Así lucirían Tails y Knuckles para la secuela de Sonic: La película
Sonic: La película se estrenó en todo el mundo el pasado 14 de febrero, cosechando un éxito sin precedentes para Paramount Pictures en el ámbito de las adaptaciones de videojuegos a la gran pantalla. La cinta ha recaudado más de 57 millones de dólares en Estados Unidos y aproximadamente unos 100 millones en todo el mundo, superando el estreno de Detective Pikachu, y abriendo las puertas a una hipotética secuela. Pero, ¿llegarían sus amigos y aliados en una segunda parte? El artista Raf Grassetti cree que sí, y ha diseñado sus propias versiones de Tails y Knuckles y un nuevo estilo para Sonic.
Un proceso de rediseño único en el cine
Raf Grassetti, diseñador e ilustrador de Sony Santa Monica, nos muestra así las versiones de Tails y Knuckles, que conservarían el estilo realista de Sonic en su aventura cinematográfica. Es curiosa la senda que ha recorrido este film, que arrancó con un tráiler que disgustó a todo el mundo, y que fue resarciéndose de sus tropiezos en diseño con una nueva versión del personaje, más fiel al erizo azul de los videojuegos de SEGA, y que aún así, no las tenía todas consigo.
"Creo que habían pasado unos cinco meses desde el primer tráiler. Habíamos trabajado muy duro en los cambios en el personaje. Y estábamos pensando en algo como 'oh, tío, ¿qué pasará si no les gusta?'", explicaba el director Jeff Fowler sobre el rediseño, en el que colaboraron expertos en la saga de videojuegos y la serie de animación Sonic Boom.
Sonic: La película, que se estrenó en cines el pasado fin de semana, cuenta con el actor y cómico Ben Schwartz (Parks & Recreations) poniendo voz al erizo de SEGA, mientras que James Marsden (Hairspray, X-Men) encarna a Tom Wachowski, el policía compañero de aventuras de Sonic. Ambos serán perseguidos por el polifacético e histriónico Jim Carrey, que da vida al Dr. Robotnik, y el cual se ha mostrado muy satisfecho con el film y las buenas críticas recibidas por los aficionados y abriendo la puerta a una secuela. ¿Dará Paramount Pictures luz verde?