Han pasado siete años desde la última entrega de OlliOlli, una saga con una jugabilidad muy particular. Desde entonces, Roll7 ha estado explorando otros géneros, con su mayor proyecto, Laser League, cayendo rápidamente en el olvido al no ser capaz de hacerse un hueco en el siempre exigente mercado multijugador. Con la excepción de RunMe, un prototipo publicado por el estudio, tendremos que esperar hasta el mes que viene para el debut de su primer proyecto desde entonces, OlliOlli World.
Padanitina con precisión
OlliOlli World, al igual que sus predecesores, es un juego de plataformas y skate de desarrollo lateral, aunque esta nueva entrega profundiza mucho más tanto en sus mecánicas como en su diseño de escenarios.
En esencia, el objetivo sigue siendo el mismo: llegar de una pieza al final de cada fase, y, si nos vemos capaces, completar una serie de objetivos por el camino. Ahora mismo sólo hemos podido probar los dos primeros mundos, y la verdad es que no podríamos estar más contentos.
El World del título nos recuerda inevitablemente a Super Mario World, y el diseño de su mundo parece darnos la razón. Ahora podemos ir eligiendo misión, algunas veces por un camino lineal y otras por zonas en las que tenemos que completar un determinado número de niveles para avanzar. Así, desbloquearemos también pruebas secundarias si encontramos a ciertos personajes o encontramos la ruta correcta. Es un acercamiento que le da mucha más flexibilidad a la progresión y que, personalmente, nos ha gustado mucho.
Punto y aparte, eso sí, para la jugabilidad. Las entregas originales ya hacían nos ofrecían un sistema fantástico con una jugabilidad accesible que llegaba a complicarse muchísimo. Aquí se nos ofrece el mismo sistema con más opciones, así como con niveles que lo aprovechan mucho mejor. De hecho, nos ha gustado tanto lo que hemos visto que nos hemos hecho al 100% los dos mundos disponibles. Los desafíos están superbien medidos, nos obligan a «explorar» los escenarios y a jugar bien, siempre de una manera muy desafiante y satisfactoria que siempre te deja con la sensación de que, si has fallado, es tu culpa.
El progreso, además de, lógicamente, ofrecernos nuevas fases, también se traduce en nuevas opciones de personalización. Tenemos que explorar todavía las opciones multijugador, pero por ahora hemos visto las tablas de clasificación y un sistema de rivales que antes de cada partida nos pone al avatar del jugador a superar al inicio de la fase. Aparte, durante cada pantalla de cargando (muy breve, unos cinco segundos) nos muestra un avatar.
Un notable y necesario lavado de cara
Siendo honestos, los anteriores OlliOlli no eran demasiado atractivos en lo visual. Funcionales, pero limitados por lo que Roll7 podía hacer en aquel entonces. Ahora, el juego se reinventa con escenarios mucho más completos, quarter pipes, varios «carriles» o niveles de profundidad, colores vibrantes y, por supuesto, personajes más elaborados y, como decíamos, que podemos modificar a nuestro gusto. Aparte de las implicaciones visuales de esto, también están las jugables, y para nosotros ha sido un acierto.
Roll7 ha introducido cierta narrativa en la aventura, y aunque es totalmente prescindible –de hecho, nos dan la oportunidad de saltar todos los diálogos con un comentario generalmente sarcástico- se agradece el esfuerzo por darle mayor consistencia al mundo y a los personajes que nos acompañan. Por último, una banda sonora fantástica consigue acompañarnos y mantenernos relajados incluso en los desafíos más complejos.
Un retorno prometedor
Los dos primeros mundos de OlliOlli World no podrían habernos dejado más satisfechos. Todo apunta a que va a ser no sólo una secuela, sino una profunda evolución de la fórmula con muchas más posibilidades que nunca. Ya decíamos que nos ha gustado tanto que nos hemos hecho los dos mundos al 100% y nos ha dejado con ganas de más, así que poco más podemos deciros para que os hagáis una idea de lo que promete el retorno de Roll7.
Todavía nos queda mucho por ver. No hemos visto las opciones multijugador en profundidad o las ligas, ni tampoco el modo sandbox que promete «millones de niveles diferentes», pero incluso con la base que tenemos ahora OlliOlli World nos ha atrapado. Muy, muy mal tendrían que darse los mundos restantes para que este no se convierta en un imprescindible para cualquiera que haya disfrutado con los anteriores OlliOlli o, simplemente, disfrute con un juego de plataformas diferente.
Hemos realizado estas impresiones con un código de PS5 que nos ha proporcionado Best Vision PR.