A finales de los 90 y al calor de éxitos como Quake y Duke Nukem 3D, disfrutamos de unos juegos de acción en primera persona para un jugador muy divertidos, sangrientos, gamberros y espectaculares, que nos lo hicieron pasar en grande, y que en los últimos años con la moda de los Call of Duty y los modos multijugador, hemos echado mucho de menos. Títulos como Blood, Outlaws, Redneck Rampage o Shadow Warrior, cuyo espíritu por suerte se está recuperando en cierta manera, algo que hemos visto en el genial Wolfenstein: The New Order, y vamos a ver en el nuevo Doom, que parece que apuesta por una aproximación al género de la vieja escuela.
Culpa de este regreso del shooter noventero la tiene el nuevo Shadow Warrior de los polacos Flying Wild Hog, que primero en 2013 para PC, y un año después para PS4 y Xbox One, nos trajeron de vuelta el clásico de 3D Realms de 1997. Con una nueva versión que sabía actualizar el título original pero a la vez mantenía su espíritu, con acción sin complejos, humor negro, casquería, muchos secretos, armas a dos manos y una katana con la que trocear a los múltiples enemigos. Un juego de acción muy divertido que daba justo lo que prometía, y que dentro de no mucho va a recibir una espectacular secuela: Shadow Warrior 2, que llegará al año que viene a PS4, Xbox One y PC.
En todo lo que acertó el original se va a mantener, pero en esta gamescom 2015 hemos visto una demostración en directo y nos sorprendió para empezar el salto gráfico que ha pegado, que parece casi generacional. Si el primero era un juego técnicamente modesto, este es incluso de lo más espectacular que hemos visto en la feria, al menos fuera de las grandes producciones, y luce genial. Con unos escenarios repletos de detalles, una gran iluminación y en definitiva un nuevo ejemplo de que la industria polaca del videojuego (The Witcher 3: Wild Hunt, Dying Light), se encuentra en la vanguardia del desarrollo en Europa.
Si os gustó el primero precisamente no fue por sus gráficos, y su acción espectacular y visceral será muy parecida, aunque con el combate con espada todavía más pulido, y más armas y posibilidades, con escenarios mucho más grandes y abiertos. Sorprendentemente grandes inclusos, y preparados para dar cabida a una de sus mayores novedades, el modo cooperativo para cuatro jugadores. Cada jugador siempre se verá así mismo como el héroe de la aventura, visualizando al resto como ninjas acompañantes, y los usuarios podrán entrar y salir de las partidas al vuelo, libremente, sin que la acción se interrumpa.
Los escenarios no solo son más amplios, también más verticales, y para recorrerlos con comodidad tendremos nuevos movimientos de parkour, que tanto se están poniendo de moda en el género, aunque aquí teniendo en cuenta quiénes somos, al menos tiene justificación. Podemos escalar paredes, realizar doble saltos, pequeños desplazamientos o dash en el aire, y saber movernos ágilmente por los entornos mientras combatimos a todo lo que se mueve será importante.
Habrá un sistema de mejoras de las armas, acoplándoles unas gemas, lo que podrá añadir efectos elementales a nuestros disparos, como fuego, electricidad o hielo, pudiendo congelar a los enemigos, y tendremos que desbloquear en cada arma la posibilidad de usarlas por partida doble, una en cada mano, incluidas las katanas. El arsenal será numeroso y variado, y en esta demostración vimos de todo: arco, ametralladoras, pistolas, escopetas, lanzamisiles, kunais, etcétera.
Por supuesto el sistema de salud clásico se mantiene, perdiendo porcentaje de vida y teniendo que recupéralo mediante botiquines, y también se mantiene la violencia del anterior, ahora potenciada gracias a los gráficos mejorados, pudiendo trocear a los enemigos con todo lujo de detalles, y dejando a nuestro paso realista reguero de sangre, con unos efectos muy realistas a la hora de manchar de rojo los escenarios.
Además del modo cooperativo para cuatro jugadores, la otra gran novedad, y la más sorprendente, es que ahora los niveles se generarán de manera aleatoria o como tanto se dice en los últimos tiempos, "proceduralmente", algo que no suele gustar, porque se relacionada con un diseño de fases descuidado o poco trabajado. Por lo que nos mostraron no debéis temer por esto en Shadow Warrior 2, ya que es prácticamente imposible darse cuenta de este detalle, gracias al ingenioso sistema que han ideado.
Por intentar explicarlo de una manera sencilla, cada fase está formada por un número determinado de áreas o bloques, y estos se combinan de diferentes maneras cada vez que las jugamos. Pero además estos bloques cuentan con varias ambientaciones, por ejemplo construcciones más o menos destruidas, y a su vez las fases pueden transcurrir con o sin lluvia, y en diferentes momentos del día. De esta manera tenemos lo mejor de los juegos diseñados tradicionalmente, y a la vez niveles que cada vez que los jugamos tienen una estructura distinta.
Esto hará que sea bastante rejugable, y junto al modo cooperativo, y las misiones opcionales y los secretos que podremos encontrar escondidos en los escenarios, tendremos juego para rato. La versión que nos mostraron era la de PC, que como hemos comentado lucía de escándalo, y a 60fps. Preguntamos si en consola se movería a este mismo framerate, y nos dijeron que lo dudan, aunque todavía les queda bastante tiempo de desarrollo y no pueden asegurar nada.
Acción sin complejos
Si os gustó el anterior su secuela seguro que os va a resultar imprescindible, y si no le prestasteis atención y os gustan los juegos de acción en primera persona, en su vertiente más desenfrenada y de la vieja escuela, permaneced atentos a Shadow Warrior 2, ya que tiene una pinta estupenda. Se lanzará el año que viene para PC, PS4 y Xbox One, y promete toneladas de acción, que esta vez podremos disfrutar junto a unos amigos.