El año pasado todo el mundo esperaba los anuncios de las nuevas consolas, pero en cambio Sony y Microsoft mostraron nuevos juegos para sus máquinas actuales, dejando el protagonismo a la Wii U de Nintendo. Sin embargo, la estrella del E3 fue Watch Dogs de Ubisoft, el primer indicio de cómo serían visualmente los juegos de las próximas Xbox y PlayStation, con una demostración espectacular en la que un anónimo héroe sembraba el caos en la ciudad de Chicago, únicamente armado con una porra y un teléfono móvil.
Watch Dogs está cerca de su lanzamiento, para este mes de noviembre, y en el E3 hemos podido ver una nueva demo técnica del juego comprobando hasta qué punto cumple las promesas que hizo justo un año atrás.
Se nota que el título llegará para esta generación y la siguiente, y que han tenido que hacer algún sacrificio en las versiones de nueva generación, pero el resultado sigue siendo tremendamente vistoso. Además, aunque principalmente entra por los ojos, lo que más atrae del nuevo juego de Ubisoft Montreal es su jugabilidad.
Ambientado en un futuro cercano, Watch Dogs nos lleva a una ciudad de Chicago permanentemente monitorizada por un sistema de control por cámaras, conectado a una inteligencia artificial que juzga y decide acciones a tomar. Ubisoft juega con ese miedo a que el Ministro del Interior pueda leer nuestros más vergonzantes comentarios de Whatsapp, introduciéndonos en un mundo en el que todo está conectado, la información privada es accesible por las autoridades, y nuestro protagonista, Aiden, puede hackear ese sistema a voluntad usando su teléfono móvil. El cómo hagamos uso de esa información es asunto nuestro.
Ésta es una de las facetas que no se habían comentado del juego cuando fue presentado el año pasado, y es la libertad para comportarnos con heroicidad y ética o de considerar que el fin justifica los medios. Dependiendo de nuestras acciones la población de Chicago tendrá una opinión de nosotros, y según esa reputación reaccionarán de una manera u otra a nuestra presencia y a nuestros actos. Podemos, como ya se ha visto en anteriores demos, ejercer de justiciero callejero y evitar crímenes, ayudando a los viandantes, pero también ejercer de superhéroe descontrolado y ser muy desconsiderado con el prójimo mientras peleamos contra el sistema rompiendo todo tipo de normas y leyes. Como puede verse en la demo del E3, al librarnos de la policía entramos en una cafetería, y uno de sus clientes nos reconoce, e intenta discretamente escabullirse y llamar a la policía, pudiendo impedirlo.
A la hora de cumplir las misiones y abordar los enfrentamientos contra las autoridades y otros enemigos el juego también nos da bastante libertad para elegir si usar la fuerza bruta y el combate directo o en cambio usar el sigilo. Pero, por supuesto, la estrella del juego es la forma de interactuar con el escenario, cómo Watch Dogs nos está indicando todo el rato que pulsando el botón cuadrado del mando de PS3/4 podemos accionar un elemento de la ciudad que provoque una reacción en el entorno, beneficiando a nuestros intereses. Desde el parar un tren y subirse tranquilamente que hemos visto en varios vídeos anteriores, hasta accionar puertas, semáforos, líneas eléctricas, bocas de agua y todo tipo de elementos, tanto cuando estamos a pie como cuando vamos en coche.
Otro elemento interesante es cómo el control remoto de cámaras tendrá influencia en el juego. En la demostración podíamos ver cómo nuestro personaje ayudaba a un amigo a escapar, y luego controlaba el movimiento de los guardias hackeando una cámara y, desde su visión, rotaba por otros puntos de vista para tener varias perspectivas de las escena y ayudar a escapar a un amigo. La demo concluía con toda una demostración de poder, provocar un apagón en la ciudad para así evitar que los guardias nos acribillasen, aprovechando el momento de desconcierto para activar una especie de tiempo bala, acabar con ellos y huir en una lancha.
Antes de eso nos mostraron la colaboración entre el videojuego y una aplicación para tableta, una idea que Ubisoft está integrando en muchos de sus títulos. Pidiendo ayuda a un jugador móvil, éste podrá meterse en nuestra partida y ayudarnos, hackeando helicópteros, realizando acciones en el sistema de la ciudad e incluso cambiando los mensajes de sus carteles. Parece que uno de los modos multijugador jugará con esta idea, la de meterte en la partida de otra persona, retándote a hackear a otros jugadores, que podrán darse cuenta de tu intento y evitarlo.
Watch Dogs no ha causado la sensacional impresión del año pasado, pero ahora es un juego real y con los pies en la tierra. Lo que hemos visto en el E3 nos ha dejado muy buen sabor de boca. Watch Dogs no es ni un Assassin’s Creed futurista ni la respuesta de Ubisoft a GTA, es algo diferente, un juego de mundo abierto que intentará hacer de la interacción con el escenario lo que lo diferencie del resto. Ubisoft tiene en este título una gran oportunidad para lograr un pilar sólido de entrada en la nueva generación, una saga que logre calar tan fuerte en los jugadores como Assassin’s Creed. En noviembre llegará a las tiendas.