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Fecha de lanzamiento:
PS4, XBOne, PC:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Ghost Games
Producción: Electronic Arts
Distribución: Electronic Arts
Precio: 69,99 €
Jugadores: 1
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Español
Online: hasta 12 jugadores
ANÁLISIS

Impresiones Need for Speed Heat: neones, nitro y mucha velocidad

El nuevo arcade de velocidad de Ghost Games propone una historia sobre la brutalidad policial y un interesante loop de gameplay que nos hará pasar constantemente del día a la noche.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Versiones PS4, PC, Xbox One. También disponible en Xbox One y Ordenador.

No es ningún secreto que la saga Need for Speed no pasa en los últimos años por su mejor momento. La saga llegó a la excelencia con unos juegos de Criterion Games que definieron una generación en los arcades de velocidad, pero desde el reinicio de la serie por parte de Ghost Games en 2016, el renombre que tuvo antaño como pilar del género se ha ido desvaneciendo – y eso que el estudio firmó también el genial Need for Speed: Rivals. Con Need for Speed Heat quieren volver, tras transitar por el áspero desierto, a lo que definió a la saga: a la personalización, los neones, a la lucha sobre cuatro ruedas contra la policía. Tras jugarlo durante algo más de dos horas podemos asegurar que hay mucho de eso e ideas más que interesantes, pero parece que lo más importante, la conducción, vuelve a estar a medio gas.

Heat nos lleva a Palm City, una ciudad fuertemente inspirada por las calles y el ambiente de Miami, y que ofrece una dicotomía muy interesante que está plasmada tanto en las mecánicas del juego como en su sistema de progresión: lo que ocurre en la carretera durante el día será distinto a lo que pasa cuando se pone el sol, cuando la deslumbrante iluminación tropical se vea sustituida por los tonos rosas y morados de los neones.

Gameplay comentado

Una historia de brutalidad policial, pero no es político

Need for Speed Heat arranca abriendo al máximo los bidones de nitro. Es de noche y los mejores bólidos de la ciudad se ponen en sus puestos para dar comienzo a una espectacular carrera ilegal. Las esquivas de los vehículos que transitan por la carretera, los toquecitos al resto de competidores y los derrapes ajustadísimos se suceden. Hasta que llega la policía y todo se pone patas arriba. La carretera se llena de coches de patrulla que nos sorprenden por los caminos y que tendremos que esquivar. Por el cielo nos persiguen helicópteros. Y en medio de todo el jaleo no dejan de transcurrir conversaciones entre los pilotos que abandonan, los que se chocan, y los que se preguntan qué demonios está pasando.

Todo acaba con una escena cinemática en la que tenemos un accidente por culpa de una patrulla policial que nos deja ver cómo nuestro coche cae al mar. El policía es parado por los pelos por otra agente antes de darnos matarile; nos amenaza y quien pensábamos que era el protagonista de la historia abandona la ciudad y las carreras ilegales después de que el policía amenazara con acabar con todos sus compinches. Tras un salto temporal y una cinemática que anuncia la creación de una High-Speed Task Force (un grupo de policías encabezado por el agente que nos amenazó con el objetivo de terminar con las carreras ilegales y sus organizadores), el juego comienza de verdad.

La carrera con la que arranca el juego es bastante espectacular, aunque el paso de conducir con este vehículo a los primeros que podremos comprar es bastante busco.

El protagonista no es quien controlamos en esa primera carrera, sino un avatar que elegimos entre varios ofrecidos (y que luego podremos personalizar con distinta ropa y accesorios) quien quiere comenzar a hacerse un nombre en el mundillo. Así, la campaña principal, que tendrá una duración de entre 8 y 10 horas, se basará en esa lucha por conseguir una reputación, pero todo ello estará rodeado de la amenaza cada vez más intensa de la policía y de un argumento de una pareja de hermanos latinos que ya tuvieron problemas con los agentes de la ley. En definitiva, es una historia sobre la brutalidad policial que vemos en la sociedad estadounidense hacia ciertos colectivos, aunque según nos dijeron desde Ghost Games, son un estudio que intentan no politizar lo que hacen.

