¿Por qué Dragon Ball: Sparking! Zero es un juego tan esperado?

Los fans de Dragon Ball estamos disfrutando de unos años muy dulces en lo que respecta a los videojuegos basados en la legendaria obra maestra de Akira Toriyama. Dragon Ball Xenoverse 2, Dragon Ball FigherZ o Dragon Ball Z: Kakarot son un claro ejemplo de lo en forma que está la licencia últimamente, aunque ninguno de ellos ha sido capaz de darnos algo que llevamos pidiendo desde hace 17 años: una nueva entrega de la saga Budokai Tenkaichi.

Por suerte, eso va a cambiar muy pronto, ya que el 11 de octubre se lanzará Dragon Ball: Sparking! Zero para PS5, Xbox Series X/S y PC. O lo que es lo mismo: por fin vamos a tener nuestro ansiado Dragon Ball Z: Budokai Tenkaichi 4. Pero ¿por qué es un juego tan esperado y que genera tantísimo interés?

La secuela de un juego mítico y muy querido que llega 17 años después

La razón más obvia de esto la tenemos en el propio Dragon Ball Z: Budokai Tenkaichi 3, un título que incluso a día de hoy está considerado por muchos como el mejor juego de Dragon Ball que se ha hecho nunca. A efectos prácticos estamos hablando de lo que hasta ahora se podía describir como el simulador de Dragon Ball definitivo tanto por lo que proponía en lo jugable como por su descomunal cantidad de contenidos.

En líneas generales, se trata de un juego de lucha 3D que nos permite hacer exactamente todo lo que estamos acostumbrados a ver en la serie, como volar con completa libertad por los escenarios mientras nos damos de tortas, realizamos espectaculares combos, lanzamos las técnicas más reconocibles de cada luchador y nos transformamos. Además, los escenarios son tan grandes que hasta permiten desarrollar estrategias como escondernos en algún lugar para poder recargar Ki con seguridad y emboscar a nuestro rival, por no hablar de que nuestros impactos pueden mandar a nuestro contrincante a la otra punta de la pantalla, pudiendo perseguirlos a toda velocidad para continuar nuestros combos.

Todo esto estaba ejecutado con una jugabilidad sencilla, pero muy divertida y entretenida que permitía recrear con absoluta fidelidad las peleas del manga, ya que cuidaba hasta el más mínimo detalle, como que ciertos personajes tuviesen problemas para volar, que los androides recargasen Ki de manera automática, que pudiésemos fusionar a dos luchadores de nuestro equipo en mitad de una contienda o que algunos combatientes necesitasen que hubiese luna llena en el escenario donde peleábamos para transformarse en Ozaru.

Para rematar, la cantidad de contenidos era abrumadora, con un plantel de más de 160 personajes (contando transformaciones y variantes) que nos permitía tanto recrear las peleas más icónicas del manga como inventarnos cualquier emparejamiento que se nos ocurriese. Hasta se acordaron de incluir a luchadores de la Dragon Ball original y de otras obras de Toriyama, como Arale de Dr. Slump (a pesar de pertenecer a otra serie, no hay que olvidar que este entrañable personaje también tuvo su minuto de gloria en Dragon Ball y recientemente también la vimos en Dragon Ball Super).

Ante semejante juegazo, los fans nunca hemos llegado a entender que Bandai Namco haya sido incapaz, hasta ahora, de darle continuidad a esta saga, pues los juegos que llegaron inmediatamente a posteriori bajaron mucho el nivel. Sí, con las dos entregas de Raging Blast intentaron continuar la fórmula y aunque la segunda parte refinó ciertos aspectos jugables, fueron títulos que se quedaron lejísimos de ofrecer algo a la altura de Budokai Tenkaichi 3.

Por eso, que ahora, 17 años después, vayamos a tener nuestro esperadísimo Budokai Tenkaichi 4 con Dragon Ball: Sparking! Zero es prácticamente un sueño hecho realidad, especialmente si tenemos en cuenta que Bandai Namco parece estar poniendo toda la carne en el asador con esta producción para deleitarnos con un título a la altura de su leyenda.

Obviamente, Dragon Ball ha crecido muchísimo en estos tres lustros gracias a series como Dragon Ball Super, la cual va a tener una gran representación en esta nueva entrega, lo que suma valor y frescura a un juego que promete tener un plantel completísimo y repleto de caras nuevas.

Por supuesto, la fórmula jugable será muy similar a la de Budokai Tenkaichi 3, pero sus nuevas mecánicas y su nuevo y espectacular apartado gráfico (el cual permite que podamos combatir incluso en el interior de los edificios que destruimos) prometen ofrecernos un juego más profundo, fiel, divertido e inmersivo que nunca. ¿Cumplirá con todo lo prometido y se alzará como el mejor simulador de Dragon Ball de la historia? Muy pronto lo descubriremos.