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Fecha de lanzamiento:
PS4, PC, PS3, X360, XBOne:
WiiU:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Ubisoft Montreal
Producción: Ubisoft
Distribución: Ubisoft
Precio: 69,95 €
Jugadores: 1
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Español
Online: hasta 8 jugadores
ANÁLISIS

Impresiones finales Watch Dogs

Jugamos las primeras horas del esperado juego de Ubisoft, una ambiciosa aventura en mundo abierto que está dando y va a dar mucho que hablar en los próximos tiempos.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Versiones PS4, PS3, PC, Xbox 360, Wii U, Xbox One. También disponible en Ordenador, PlayStation 3, Xbox 360, Xbox One y Wii U.

Desde que se anunciara por sorpresa en el E3 de 2012, muchas cosas han ocurrido alrededor de Watch Dogs, tanto buenas como malas, lo que ha conseguido que tenga bastante popularidad para tratarse de una nueva saga, y que sea uno de los juegos más esperados de este 2014. Primero dejando a todos boquiabiertos con un impactante apartado gráfico y un ambicioso y original concepto jugable, un año después para desinflarse un poco el interés y sufrir un retraso de última hora pasando de las navidades de 2013 a la primavera de 2014, y finalmente la polémica de estas últimas semanas y el tan comentado downgrade gráfico, mostrando en el último tráiler un aspecto visual evidentemente inferior a la famosa demostración del E3 de 2012.

Gráficos aparte, de los que se ha hablado mucho, se hablará y que por supuesto nosotros explicaremos en este texto qué nos han parecido, ante todo queríamos comprobar si detrás de Watch Dogs hay además un gran juego, algo que nos parece mucho más importante que cualquier aspecto técnico. Hace unas semanas tuvimos la oportunidad de jugar cuatro horas a la versión de PlayStation 4, y si bien esta toma de contacto nos ha servido para resolver muchas incógnitas y tenemos bastante claro qué nos va a ofrecer esta aventura, también nos ha generado nuevas dudas, difíciles de resolver cuando se trata de una preview de un juego en mundo abierto. Un género difícil de evaluar en una primera toma de contacto, por muy larga que sea, juegos a los que hay que dedicar muchas horas.

Entre las dudas que nos ha despejado, por ejemplo que el sistema de hackeo funciona muy bien, es intuitivo y fácil de usar. Basta mirar en la dirección del elemento en cuestión y si sale un icono, dejando pulsado un botón podremos hackear el ordenador, teléfono móvil, semáforo o aparato que sea. Y en cualquier circunstancia, ya sea a pie o cuando vamos montamos en un vehículo, por lo que siempre es intuitivo y accesible, pese a que podría parecer engorroso o complejo en un primer momento. El inicio del juego, además de introducirnos muy bien en la historia, sirve de tutorial para aprender las mecánicas básicas que usaremos prácticamente a lo largo de toda la aventura.

La historia arranca con nuestro protagonista, Aiden Pearce, un experimentado hacker, realizando un trabajo que sale mal y se acaba volviendo en su contra. Tal son las implicaciones de este grave error que acaban afectando a sus seres queridos, y un familiar muere a manos del enemigo cuando realmente a quien estaban intentando cazar es a él. Esto da origen a una historia de venganza y redención para dar con los culpables, personas más influyentes e importantes de lo que Aiden se podría imaginar en un principio. Un buen punto de partida que veremos cómo se desarrolla, ya que la narrativa parece tener un gran peso en el transcurso de la aventura, con abundantes cinemáticas y todo tipo de recursos narrativos, como la voz en off, algo que sirve para empatizar con nuestro protagonista, sabiendo qué piensa en diversos momentos.

En la primera misión de introducción, que se desarrolla dentro de un estadio donde debemos pasar desapercibidos, además de aprender a hackear todo tipo de dispositivos, lo que nos sirve para abrirnos paso entre diferentes localizaciones o apagar las luces para caminar a oscuras, también descubrimos lo bien que funciona el sistema de coberturas, el clásico de pulsar un botón y pegarse a la superficie más cercana, pudiendo apuntar a un objeto lejano al que iremos corriendo automáticamente. También aprendemos a movernos entre cámaras de seguridad, para conseguir nuevos ángulos de visión, y por ejemplo llegar hasta el ordenador que controla la seguridad de la sala y nos abre la puerta de salida. Una mecánica muy satisfactoria y entretenida, tan simple como que si un dispositivo, en este caso una cámara, entra en nuestro campo de visión, seguro que podremos interactuar con él.