Labrándonos una reputación: el día y la noche

El mundo abierto de Need for Speed Heat, Palm City, es un lugar inspirado en Miami de un tamaño considerable, aunque basándonos en el mapa del juego, no parece que vaya a ser tan amplio como las localizaciones de los últimos Forza Horizon. Dividido en 18 distritos, no nos ha parecido tampoco tan inspirado como aquellos: tenemos regiones de edificios que tocan el cielo, zonas pobladas por casitas más pequeñas, muelles y otras localizaciones. Pero le falta carisma para que queramos explorar todas sus calles por un motivo más allá de los coleccionables y la búsqueda de carteles que romper – por el contrario, en cuanto a la distribución de carreteras y caminos sí está bien diseñada: hay pendientes que se convierten en circuitos vertiginosos cuesta abajo, y zonas repletas de intersecciones que ofrecen a los policías atajos desde los que asaltarnos en las carreras nocturnas.

El mapa está plagado de iconos con una variedad de actividades: carreras típicas por vueltas (que podemos repetir en una mayor dificultad para obtener mejores recompensas), desafíos contrarreloj, retos de drift o derrape, las misiones de la campaña principal y otras misiones que nos servirán para conocer mejor a los personajes de la trama y que comienzan con un tranquilo viaje de un punto A a un punto B en el que tenemos una conversación con el personaje en cuestión antes de comenzar la carrera o la prueba. Pero la mayoría de esos desafíos solo están disponibles de día o de noche, lo que nos obligará a estar cambiando constantemente entre ambos momentos.

En el mundo abierto habrá coleccionables y carteles que romper. Algunos estarán escondidos y otros nos obligarán a buscar el modo de llegar hasta ellos.

Todos esos retos tienen un número que indica el nivel recomendado que debe tener nuestro vehículo, por lo que tendremos que ir mejorándolo y/o comprando otros nuevos. Ghost Games ha creado un interesante loop de gameplay, es decir, la mecánica que nos llevará a hacer unas u otras actividades con el objetivo final de mejorar nuestro coche. En los retos que hagamos durante el día, ya sean carreras en circuitos cerrados, desafíos en zonas alejadas de las carreteras principales o cualquier otra cosa no demasiado ilegal, ganaremos dinero. Pero los talleres no nos venderán nada si no tenemos cierta reputación. Eso es lo que nos lleva a competir en las carreras nocturnas y desafíos por las calles de una ciudad que se llena de coches policiales en cuanto se pone el sol: aquí no obtenemos dinero, sino reputación. Así, se nos obliga a estar transitando constantemente entre el día y la noche para mejorar nuestro coche con el objetivo de acceder a retos de mayor nivel.

Un sistema de personalización amplio, pero con poco impacto

Tras probar durante algo más de una hora el principio del juego nos permitieron acceder a un punto de guardado posterior en el que disponíamos de un coche bastante más potente y mucho dinero con el que personalizarlo. Desde cualquiera de los garajes que desbloqueamos en Palm City conforme exploramos más zonas del mundo abierto (y a los que podemos acceder directamente con el viaje rápido) podremos cambiar el exterior y el interior de nuestros vehículos, hasta un nivel casi enfermizo: no hablamos solo de pintarlo, ponerle alerones, cambiar los bajos o añadir un parachoques más agresivo, sino de modificar el capó, cambiar la forma de los espejos e incluso los discos de freno y su color – aunque hay ciertos coches que no se podrán personalizar para, según el estudio, mantener la identidad del vehículo.

En cualquier momento podremos acceder a nuestro teléfono, donde recibiremos mensajes de personajes para acudir a carreras y eventos. Desde el mismo menú podemos ajustar pequeños del comportamiento del coche.

Pero también hay muchos cambios no solo estéticos, sino que afectan, en principio, al rendimiento de los vehículos. Podemos elegir entre varios tipos de motor para cada coche, y mejorar cada uno de ellos. Incluso se pueden variar elementos como la suspensión, la transmisión o el tipo de nitro que queremos tener: ¿preferimos tener varias botellas pequeñas o un gran depósito de nitro que nos permita tener potencia extra durante más tiempo, pero en menos ocasiones? Todos estos cambios se representan en un eje que sirve para valorar si el coche está más indicado para carreras estándar, competiciones de derrape u otro tipo de pruebas.

