Haca casi tres años se lanzó Destiny, el nuevo y ambicioso juego de Bungie, que llegó al mercado rodeado de una enorme expectación, y que decepcionó a casi todos, por diferentes motivos. Pese a tener una ambientación exquisita, una jugabilidad impecable y ser una propuesta muy atractiva y diferente a lo que había hecho este respetado estudio hasta el momento, una historia escasa y mal contada, una estructura de misiones repetitiva y un endgame tedioso, que te obligaba a jugar demasiadas horas para recibir muy poco a cambio, hicieron que la nueva saga de Activision no empezara con buen pie en el mercado.
Con el paso de las semanas y los meses a base de actualizaciones fueron maquillando un poco las cosas, pero fue justo un año después con El Rey de los Poseídos, la primera gran expansión, cuando por fin dieron en el clavo, hicieron cambios y ajustes muy acertados, y la fórmula Destiny empezó a demostrar todo su potencial, enganchando a muchos jugadores durante centenares de horas.
Con toda esta experiencia adquirida, ahora llega Destiny 2, una secuela continuista, pero en la que se nota que han aprendido y mucho de los errores del primer juego, y viene dispuesto para mejorar todo aquello que no gustó, y a potenciar las virtudes, que eran muchas. Ya hemos podido jugar un buen puñado de horas, pero todavía no nos dejan contar todo lo que hemos visto, así que nos tocará mordernos la lengua, y hablaros de lo que sí está permitido.
Estas impresiones están centradas en contaros nuestras aventuras por la Zona Muerta de Europa, el primero escenario que visitamos en el juego, un enorme mapa lleno de misiones, patrullas, eventos públicos, mazmorras y mucho, mucho loot.
Se nota que en Bungie saben de sobra los motivos por los que tanta gente se ha enganchado durante un número indecente de horas al juego, y han potenciado mucho las opciones de equipamiento y la personalización de nuestro personaje, más versátil.
Como se suele decir si algo funciona es mejor no tocarlo, y las primeras sensaciones con el mando (en la versión de PS4 Pro) son igual de buenas que en el primer juego, con un gunplay exquisito, algo en lo que son unos verdaderos expertos en Bungie, y sigue siendo un placer disparar en Destiny 2 a cantidades ingentes de enemigos.
Ha habido mucha polémica sobre que en las renovadas consolas (PS4 Pro y Xbox One X) el juego también sigue funcionando a 30fps, pero cuando ves determinadas situaciones con decenas de enemigos, naves, rivales gigantescos, multitud de efectos en pantalla y unos escenarios muy amplios y con muchos detalles, la verdad es que te crees que estas consolas no puedan mover el juego a 60fps sin hacer algunos sacrificios, algo que ya ha explicado Bungie. Eso sí, en el multijugador competitivo no vemos ni un solo problema para que fuera a 60fps, y simplemente lo vemos como una decisión de que el juego no vaya a dos velocidades (por ejemplo Uncharted 4 sí lo hace, campaña a 30fps y multijugador a 60fps).
Si ves el juego en un streaming o a través de Youtube puede parecer que no haya una gran evolución gráfica respecto al primero, pero jugando en directo en PS4 Pro la verdad es que luce fenomenal, con una imagen muy limpia y nítida, pese a que no sea un gran salto. Gran culpa de esto es la elaborada dirección de arte de Bungie, que hacen de esta primera zona de la aventura, la Zona Muerta de Europa, sea un escenario fascinante, con paisajes muy atractivos.
Aunque el juego sigue dividido en mundos con una estructura similar a la del primero, todo ahora es más intuitivo y práctico, tanto moverse de un lugar a otro del universo como saber qué puedes hacer en cada momento, y a dónde tienes que dirigirte. Los viajes rápidos repartidos por el mapa son muy prácticos, y ahora puedes ir de un planeta a otro directamente, sin tener que pasar antes por la pantalla del espacio exterior con la nave, algo que era muy tedioso en el primer Destiny.
En el mapa de cada mundo se marcan a la perfección las diferentes misiones y eventos disponibles, y podemos ver de un vistazo rápido dónde y cuándo va a empezar un evento público, lo que te permite estar durante horas participando en este tipo de eventos si quieres, yendo de uno a otro, e incluso te da tiempo a llegar a uno que vaya a comenzar en otro planeta si queda aproximadamente un minuto para que empiece.
No solo tienes más claro qué misiones o tareas disponibles hay, y a dónde te tienes que dirigir para cumplirlas, sino que además ahora te dejan mucho más claro qué tipo de recompensas vas a recibir a la hora de realizar una misión, por lo que no es necesario que pierdas el tiempo si no te compensa el premio que vas a recibir a cambio. Aunque esto es muy relativo, porque nunca sabes cuándo vas a obtener un valioso botín al derrotar un enemigo, además de que siempre estás adquiriendo puntos de experiencia al combatir, y ya es suficiente motivación para emprender todo tipo de tareas o misiones el hecho de que es muy divertido disparar en Destiny.
