La última aparición del dinosaurio de Nintendo con Yoshi's New Island para Nintendo 3DS no fue demasiado afortunada, pero por lo que hemos podido probar hasta el momento del nuevo Yoshi's Woolly World para Wii U, esto no va a volver a repetirse. Estamos ante un plataformas muy bonito, entretenido y desenfadado, para todos los públicos sí, pero con las capas de profundidad suficientes para no aburrir a un jugador experto, y que es muy divertido jugado en compañía.
Los encargados de esta nueva entrega son el estudio japonés Good-Feel, quienes empezaron realizando títulos educativos para Nintendo DS, dieron el salto a los juegos de plataformas con Wario Land: The Shake Dimension para Wii, y un poco más tarde y para la misma consola realizaron el entrañable Kirby's Epic Yarn, juego con el que el nuevo Yoshi guarda algunas similitudes. Como es el hecho de ofrecer un curioso mundo basado en determinados materiales, en aquel Kirby de telas, hilos y tejidos, y en Yoshi's Woolly World centrado en la lana, con una dirección de arte igual de cuidada y vistosa.
Como en el juego de 2011, el hecho de que su aspecto esté basado en un material concreto no es solo algo bonito, sino que además está implementado en la jugabilidad con mucho ingenio, y tanto los escenarios como los enemigos están realizados de lana, así como el resto de elementos habituales de la saga Yoshi. Los tradicionales huevos que lanzamos son sustituidos por ovillos de lana, y siempre tenemos que buscar hilos sueltos en los escenarios para tirar de ellos y descubrir multitud de secretos.
Quieren que tengamos la sensación de que el mundo que exploramos no es un mero escenario, sino algo físico y tangible, y hay detalles muy chulos, como que algunas de las superficies de lana que pisamos se hunden con nuestro peso, o que al disparar a ciertas estructuras tejemos plataformas.
Dejando a un lado su exquisito aspecto, en lo jugable es muy continuista, con las clásicas acciones de los juegos protagonizados por Yoshi, como comernos a los enemigos para transformarlos en huevos –ahora ovillos-, poder saltar y planear en el aire durante unos segundos, con ese impulso final que nos salva en muchas ocasiones, y en los primeros minutos apenas hay novedades respecto a anteriores aventuras de este personaje. Es más adelante cuando se introducen pequeñas novedades, como secciones en las que Yoshi se transforma y cambia la jugabilidad, escenarios con muros de esponja que tenemos que ir destruyendo, o unos proyectiles especiales, unos pollitos blancos, que al lanzarlos crean un camino en forma de nube, que tenemos que aprovechar para avanzar creando plataformas. Dentro de una propuesta muy concreta, sabe ser lo suficientemente variado con pequeñas novedades en cada nivel.
Pudimos jugar el primer mundo entero, y aunque nos pareció bastante fácil no nos aburrimos en ningún momento, las fases están repletas de coleccionables y secretos, y nos obligan a jugar prestando mucha atención e interactuando con todos los elementos si no queremos pasar algo por alto, siendo un plataformas muy centrado en la exploración. Es en este detalle junto al gran diseño de niveles, donde Yoshi's Woolly World demuestra ser mucho mejor juego que Yoshi's New Island. Ya en las últimas fases del primer mundo encontramos algún momento de plataformas un poco desafiante, lo que nos hace albergar esperanzas de que no vamos a estar ante un juego tan fácil como fue Kirby's Epic Yarn.
Y como se ha vuelto habitual en casi todos los juegos de Nintendo para su consola de sobremesa, cuenta con un modo para dos jugadores que es realmente divertido, ya que en todo momento un jugador se puede comer al otro y lanzarlo, y a esto se le puede sacar partido de muchas maneras. Tanto para gastar "bromitas" y lanzar a tu compañero al vacío, como para acabar con enemigos cuando no tenemos ovillos disponibles, o para llegar a lugares inaccesibles. La interacción entre ambos jugadores está muy bien realizada, y provoca constantemente momentos muy divertidos, a propósito o de manera accidental.
Hay algún que otro detalle bastante curioso, a falta de jugarlo más en profundidad, como que antes de cada fase podemos equipar una serie de ventajas o perks, gastando gemas. Que todos los ovillos que vayamos a recoger en ese nivel sean enormes, que nos salvamos al caer a un precipicio, una serie de ayudas que tienen un precio más o menos elevado, y que podemos adquirir antes de iniciar cada nivel. También hay un modo que va a generar cierta controversia, el llamado modo Relajado, que podemos activar en cualquier momento pausando la partida, y en el que jugamos con un Yoshi alado que atraviesa los escenarios volando, lo que facilita muchísimo las cosas.
Gráficamente es precioso, sobre todo jugado en directo, con unos escenarios que si bien no tienen muchos elementos, cuentan un gran nivel de detalle, y te transmiten con gran realismo la sensación de estar realizados con lana y a mano. También nos ha gustado el diseño de los enemigos, muy imaginativo, intentado justificar su diseño en este peculiar mundo de lana. La banda sonora también es muy simpática y agradable, junto a los efectos de sonidos, y es uno de esos juegos que transmiten un buen rollo tremendo, que se juegan con una sonrisa, a no ser que tengas prejuicios sobre las cosas de apariencia infantil. Por cierto los que aman con locura Super Mario World 2: Yoshi's Island de Super Nintendo que presten atención, ya que está lleno de homenajes a esa obra maestra de 1995.
Una pequeña sorpresa
Aunque ya pudimos probarlo en el E3 del año pasado, después de tantos meses y sin apenas nuevos vídeos o información sobre el juego ya lo teníamos un poco olvidado, y nos daba la sensación de ser un título menor, al estilo de Kirby y el Pincel Arcoíris. Pero después de jugar un mundo entero de Yoshi's Woolly World y además de hacerlo en compañía, su sencilla propuesta nos ha sorprendido muy gratamente, y nos ha parecido un juego muy entretenido, agradable y bien hecho, que nos ha dejado con muchas ganas de seguir jugando. Se pondrá a la venta el 26 de junio en exclusiva para Wii U.