Dave Gilbert no es el hermano pequeño de Ron Gilbert, aunque tengan el mismo apellido y sean más o menos famosos por haber hecho lo mismo: aventuras gráficas. Dave Gilbert es un tipo de Nueva York, judío, que decidió un buen día que podía hacer aventuras gráficas de café en café.
Antes de ello aprendió a hacer aventuras gráficas. A diferencia del otro Gilbert, que las hizo dentro de una empresa grande y que ahora quiere utilizar el mismo interfaz que usó hace 30 años para hacer una aventura gráfica como las de entonces, Dave empezó usando un sistema para el que cualquiera puede hacer aventuras gráficas: Adventure Game Studio. Algo así como el RPG Maker de las aventuras gráficas, en las que cualquiera, con un poco de tiempo y ganas, puede hacer algo interesante (de hecho, se pueden hacer hasta otros juegos, como este homenaje a Out Run).
Su primera aventura gráfica como tal se puede considerar que es The Repossessor, un juego realizado en 2001 que pertenece a un universo creado por otro viejo conocido de la industria del videojuego, el cómico, escritor, desarrollador y crítico Ben Croshaw, también conocido como Yahtzee y cuya obra más conocida son unos vídeos llamados Zero Punctuation donde pone a caer de un burro a casi cualquier juego conocido. En The Repossessor el jugador maneja a la muerte, que viene a la realidad a reclamar el alma de Michael Gower, un zombi que ahora mismo está de alcalde de Realidad.
Tras realizar tres juegos más dentro de ese universo, Dave Gilbert quiso dar el primer salto en su carrera (veremos que hay unos cuantos más) y se atrevió a realizar una aventura gráfica que se convirtió en la primera parte de Bestowers of the Eternity, un juego que acabó siendo una de sus creaciones más conocidas… pero con otro nombre. Sólo para daros una pista, en este juego su protagonista hereda a un fantasma.
Posteriormente, en una pequeña jam realizada dentro de los creadores de Adventure Games Studio, Dave y un pequeño equipo participaron con un juego llamado Two of a Kind. Este juego, además de ser uno de los pocos finalizados dentro del tiempo estimado, tuvo tanto tirón que consiguió ser nominado a 14 premios dentro de las candidaturas de ese año, además de ganar la categoría de "mejor jugabilidad".
El siguiente salto que da Dave Gilbert es aprovechar sus características para hacer un juego de un tema que interesa, maduro y diferente. El juego es The Shivah, y está considerado uno de los, o el primer juego, protagonizado por un rabino (decir "el primero" en algo siempre es complicado, porque puede aparecer un juego de los orígenes que haga lo mismo). The Shivah se lanzó dentro de un pequeño concurso mensual que en 2006 realizaban los desarrolladores de Adventure Game Studio para demostrar cuál era el mejor juego hecho en ese mes. The Shivah ganó y esto llevó a Dave Gilbert a pensar que tal vez, si se dejaba algo de presupuesto en adecentarlo para el gran público, conseguiría convertir su hobby en trabajo.
Y así fue, The Shivah fue muy bien acogido, y se empezó a vender dentro de la plataforma de otro neoyorquino ilustre, Greg Costikyan, la añorada Manifesto Games. Gracias al tirón que tuvo este juego pudo darle una vuelta de tuerca y hacer una versión mejorada de la primera parte de Bestowers of Eternity. Ahora el juego se llama Blackwell Legacy, y con un aspecto mucho más profesional, se convirtió no sólo en una aventura gráfica de referencia, sino en la primera parte de una saga que ha finalizado este año. De hecho, mucha gente considera Blackwell Legacy como el primer juego episódico, pero esa gente no se acuerda que ya en los tiempos de la Dreamcast, y posiblemente antes, hubo juegos episódicos. Es muy difícil aseverar que de algo es "la primera vez".
La segunda parte, llamada Blackwell Unbound, es conocida no sólo por su calidad por sí misma, sino porque dentro del estudio trabaja una emergente figura independiente llamada Erin Robinson, que además de trabajar en algún juego posterior junto con Dave Gilbert, es considerada posteriormente como una de las figuras más influyentes del mundo del videojuego (americano, por supuesto).
En 2008 Dave Gilbert da otro paso y llega a un acuerdo con la empresa de juegos casuales Play First (en una época en la que juegos casuales e independientes iban bastante de la mano, tengo que añadir) para hacer una aventura gráfica más sencilla de lo habitual. El juego, una historia de detectives de aspecto de novela negra ambientada en el mundo de Oz, tuvo muy buena repercusión, e incluso llegó a ser el juego más destacado de Playfirst un tiempo. Por cierto, a Playfirst la acabó comprando hace no demasiado otra empresa, Glu.
El año siguiente tiene lugar el último paso, y definitivo, en la carrera de Dave Gilbert y Wadjet Eye Games. Además de hacer sus propios videojuegos, Dave decide ayudar a otros equipos a publicar sus proyectos. El primer fruto de esta iniciativa es Puzzle Bots, juego diseñado y creado, básicamente, por Erin Robinson. Un título que se aleja bastante de su especialidad, pero con el que tiene un punto de encuentro gracias a la interfaz point and click y su sistema de juego estilo de las aventuras gráficas de siempre.
Este juego marca el inicio de una fértil colaboración entre Dave y otros creadores, de la que han aparecido títulos tan interesantes como sus propios juegos. El segundo título, Gemini Rue, viene de un proyecto de estudiantes que en 2010 quedó ganador del IGF de estudiantes, lo que ya es garantía de calidad. El juego entonces se llamaba Boryokudan Rue y estaba creado por Joshua Nuremberg y otros estudiantes de la universidad de Los Ángeles (UCLA).
El siguiente juego es posiblemente el que menos ha entendido la crítica, y no es de extrañar porque es algo duro. Con un estilo más parecido a South Park que a las creaciones a las que suele estar relacionada la marca Wadjet Eye Games, Da New Guys: Day of the Jackass es una aventura gráfica humorística de un estilo gráfico un tanto peculiar.
Así, el resto de juegos son realmente interesantes, y hablamos tanto de sus propios Blackwell, con los que ya ha acabado la saga, como de Resonance, Primordia o A Golden Wake, la última aventura que ha publicado de otra gente. Está anunciada ya Technobabylon como cooperación con otra empresa, pero lo que realmente nos interesa es qué va a hacer después propio, tras haber acabado con su saga más conocida y ser padre. Esperemos que sea una aventura a la altura del listón que el propio Dave Gilbert ha marcado.