A raíz del comentario de David León, cabeza visible del desarrollo de Aragami, han aparecido varios comentarios que nos hacen pensar en la relación entre los compradores españoles, y los desarrollos realizados en nuestro país. El primero viene de la web Presura, y el segundo de David Colinet, el cual ha realizado una encuesta en Twitter bastante popular y con todo tipo de respuestas.
📊 Encuesta muy seria: ¿Cuál es la principal razón por la que no soléis comprar juegos españoles? Haced RT, por favor. ;)
— Enrique Colinet (@Baxayaun) 19 de noviembre de 2016
Si nos ponemos a pensar, no es que los españoles no compremos juegos españoles. De hecho, por datos que yo tengo, la versión en Steam de Maldita Castilla EX está funcionando especialmente bien en España (sólo tenéis que ver el idioma de muchos comentarios), y para Blues and Bullets fue un mercado importante (quinto o sexto, depende del momento y de cómo se contabilice). Dicho esto, si de Aragami sólo un 1% de los compradores en Steam son españoles, y en Steam el 1.5% de jugadores son españoles (es el país número 16, por detrás de otros países más pequeños como Suecia, Polonia, Australia o Canadá), no son números que nos deberían sorprender. De hecho, cualquier juego por encima del 1.9% del total es que ha vendido bastante bien relativamente en España.
Tal vez deberíamos pensar en el nombre Aragami y en Maldita Castilla, para ver cuál atrae más al español medio. Cuál le apela más a sus conocimientos pasados. Con cuál se siente más identificado. Si echamos un ojo a los lanzamientos de este año, vemos que aparte de Calendula (se escribe igual), Invizimals: Batalla de Cazadores, La venganza de Johny Bonasera, Maldita Castilla EX (traducido fuera de España primero como Cursed Castile, y luego como Cursed Castilla), todos los demás están en inglés, o incluso en japonés (Aragami).
Es normal que el título de un videojuego sea en inglés, pues muchas veces van al mercado internacional sin traducir de ninguna manera. Pero también hay que entender que en un mercado funcionan mejor las obras con títulos en el idioma de esa zona, pues de alguna manera el comprador las siente más suyas. Ejemplos podemos poner los que queráis, pero sólo tenéis que ver, como ejemplo actual y funcional, como casi todas las películas adoptan un nombre en España distinto al que tienen en territorios anglosajones. Por no hablar de la traducción de los textos o incluso de las voces, un tema recurrente en los foros de Vandal.
Si nos remontamos a tiempos en los que los españoles sí comprábamos juegos españoles en gran medida, podemos pensar en algunos éxitos. PC Fútbol, El Sulfato Atómico, o incluso el reciente La Voz (desarrollo holandés sobre editor local) son juegos que han vendido en España cientos de miles de unidades, lo que demuestra que el mercado español no es despreciable, como se puede intuir al ver la cantidad de promoción que reciben juegos de alto presupuesto.
Si nos fijamos en Steam (por el hecho de ser la plataforma de la que tenemos más números), nos encontramos con que el juego Anima: Gate of Memories, que deriva de una propiedad intelectual de cierto éxito a nivel español, tiene un interesante 11%. Otro ejemplo interesante, como la mayoría de los juegos de Badland (editora indie española) es Zenith, que actualmente tiene un 33% de usuarios españoles. En cuanto a juegos de hace tiempo, podemos decir que Commandos es un juego que ha funcionado bastante bien en España, mientras que el heredero espiritual de PC Fútbol, ahora llamado Football Simulator, no funciona actualmente bien ni en España ni fuera.
Si comparamos con otros países, podemos empezar con Polonia. Sorprendentemente, Polonia, que tiene un 2,5% de los juegos de Steam, no ha comprado especialmente bien la última aventura del brujo (The Witcher es un producto polaco). Las anteriores algo mejor, pero tampoco es algo demasiado llamativo. Si pensamos en Inglaterra podemos pensar en OlliOlli, juego inglés, que ha funcionado algo mejor que la media de los juegos en Inglaterra, pero tampoco hay una barbaridad de diferencia.
Francia sí que ha comprado bastantes más Rayman de los que le corresponden, pero nada comparable con el número de usuarios en Alemania que han comprado algo tan alemán como juegos de ver crecer la hierba (el último 20% de los usuarios del último Farming Simulator son alemanes). Volviendo al Reino Unido, el juego que funciona excepcionalmente bien en territorio inglés es Football Manager. Saliendo de Europa, nos encontramos con que el 88% de los más de 200 mil compradores del chino Lost Castle (cuyo editor es medio español), son chinos. Curiosamente, China aparece como el principal comprador del juego Toro, pero seguido de España y Francia.
Como podéis comprobar, hay muchos motivos por los cuales la localización zonal funciona. El nombre, el texto o voces del juego, la promoción local, el apego que puedan tener en una zona al tema afecta mucho al éxito de un juego. Si en lugar de estar viendo juegos de Walking Dead, Ley y Orden o incluso Strong Bad's Cool Game for Attractive People se hiciesen juegos episódicos de Olmos y Robles, Águila Roja o Cálico Electrónico, seguramente funcionarían mucho mejor en España, pero seguramente también el número total de ventas sería mucho menor, que es en lo que consiste un negocio.
Con todo, hay herramientas para compensar ésto. Por un lado cada vez hay más eventos a nivel local que acercan el juego a los jugadores españoles, los cuales cada vez son más conocidos. Cada vez aparecen más editores españoles (Badland Games, Abylight, Talking About Media, Blitworks, Reco Technology, Enjoy Up, Avance, Meridiem…) los cuales si realizan su trabajo correctamente pueden ayudar a que estos juegos alcancen mejor a los jugadores de éste país. Iniciativas como PlayStation Talents (especialmente en España donde Sony tiene un gran poder) pueden funcionar muy bien a nivel local si se realizan las cosas correctamente. Y finalmente, a través de las ayudas estatales se puede reforzar el contenido más pensado para una zona del mundo, como ya hacen nórdicos, franceses y otros países.
Ahora me toca preguntaros a vosotros. ¿Os importa de alguna manera de donde es la empresa desarrolladora? ¿Os habéis acercado de alguna manera a algún desarrollador local? ¿O sencillamente usáis estas herramientas de descarga digital y sólo os regís por interés por el juego?.
En fin, veremos si la semana que viene seguimos con nuestro repaso a otros países, o buscamos información en tiendas algo diferentes a las habituales. ¡Hasta entonces!