También no deja de sorprender en los primeros minutos el hecho de observar a cualquier persona y saber todo tipo de datos personales: nombre, edad, profesión, ingresos anuales y una breve característica o hecho personal que lo define, o que sirve para hacernos una mejor idea de cómo es. Está jubilado, su marido murió recientemente, es mormón, visita colonias nudistas, es un ex alcohólico, y un larguísimo etcétera, algo que le da una profundidad nunca vista a los NPC de un juego de mundo abierto. Vale que no dejan de ser peatones a los que podemos atropellar o disparar como en un GTA, pero el hecho de que cada uno tenga una personalidad, un trasfondo, seguro que modifica nuestro comportamiento hacia ellos.

A la vez que ves toda esta información, a veces también tienes acceso a sus datos bancarios, viendo el dinero que tienen en la cuenta, pudiendo hackearles el móvil para luego acceder a un cajero y robarles. ¿Robarías a alguien con pocos ingresos anuales? ¿O a una mujer mayor que ha perdido a su marido hace poco? Es aquí donde los NPC ganan una nueva dimensión, y pasan de ser unos "muñecos" anónimos, a unos personajes de los que tenemos información importante de su vida, y que pueden plantearnos dilemas morales a la hora de comportarnos. Ellos también reaccionan a nuestras acciones, y si nos ven cometiendo un acto delictivo podrán llamar a la policía, algo que por ejemplo podremos evitar quitándoles el teléfono y tirándolo contra el suelo, o apuntándoles con una pistola.

Una vez que hemos hecho la primera misión de la historia, tenemos completa libertad desde el principio para explorar las calles de Chicago, con casi todas las misiones secundarias desbloqueadas, por lo que podemos centrarnos en la historia, en lo secundario, o ir mezclando ambas experiencias. Mucho habían presumido sus responsables de la duración del juego, hablando de 30 horas para acabar la historia principal, y hasta 100 para completarlo todo, algo que nos parecía exagerado. Y aunque nos lo sigue pareciendo, por lo que hemos visto hay muchísimo contenido en Watch Dogs, con cantidad de búsquedas y misiones secundarias, y sí que parece un sandbox que puede rondar las 40 horas tranquilamente para completarlo todo.

Las misiones secundarias las hay para todos los gustos y colores, algunas con mucha coherencia dentro de la narrativa y relacionadas con la "profesión" de nuestro protagonista, que es un hacker, y otras muy forzadas y sin ningún sentido, que nos parecen puro relleno para satisfacer a los fans de los juegos de mundo abierto a los que les gusta que haya muchas cosas que hacer, aunque no sean coherentes con la personalidad del protagonista ni la historia que nos quieren contar. De las primeras tenemos escondites de bandas de criminales que debemos asaltar, delitos que se están cometiendo en los que tenemos que intervenir y detener el agresor, persecuciones a malhechores y convoyes criminales que debemos interceptar en mitad de una carretera. De las segundas, competiciones de beber alcohol a base de chupitos, jugar con los trileros adivinando en qué cubo está la bolita, o partidas de póker, en las que podemos evaluar el grado de nerviosismo de los rivales e incluso ver sus cartas si hackeamos las cámaras de seguridad del local.

Entre las tareas secundarias, una de las más llamativas son los juegos de realidad virtual, donde ya la locura se dispara y parece que estamos jugando a un Saints Row en vez de a una aventura con un tono serio. Hay uno de disparar a naves extraterrestres, otro de ir conduciendo por la ciudad atropellando zombis como si de un Carmageddon se tratara, y otro en el que tomamos los mandos de una araña robótica gigante con la que tenemos que arrasar con todo, para conseguir la mayor puntuación posible. Están curiosos y entretenidos sí, pero desentonan un poco en una historia presuntamente seria. Han matado a un familiar, quieres vengarte y tú y los tuyos estáis en serio peligro, pero no pasa nada, hay tiempo para ir a una tasca a emborracharte, echarte unas partidas al póker y ponerte a matar marcianitos por las calles.

Fuera de las misiones principales y secundarias, nuestras acciones en las calles de Chicago influyen en un medidor de reputación, y cuanto más la liemos –atropellando peatones, robando, atracando comercios-, nuestra notoriedad criminal será mayor, y seremos más buscados por la policía. La gente nos reconocerá más rápido, y a la mínima, a la vuelta de cualquier esquina, un peatón podrá llamar a las fuerzas de la ley al vernos. Subimos de nivel con un sistema de puntos de experiencia, y tenemos un completo árbol de habilidades, por lo que nuestras habilidades como hacker cada vez serán mayores, y podremos hackear más cosas, siendo muy poderosos en el tramo final de la aventura.