El problema es que todos estos cambios no se aprecian demasiado a los mandos. Durante nuestro tiempo de juego pudimos probar uno de los tres vehículos que nos permitían comprar al principio, y otro coche más potente que personalizamos después. En todos los casos la conducción se sentía similar: como si estuviéramos pilotando una lancha acuática que gira bruscamente y de manera poco realista.

La conducción no es tan satisfactoria como debería, y es una pena porque el resto de buenos elementos del juego (el sistema de progresión, las grandes posibilidades de personalización, una historia que promete ser interesante y las nuevas capacidades online de las que hablaremos más adelante) se ven empobrecidos al fallar lo fundamental. Es que incluso aquí hay buenas ideas, como que haya dos tipos de derrape, uno con el freno de mano (pulsando cuadrado) y otro que se realiza al pulsar el acelerador, soltarlo, y volver a pisarlo al máximo – algo que tendremos que aprender a usar muy bien si queremos vencer en unas carreras con una IA agresiva que no nos lo pondrá fácil a no ser que vayamos con un coche muy superior.

El sistema de personalización es muy amplio. Las piezas del coche están separadas en rarezas como en un RPG (morado es mejor que azul, y este mejor que verde); dentro de cada rareza hay opciones más indicadas para carreras, derrapes u otras actividades.

De nuevo, todo esto es una apreciación tras haber jugado algo más de dos horas en dos momentos muy distintos del avance del juego y a una versión del título que, aunque muy avanzada, no es la final. Pero eso no quita que la sensación que nos ha dejado sea la de un juego de velocidad con el que nos apetece estar frente a la pantalla no por lo divertida que sea su conducción, sino por elementos que deberían ser secundarios o paralelos: un sistema de progresión interesante; una banda sonora que apetecerá mucho a quienes les guste el reguetón, el rap y los ritmos latinos; un apartado visual que dista mucho de los grandes del género, pero capaz de ofrecer escenas espectaculares; y un sistema online que promueve más que nunca el jugar con amigos.

Forma tu banda: los clanes llegan a Need for Speed

Heat, aunque podrá jugarse sin conexión, está diseñado teniendo en mente el juego online y la capacidad de que veamos por las calles de Palm City hasta 16 jugadores que estén conectados en el mismo servidor que nosotros. Pero al igual que en el argumento del juego conoceremos bandas dedicadas a las carreras ilegales, el título promueve que cada jugador tenga su grupo, su clan, su crew.

Estas hermandades son grupos de jugadores que tendrán que cooperar participando en eventos y competiciones para desbloquear recompensas y bonificaciones para todo el clan. También habrá retos que enfrentarán a los jugadores de una misma crew, como competiciones contrarreloj donde podremos dejar nuestra marca para que luego otros compañeros puedan intentar ganar a nuestro "fantasma".

En el garaje veremos también el avatar del resto de miembros de nuestro clan y su vehículo principal.

Aunque no será una opción disponible en el lanzamiento, ni tampoco tenemos detalles de cómo se hará, en el futuro unos clanes podrán competir con otros. Es el único modo de juego postlanzamiento que nos pudieron confirmar desde Ghost Games, quienes se guardan con recelo un plan de contenidos adicionales con el que dar suporte continuado a un título que, tras las últimas polémicas al respecto en Electronic Arts, ha cambiado su sistema de monetización. Aquí, tras haber escuchado las críticas de los jugadores de Need for Speed Payback, no habrá cajas de botín, aunque tampoco nos confirmaron ni desmintieron si habrá otro tipo de micropagos.

Need for Speed Heat promete llenar las calles de Palm City de neones, persecuciones policiales, bandas callejeras y mucho olor a nitro. Tras estas primeras horas con el juego está por ver si la saga es capaz de recuperar un renombre que hasta no hace mucho era sinónimo del arcade de velocidad de calidad, o si por el contrario se ha convertido en una saga basada en sistemas de progresión creados para mantener al jugador interesado de una manera artificial. Lo veremos el próximo 8 de noviembre, cuando el título llegue a PC (Origin), PS4 y Xbox One.

Hemos realizado estas impresiones tras acudir a las oficinas de Ghost Games por invitación de Electronic Arts. Probamos el juego en la versión de PS4 Pro.