A Plague Tale: Innocence se convirtió en uno de los lanzamientos destacados de 2019 y lo hizo gracias a que Asobo Studio supo ajustar la ambición a sus posibilidades. Analizado de manera fría, a nivel jugable esta aventura no hacía nada especialmente original –sigilo, exploración y puzles en el entorno- que no hayamos visto de una manera u otra en decenas de juegos, pero su ejecución y la estupenda ambientación de aldeas francesas sumidas en una plaga con cientos de ratas fue suficiente para dar un merecido respiro al enésimo mapa abierto inundado de coleccionables.
Asobo Studio y Focus Entertainment sabían que la licencia era una joya en bruto y que merecía expandirse incluso en otros medios, como la televisión, pero los jugadores podrán disfrutar muy pronto del próximo capítulo: el 18 de octubre se lanza A Plague Tale: Requiem, la esperada secuela prevista para PC, Xbox Series –debuta en Xbox Game Pass-, PlayStation 5 y, mediante la nube, Nintendo Switch.
Un mar de roedores
La base de A Plague Tale: Requiem no será muy diferente al original. Cuando algo funciona no lo toques, y en este caso el primer A Plague Tale no necesitaba muchos cambios salvo las habituales mejoras que podemos esperar de una secuela.
Amicia y Hugo viajarán al sur de Francia para olvidar las desventuras de Innocence y tratar de controlar la maldición, pero obviamente los hermanos volverán a situarse en el centro de la destrucción, muerte y miles de ratas que devoran todo a su paso. Así acabarán en una isla donde se cree que estaría la respuesta para salvar a Hugo. Un juego que de nuevo estará repleto de narrativa, emoción y personajes desarrollados.
Requiem profundizará un poco más en las mecánicas que conocíamos. Podemos esperar un pulido en puzles, sigilo y combate para dar más posibilidades, sobre todo de cara a dar más flexibilidad en cada situación. Una de las quejas más habituales al original, además de su dificultad algo baja, es que muchas de las situaciones no ofrecían muchas alternativas de resolución. En Requiem Amicia estará mejor armada y podremos utilizar una ballesta para acabar con soldados, incluso aquellos bien protegidos, para no depender únicamente de piedras –que ahora serán ilimitadas- o distracciones; para compensar su efectividad su carga será lenta y no encontraremos mucha munición, pero el sistema de artesanía permite combinar materiales para causar más daño.
Uno de los primeros ejemplos que ha mostrado Asobo es el uso de alquitrán como elemento para aumentar la intensidad del fuego, tanto para resolver puzles –quizás necesitemos ahuyentar a las ratas en un área de luz mucho mayor de lo que haría una antorcha- como para el combate, si consigues que los enemigos pasen sobre un charco de esta sustancia. Se prometen más de 20 combinaciones diferentes de munición y materiales, así que el combate volverá a ser un puzle en sí mismo, pero con muchos más ingredientes con los que experimentar dependiendo de los recursos o nuestro estilo de juego.
El sigilo y los puzles no traen ninguna revolución –hasta donde sabemos- pero sí mejora la experiencia con zonas más amplias donde experimentar con las rutas y el combate –pacifista, con cuchillos consumibles o activando trampas que eliminen guardias-, logrando así que el juego oculte mejor su linealidad y recompensando con una sensación de improvisación en lugar de seguir un único camino posible, que es lo que sucedía en muchas ocasiones con Innocence. Además, las muertes por un golpe quedarán reservadas para casos concretos y Amicia podrá aguantar un poco de daño antes de reiniciar desde el último punto de guardado, más la posibilidad de contraatacar ciertos golpes. Eso y otros ajustes en el control durante el sigilo hacen a Requiem un juego más divertido.
A esto también habrá que sumar alguna habilidad que Hugo ha aprendido a controlar mejor desde la última vez que vimos a este niño. Puede localizar a los enemigos detrás de muros, parecido a como se ha hecho en muchos otros juegos del género, para disponer de una pequeña ventaja táctica, y también el control de los roedores será un poco diferente –nos situamos dentro de esta masa de ratas para dirigir el ataque a los enemigos-. Ratas que ahora multiplican su número desde las 5000 hasta más de300.000 en movimiento, un espectáculo que el equipo ha conseguido al descartar la pasada generación de consolas. Los animalillos se moverán por el escenario como si fueran chorros de criaturas hambrientas que devoran todo a su paso, y para desgracia de los protagonistas, ahora serán más eficientes en sus desplazamientos por el escenario, escalarán hasta dar con sus presas.
En esta flexibilidad del combate entra en juego que el sistema de habilidades dependerá de nuestra manera de jugar. Si optas por un estilo agresivo aprenderás habilidades con mejoras en el combate, y si prefieres atravesar zonas sin levantar sospechas aprenderás técnicas de sigilo. Hasta que pongamos las manos a A Plague Tale: Requiem no sabremos si uno de los dos estilos es más asequible que otro, pero desde luego será interesante por la rejugabilidad que aportará un progreso diferente. En cualquier caso, los jóvenes no son soldados y el impacto de la violencia o la moralidad serán temas centrales de su historia.
Una nueva localización a explorar
Por cuestiones de historia, Amicia y Hugo llegarán a una zona que aporta un cambio de aires respecto a Innocence, que era un juego muy lúgubre. Al menos en la parte conocida de esta secuela podemos ver que la plaga no ha afectado tanto a esta zona de Francia y eso facilita ver una civilización más bulliciosa, más vida, nueva paleta de colores y efectos climáticos. Ayuda a que la entrega sea exclusiva de nueva generación –con el juego funcionando en la nube en el caso de Nintendo Switch-: "En Innocence había partes que podían parecer más una escena de teatro debido a las limitaciones técnicas. En Requiem hemos podido llevar el horizonte más lejos", reconoce el equipo. "Cuando escribimos [Requiem], la subida en calidad nos permite estudiar secuencias que antes eran imposibles, como persecuciones con cientos de miles de ratas o localizaciones que evolucionan de manera dinámica según la historia y eventos".
Sí, A Plague Tale: Requiem apunta a que será un "más y mejor" de manual, pero no es una mala noticia, al contrario. Como toda secuela, aspira a pulir a su antecesor, mejorar aspectos jugables, técnicos, experimentar más con la historia y los puzles. Quizás pierda el factor sorpresa de 2019, pero apunta a que superará a Innocence en todo lo demás.