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FICHA TÉCNICA
Desarrollo: GenDesign / SCE Japan Studio
Producción: Sony
Distribución: Sony
Precio: 59,99 €
Jugadores: 1
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: No
Online: No
ANÁLISIS

Impresiones finales The Last Guardian

Te contamos por qué todos querremos tener un trico en nuestras vidas.
·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
Versión PS4.

Es posible que The Last Guardian sea uno de los juegos de los que más hemos hablado en Vandal: cinco avances, dos reportajes, ocho vídeos y más de cien noticias dan fe de ello. Pero en realidad tampoco proporcionan tanta información del juego. En muchos casos son rumores sobre el proceso de desarrollo o sobre los retrasos.

Han pasado diez años desde que Team ICO empezó a trabajar esta historia de puzles dirigida por Fumito Ueda en la que las emociones desempeñan un papel importante al narrar la relación entre un niño y una bestia.

Hemos podido probar juntas las tres demos del juego, incluyendo una nueva, y nuestras dudas se han despejado en buena parte, porque The Last Guardian juega en otra división, la tecnología no tiene en su caso el papel de deslumbrarnos gráficamente, sino que da la sensación de que opera de forma interna, de que su función es lograr que el trico, ese bicho gigantesco mezcla de gato, ave, perro y algún animal más, tenga vida y se comporte de manera realista. Y eso lo consigue.

Preguntarse si el juego está anticuado o no es como plantearse si el David de Miguel Angel está desfasado porque no está articulado. Otra cosa es que te guste su estilo.

Por el camino se quedó PS3 como plataforma para pasar a PS4 y ha cambiado el control del juego. Ueda se fue en 2011 de Sony pero ha seguido trabajando en el proyecto hasta terminarlo. Entre 2012 y 2014 las noticias contradictorias llevaron a pensar que incluso se había cancelado el juego, pero logró sobrevivir y ahora, ahora sí, llegará a PS4, aunque hay dudas sobre si su jugabilidad habrá quedado anticuada o no.

Subirte a la cabeza de un trico y recorrer el mundo es una sensación maravillosa.

Consigue que sientas que el trico es un animal real

La intención de Ueda -como confirmó en una entrevista que publicaremos en breve- era que el trico protagonista pareciese un animal de verdad, y como tal se comporta. Esta intención queda clara desde el principio, ya que el juego empieza con imágenes de un bestiario con animales reales, que después pasan a ser mitológicos. El último animal que aparece es un trico, como si siempre hubiese existido en nuestra cultura.

En la primera demo, de los primeros minutos del juego, es un animal herido y receloso que no deja que el niño al que controlas se le acerque, y hay que recurrir a lo habitual en casos similares: darle de comer. El trico va poco a poco dejando que el crío le ayude y parece relajarse un poco, pero sigue actuando con voluntad propia casi siempre. El niño actúa de forma similar; por un lado cura las heridas al trico, pero por otro sólo piensa en volver a su pueblo. El animal se comporta como lo haría cualquier perro abandonado al que le dieras un trozo de carne.

En otra demo, algo más adelante en el juego, el animal y el niño ya se tienen en cuenta y se relacionan, ayudándose, pero el trico sigue sin obedecer todas las indicaciones que le das, y hay que insistirle varias veces para que se decida a seguir tus indicaciones en algunos casos. Hay que ver si el juego logra explicar a los jugadores el hecho de que trico tenga a estas alturas todavía sus propios intereses o que prefiera husmear a su alrededor y que no es un fallo.

En la demo más avanzada ya están mucho más unidos los dos personajes, confían mutuamente en el otro y la colaboración entre ellos es más fluida. Sin casi palabras (sólo hay una voz en off que da alguna explicación y unos cuantos pensamientos del niño en voz alta) y sin que el jugador sea casi consciente, The Last Guardian narra la historia de una relación.

Es aquí donde se nota la maestría de Ueda, su capacidad de contar a través de sensaciones y emociones. En los primeros instantes de juego estás pensando cómo conseguir que el trico te deje acercarte, y coges uno de los barriles azules que constituyen su alimento y se lo lanzas, le das en el morro y el animal lanza un gemido de dolor y de sorpresa que te duele a ti. No se trata de resolver un puzle, sino de cuidar a una bestia herida y hay que tratarla con delicadeza. Te subes a su lomo, lo acaricias y es como coger a un gatito en brazos, porque no sientes empatía hacia el niño, sino hacia el trico. A quien sabes que tienes que salvar es a la bestia.

Un juego con sus propias normas y su propio ritmo

No es que The Last Guardian sea un juego de otra época, es que escribe sus propias normas y tiene su propio ritmo. Ahora la mayoría de los juegos tienen un ritmo rápido y se trata de avanzar sin más, pero en The Last Guardian la prisa no siempre es buena. Hay que fijarse en lo que te rodea y en lo que está haciendo el trico. Si tienes que dar un salto y no esperas a que el animal te esté mirando no te cogerá a tiempo y caerás al vacío.

Al fallar un salto es probable que el trico te agarre con la boca o con la cola, aunque no es seguro que lo haga, siempre te quedará la duda hasta que se active la cámara lenta.