Chicago está totalmente conectada por el sistema operativo central (ctOS), y casi toda la tecnología y la información de la ciudad, incluidos los datos de los ciudadanos, se mueven por sus redes. Por tanto si accedemos a esta red, podemos hacer prácticamente lo que queramos. Cámaras de seguridad, transporte público, puentes, semáforos, etcétera, pero para poder actuar con libertad en cada barrio, antes debemos haber asaltado el centro ctOS de la zona. Algo así como los campamentos de Far Cry 3, una mecánica que han heredado otros juegos de Ubisoft, ya que una vez hemos controlado este lugar, que es una compleja misión en sí misma, tendremos muchas más facilidades en los alrededores. Si no hemos hackeado el centro ctOS en cuestión, por ejemplo, no podremos acceder a los móviles de los peatones que lo rodean.

Tenemos un piso franco donde podemos dormir y cambiar la hora del día, restableciendo la presión policial, podemos cambiarnos de ropa, que se adquiere en los comercios, y reponemos nuestro medidor de concentración. Esta es una barra que nos permite ralentizar el tiempo, y que es importante por ejemplo cuando vamos conduciendo, ya que es muy complicado hackear un semáforo u otro elemento del mobiliario urbano a toda velocidad. Para zafarnos de cualquiera que nos persiga con un coche podemos levantar bolardos, abrir o cerrar verjas, cambiar de color los semáforos, o hasta reventar tuberías de gas, una de las acciones más espectaculares de todo el juego, que levanta el asfalto y los coches que pasarán en ese momento por encima. Todas estas acciones consumen un segmento de un medidor representado por unas baterías, que se recarga con el tiempo, por lo que no podemos hackear elementos de manera ilimitada y continuada.

Como juego de mundo abierto que se desarrolla en una ciudad, la conducción de vehículos es un elemento muy importante, tanto para movernos de un lado a otro, como por el protagonismo que estos tienen en las misiones, con persecuciones de todo tipo. Y tenemos que decir que no nos acaba de convencer del todo la conducción, no tanto por el control, muy arcade y sin mayores complicaciones, sino por las físicas, bastante irreales, y con una falta de sensación de peso en los coches, algo que nos disgusta especialmente. Chocarte con cualquier elemento, o contra otro vehículo, no parece tener grandes consecuencias, y hemos llegado a estar en una persecución de casi 10 minutos golpeando a un coche y no había manera de destrozarlo. Algo que parece que está hecho a propósito, para que uses el hackeo y no lo hagas por las bravas, ya que basta con levantar unos bolardos del suelo para acabar con un vehículo, dando igual la cantidad de veces y la fuerza con la que le hayas embestido antes. Un detalle que se debería haber equilibrado mejor, haciendo algunas persecuciones muy tediosos.

Los tiroteos tampoco son una maravilla, poco contundentes, parece que usamos armas de fogueo, pero tampoco parece que pretendieran crear un Gears of War, nos quieren empujar a actuar con sigilo, a que usemos el entorno con inteligencia, y no que vayamos a lo loco, esto no es un shooter de acción más. Para que lo comprobáramos, nos dejaron jugar una misión bastante avanzada, en la que teníamos unos 3 minutos para preparar el terreno ante la llegada de unos criminales. Plantar explosivos en el suelo teniendo en cuenta las huellas de los neumáticos, lo que nos decía más o menos dónde se iban a detener los coches, subir o bajar persianas metálicas para crear o no coberturas, mover grúas, etcétera.

Cuando se terminaba el tiempo de preparación, comenzaban a llegar numerosos enemigos, a los que si intentábamos vencer de un modo tradicional, a pecho descubierto, era muy complicado. Nos mataron un par de veces, hasta que aprendimos a usar con inteligencia los recursos a nuestro alcance. Por ejemplo hay un sistema de crafting, y cogiendo ciertos recursos podemos crear distintos objetos, como varios tipos de explosivos. Estos los podemos detonar a nuestro antojo con el teléfono móvil, y hay que saber situarlos con inteligencia por el escenario.

De las aproximadamente 4 horas que jugamos, esta misión fue de lo que más nos gustó. La verdad es que quisimos ver lo máximo posible del juego, sus secundarias, explorar la ciudad, conducir, el multijugador que ahora os contaremos, y no hicimos muchas misiones de la historia principal. Pero las pocas que hicimos, nos gustaron bastante, y nos parecieron estar muy por encima de los contenidos secundarios, por lo que nos da esperanzas que al menos la trama principal puede ser muy buena, y ofrecer los momentos jugablemente más interesantes y originales.

El multijugador es bastante curioso, y en uno de sus modos tiene un toque que nos recordó al famoso Dark Souls. Si lo tenemos activado, cualquier jugador puede asaltar nuestro mundo, nuestra partida, e intentar hackearnos, por lo que tendremos que estar atentos a las señales. Un uno contra uno muy interesante, ya que si detectamos que nos la están intentando jugar y somos lo suficientemente listos, podemos dejar de ser presa y convertirnos en cazador, lo que promete momentos muy divertidos. También hay un modo para 8 jugadores, en el que hay un archivo oculto y a base de pistas los jugadores compiten por encontrarlo, y también hay tradicionales carreras de coches, que no dejan de ser pura diversión instantánea.

