Este estudio analiza cuáles son los colores predominantes en nuestros juegos favoritos
Los colores nos inspiran ciertas emociones, nos invitan a entender el mensaje que los desarrolladores quieren transmitirnos mientras avanzamos a través de historias y escenarios. Las distintas tonalidades representan una forma comunicativa universal, que despojados de texto y otros símbolos, sirven para que los jugadores comprendan la intencionalidad de los creadores sin necesidad de mayor información. Juan C. Roldán, doctor en ingeniería informática, analiza en su blog cómo evolucionan los colores a lo largo de nuestros videojuegos favoritos. El resultado es una paleta de colores que no sólo es preciosa, sino que de un solo vistazo nos indica cómo va avanzando la trama que se narra en juegos como Batman Arkham Asylum, Diablo, Journey, Ori and the Blind Forest o GRIS, que podéis ver bajo estas líneas:
Los colores, un lenguaje universal
"En este proyecto he analizado la evolución de color en los videojuegos. He ido descargando longplays —vídeos de alguien pasándose un juego entero— y convirtiendo el color predominante de cada fotograma en una línea vertical, creando una línea de tiempo", explica Roldán en su web.
"Algunos juegos usan el espectro para dar sensación de progreso al jugador. En Journey empezamos en un desierto y, conforme resolvemos ciertos puzles, vamos descubriendo otras partes del mundo y el color va cambiando".
En su publicación Roldán destaca aquellos que le han llamado más la atención, descubriendo que hay un cierto patrón que se repite entre ellos. Podéis encontrar toda la línea de tiempo de los colores de los videojuegos que ha analizado en el siguiente enlace, pero en este artículo nos vamos a centrar en los que ha resaltado. Bajo estas líneas podéis encontrar, sin ir más lejos, cómo se desarrollan los colores de Journey tal y como ha descrito:
"Otros juegos también usan el color para dar sensación de progreso, aunque de forma más directa: dividen el juego en mundos y cada uno de ellos tiene una paleta distinta", explica. "En algunos juegos con dinámicas poco cambiantes como Bit Trip Runner este recurso da más sensación de variedad. Es curioso cómo suelen empezar con tonos verdes y luminosos y van cambiando hacia tonos rojos y oscuros". Una evolución que también se aprecia en juegos como Spore o Diablo.
En relación con el ARPG de Blizzard, Roldán destaca que es curioso cómo la evolución de los colores no se limita en ciertas ocasiones al juego en sí: sino que va cambiando a lo largo de una saga completa. Bajo estas líneas os dejamos el ejemplo entre Diablo, Diablo 2 y Diablo 3, que precisamente se ganó algunos comentarios negativos por lo colorido que era. En la saga BioShock también sucede lo mismo: de la oscuridad de Rapture pasamos a la iluminada Columbia en BioShock Infinite.
"La mayoría de juegos también usan el color para dar identidad al juego y muchos se pueden identificar fácilmente con solo ver la paleta de color. Algunos juegos como GRIS y Celeste no hacen honor a sus nombres, pero tienen una paleta que cualquiera que haya jugado podrá identificar", apunta también Roldán.
Esta no es la única investigación que ha realizado sobre el color en los videojuegos. En su blog también podéis encontrar el artículo El nombre de los colores, por si os interesa el tema y queréis seguir indagando en este mundo colorido; mudo pero universal. De nuevo, si queréis echar un vistazo a cómo evoluciona el color en toda una ristra de juegos, podéis visitar el siguiente enlace.