Ahora da la sensación de que en cada planeta hay más cosas para hacer, que los mundos están más vivos, y hasta te puedes llegar a sentir desbordado, intentando abarcar todo lo que te plantean. Además de las misiones principales de la historia, en cada planeta hay una serie de misiones tituladas ‘Aventuras’, que son muy elaboradas, con narrativa y múltiples objetivos (nada que ver con las de El Rey de los Poseídos), y que en ocasiones no se diferencian demasiado de la campaña en su complejidad.
Los eventos públicos siguen siendo muy parecidos a los del primer juego, con grandes enemigos que tenemos que derrotar entre varios jugadores, aunque ahora con objetivos más variados y algunos secretos, que ya descubriréis, y es que como que apetece más enfrascarse en ellos, ya que las recompensas merecen la pena. En el punto negativo están las patrullas, que nos han parecido igual de repetitivas y sosas, teniendo que derrotar por ejemplo a cierto número de enemigos o conseguir algunos objetos, aunque parece que tienen sus adeptos, siendo uno de los contenidos más parecidos a los de cualquier MMO.
Una de las novedades que más nos han gustado son los llamados Sectores perdidos, unas mazmorras escondidas y bastante abundantes, con las que nos podemos encontrar por casualidad explorando, o bien si estamos atentos y vemos unas marcas de pintura en el escenario, que nos advierten de que hay alguna cerca. Dentro nos espera un atractivo entorno, un montón de enemigos y un jefe, que si derrotamos nos permite abrir un cofre con suculentas recompensas.
En general es un juego que rebosa contenidos, y parece que de base vamos a tener motivos para estar enganchados durante muchas horas, algo que no ocurrió con el primer Destiny, que tenía la mecha muy corta. Tenemos mucha curiosidad por ver el endgame, ya que nos han dicho sus creadores que nos va a sorprender.
Como puntos negativos en esta primera zona del juego, cuando se anunció Destiny 2 prometieron que se sentiría más como un RPG, que en los escenarios nos encontraríamos personajes (NPC), y esto es una verdad a medias. Hay un solo personaje en la Zona Muerta de Europa con el que podemos hablar, que nos encarga algunas misiones y nos vende equipamiento, a cambio de un par de coleccionables que solo podemos conseguir en esta zona del juego. Se agradece la existencia de este personajes, pero se queda como algo aislado, y es decepcionante, es una buena idea que no han terminado de elaborar del todo.
Tampoco entendemos otra decisión de diseño, y es que en las primeras horas no tenemos el colibrí, esa moto flotante con la que nos movíamos en el primer juego, y esto provoca que tengas que pegarte unas buenas caminatas a pie, ya que los escenarios son enormes. A veces en estos paseos no pasa nada interesante, y es llamativo cómo acaba afectando a la diversión, en una aventura que por su estructura, ritmo y contenidos quiere que siempre estés entretenido. Este es un aspecto del juego que no nos extrañaría que acaben cambiando de cara al lanzamiento, porque va a haber muchas quejas.
Por último también nos dejan hablaros sobre qué nos ha parecido la nueva banda sonora, y tenemos que decir que se ha hecho un gran trabajo, con melodías cuidadas, abundantes y variadas, en ocasiones muy épicas, y con composiciones puntuales que se alejan de manera sorprendente de lo que se había escuchado hasta el momento en la saga. Aun así no alcanza el insuperable trabajo que hizo Martin O'Donnell en el primero, aunque se acerque a veces.
Se acerca vuestra perdición
Si hay mucha gente que le ha dedicado centenares e incluso miles de horas al primer Destiny, que era un juego muy mejorable en cuanto a estructura, cantidad y variedad de contenidos, esta secuela, que ya nos ha demostrado sobradamente que hace todo esto mucho mejor, promete ser uno de los títulos que más va a dar que jugar en los próximos meses.
Un juego de acción realmente adictivo que apuntala y potencia todas sus virtudes, y que arregla decididamente todas aquellas cosas que no gustaron en el primero. Si nunca te gustó o llamó la atención Destiny, esta secuela no pretende hacer nada para remediarlo, pero si eres de los que lo disfrutó en mayor o menor medida de él, prepárate, porque te lo vas a pasar en grande con esta secuela, que ya está a la vuelta de la esquina, el 6 de septiembre.
Hemos jugado a Destiny 2 en su versión de PS4 Pro en un evento celebrado en Seattle cerca de las oficinas de Bungie al que fuimos invitados por Activision.