También habrá una companion app totalmente gratuita, que trae consigo un peculiar modo de juego, en el que un jugador con el tablet tiene que impedir que otro se escape, dirigiendo por el mapa a las fuerzas policiales, cambiando de color los semáforos e interactuando con todo tipo de dispositivos para detener al jugador que intenta huir en coche, antes de que complete todo los puntos de control.

En lo que respecta al apartado gráfico, decir que jugamos a la versión de PlayStation 4, y que su mayor virtud era la tasa de imágenes por segundo, totalmente estable, algo que se nota a lo que han dado máxima prioridad, y una imagen muy limpia y nítida, gracias a los 1080p de resolución. En el lado negativo, pues la verdad, casi todo lo demás, nos ha decepcionado muchísimo gráficamente, y no por compararlo con la famosa demo del E3 de 2012, sino por ciertos detalles que no esperábamos en un juego de mundo abierto a estas alturas, en la nueva generación.

Elementos como coches y peatones que aparecen de repente a pocos metros, niebla en el horizonte escondiendo elementos, especialmente fea en los túneles, texturas que no son ninguna maravilla, físicas que como hemos dicho dejan mucho que desear en los vehículos, animaciones bastante corrientes, un modelado de los coches discreto, expresiones faciales de la pasada generación… No queremos hurgar en la herida, pero se le nota demasiado que es un juego "intergeneracional", y que no aprovecha demasiado ni las nuevas consolas ni los PC actuales. No hay ningún detalle gráfico que destaque o sobresalga, y sí unos cuantos defectos que desentonan y afean el conjunto.

Para que no penséis que pedimos demasiado, si lo comparamos con un título reciente de la misma consola y también de mundo abierto, inFamous: Second Son, este le da un auténtico repaso, parecen casi juegos de generaciones diferentes. Y también tuvimos la oportunidad de jugar a la versión de PC, y la verdad, la cosa no mejora demasiado, es bastante parecido a lo que vimos en PS4, solo que un poco mejor. No obstante hay que recordar que jugamos a una versión inacabada del producto, y habrá que esperar a la versión final para ver cómo de pulido llega gráficamente, pero no esperéis ninguna maravilla técnica.

En cuanto al sonido, tenemos un correcto doblaje tanto en inglés como en castellano, que podremos elegir cómodamente desde el menú de opciones, al menos en la versión de PS4. Y en la banda sonora, que podemos escuchar no solo cuando vamos montados en un coche, sino también cuando andamos por la calle, ya que es el teléfono móvil el que reproduce la música, encontramos varias listas de reproducción divididas en estilos: soul, hip hop, blues, rock punk rock, jazz, electrónica, etcétera. Con artistas conocidos y muy variados como Curtis Mayfield, Kid Cudi, Wu-Tang Clan, Public Enemy, Rise Against, Alice Cooper, Weezer, Vampire Weekend y Smashing Pumpkins.

Seguro que no dejará indiferente a nadie

Ni 4 horas nos han bastado para hacernos una buena idea de qué podemos esperar exactamente de Watch Dogs, con cosas que nos han gustado mucho, como el intuitivo y práctico hackeo, la apuesta por el sigilo y la acción estratégica, con otras que no acaban de convencernos, como la conducción, lo inconexo de parte del contenido secundario, y su decepcionante apartado gráfico. Lo mejor que podemos decir de él es que nos ha dejado con ganas de seguir jugándolo, de ver cómo se desarrolla la historia, y ver con qué tipo de situaciones nos sorprenden las misiones principales, ya que la mecánica del hackeo, bien aprovechada, puede dar mucho juego. Y nos ha dejado la certeza de que no habrá motivos para quejarse en cuanto a contenidos, ya que en la línea de la saga Assassin's Creed, tendremos toneladas de cosas para hacer y juego para rato.

¿Cumplirá con las oscilantes expectativas? ¿Decepcionará? ¿Será un soplo de aire fresco en el género? No lo sabemos, y no pondríamos todavía la mano en el fuego, por mucho que hemos jugado no tenemos todavía claro qué esperarnos, y nos ha dejado un tanto desconcertados. Saldrá el 27 de mayo en PlayStation 4, Xbox One, PC, PlayStation 3 y Xbox 360 –más adelante en Wii U-, y los fans de los juegos de mundo abierto que estéis cansados de lo mismo de siempre no os lo querréis perder, ya que si algo es seguro, es que es un juego diferente.

Redactor