Esto contribuye a crear la sensación de que se trata de un ser vivo real. Puede que tú quieras seguir avanzando, pero a él le pica el cuello y debe rascarse antes de pensar en ti. Cuando ya están los dos personajes más unidos a veces parece que el trico te lee el pensamiento o incluso es él quien guía vuestros pasos.

Según Ueda, el corazón del juego ha tenido muy pocos cambios durante su larguísimo desarrollo, pero lo que sí ha cambiado es el control, para hacerlo más accesible. Lo que se hace más raro es saltar con el botón triángulo. Para dejarte caer por una cornisa hay que pulsar X, pulsando R1 llamas al trico, con círculo lo acaricias cuando estás sobre él y al pulsar R1 mientras llevas el stick en una dirección le indicas hacia dónde quieres que salte. El niño tiene desde los primeros minutos de juego un escudo con el que se equipa usando la cruceta y que sirve para redirigir con el stick un rayo que sale de la cola del trico y usarlo en algunos puzles.

No todo es el ritmo pausado de los puzles, también hay escenas que dan la sensación de un poco de acción. Esta torre protagoniza unos momentos emocionantes.

El juego se centra en la resolución de rompecabezas para seguir avanzando. Los que hemos visto no son especialmente difíciles, y, si en algún momento te atascas, la voz en off o el niño dan alguna pista, pero todo es muy lineal y sólo hay que observar el entorno para llegar a la resolución. Los momentos de calma, de los puzles meditados, se ven interrumpidos a veces con situaciones intensas y pequeñas escenas de vídeo totalmente integradas.

Seguimos sin saber gran cosa sobre la historia que contará

Sobre la historia en sí poco hemos averiguado, y casi todo ya se ha visto estos años. El niño y el trico despiertan en una cueva de la que deben escapar y llegan a una especie de castillo rodeado de estructuras o ciudad semiderruida en las alturas. Deben avanzar, pero para lograrlo el niño debe despejar el camino de unos símbolos que asustan al animal. Sí hay que destacar que, en una de las demos, el objetivo era llegar hasta una altísima torre de piedra en la que la unión entre los dos protagonistas ofrece unas escenas muy bonitas a las que sigue la aparición de otro trico con una armadura.

Ninguno de estos datos aporta gran cosa sobre la trama, lo que hace que el misterio sobre el juego se mantenga, porque parece que en este tiempo hemos visto mucho y, en realidad, no hemos visto casi nada. No sabemos quién es realmente el último guardián, ni por qué el trico estaba encadenado y herido y el niño aparece inconsciente a su lado en la cueva. Nada sabemos de los misteriosos símbolos que asustan a la bestia ni de los otros tricos que aparecen en algunos vídeos y en la demo que probamos.

El niño debe eliminar unos extraños símbolos ante los que se niega a avanzar el trico.

La misma personalidad que muestra trico en su comportamiento se ve en su mundo. No es que sea impactante la calidad de los gráficos, pero sí tienen un estilo muy propio de Ueda, al que le gusta ambientar todos sus juegos en universos parecidos, de forma que resulte familiar a los jugadores. La mayoría de las animaciones son excelentes. Las de trico son espectaculares y encantadoras a partes iguales y las del niño también, aunque resultan extrañas en algunos casos puntuales como cuando está empujando algún bloque pesado o baja escaleras, quizás porque son más de estilo oriental.

Las animaciones del trico tienen gran calidad y expresividad

Mención especial merecen los ojos del trico, que cuando come se vuelven azules, en otros momentos son de un rojo brillante y en otros casos están negros y son hasta inquietantes, no sabemos si muestran su estado de salud o de ánimo. Sus plumas están ahuecadas, como si se tratasen de las de un búho, aunque en algunas ocasiones se mueven más como si fueran pelo. De todas formas, insistimos en que las animaciones del trico son magníficas y es delicioso verlo husmear, mirar al niño, rascarse o saltar.

Los sonidos son también muy peculiares. El silencio roto sólo por el chillido de algún pájaro lejano o el viento juega un gran papel y la música resuena sólo en casos muy puntuales para marcar la tensión narrativa, las voces de la demo estaban en japonés con los textos en inglés, de forma que no podemos valorar cómo será la versión que llegará a España. Una vez más, el trico marca una diferencia, ya que a veces ruge como un león, otras chilla como un águila y otras emite ruidos inidentificables.

Los trico son una mezcla de especies animales ya existentes. Aunque su aspecto inicialmente es extraño, tiene credibilidad en cuanto empiezas a jugar.

The Last Guardian tendrá una jugabilidad atípica en los tiempos que corren, no tendrá unos gráficos impactantes, será lineal, tal vez demasiado meloso para muchos, pero en los diez primeros minutos consigue mucho más a nivel narrativo y emocional que otros juegos tras muchas horas. La calidad parece garantizada, y las dudas que nos quedan es saber si ese buen comienzo en la relación entre los dos personajes seguirá evolucionando de forma igualmente comprensible, si el juego abusará demasiado de esos momentos en los que el niño cae y el trico le salva, y si iremos a otros escenarios o si habrá partes con más acción. Y, por favor, que no muera el trico protagonista.

Estas impresiones se han escrito después de jugar tres demos del juego durante un viaje organizado por Sony a Londres.

Redactora