más que un motor para empezar a repartir mamporros y no necesita ser un guion de premios; son jugabilidad y gráficos: Blade suspendió en ambos. Para empezar, de nuevo poniéndonos en la perspectiva de principios de siglo, visualmente estaba algo desfasado para la época. Hay que pensar que en marzo de 2000 se lanzó PS2, y Blade llegó a PSX en noviembre del mismo año. Literalmente era un juego que no podía competir a nivel técnico con lo que estaba empezando a estrenarse. Que todas las secuencias fueran con el motor del juego, sin cinemáticas de ningún tipo, no aportaba una mejora momentánea que ayudara a elevar la experiencia.

Después está la jugabilidad: fracaso absoluto. Los combates, si bien tenían esa premisa de "saber a qué te enfrentas para saber qué usar"; se volvían repetitivos rápidamente. Pero por encima de todo, la terrible cámara siempre a la espalda del personaje era en una sola palabra, la peste. No eran pocos los movimientos que implicaban un giro de Blade sobre sí mismo. Si lo haces cerca de una pared, la cámara se acercará al personaje, lo que llevará a un zoom inesperado y un posible mareo. No era agradable.

Por desgracia, no tenemos datos de ventas oficiales para saber si en su momento la cinta bastó para convertirlo en un éxito o un fracaso, más allá de un descorazonador 51 en Metacritic. Si nos atenemos a que en 2002 hubo un Blade II para PS2 y Xbox, tenemos que suponer que no debió de hacerlo tan mal (si bien esta secuela fue un rotundo batacazo que no vendió ni medio millón de copias).

Por ahora, todas las esperanzas están puestas en Marvel's Blade, que podría darnos un gran juego con el cazador de vampiros más famoso de la cultura popular, con permiso de los hermanos Winchester. Claro que ellos cazan muchas otras cosas.

Redactor de guías

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