Como todo en esta vida, las modas vienen y van, y tal y como sucedió con los juegos de terror, ahora los plataformas parecen volver a vivir su segunda época dorada. Además de multitud de proyectos independientes, hemos visto el retorno de grandes sagas como Ratchet & Clank (aunque tiene más acción que plataformas), el regreso de Rare (aunque sea con otro nombre) y su Yooka-Laylee o incluso el mítico Sonic volviendo a las 2D con todo el sabor de Mega Drive.
Como Mario nunca se ha ido no nos ha dado tiempo a echarlo de menos (aunque estamos deseando catar Super Mario Odyssey), pero a uno que sí extrañamos es a Crash Bandicoot. El marsupial de Naughty Dog jugó una pieza esencial en el éxito de PlayStation, y tras Crash Team Racing la saga no volvió a verse con los mismos ojos. Hay varios juegos de una calidad notable en la serie, pero a ninguno se le tiene tanto cariño como a la trilogía original. Por eso, Vicarious Visions y Activision se han puesto recuperar los míticos tres primeros juegos.
Misma esencia, nueva apariencia
Ayer pudimos asistir a una presentación del juego, invitados por Activision, donde pudimos ver una demostración de Crash Bandicoot N. Sane Trilogy y jugar a tres niveles (Double Header, Gone Tomorrow y Orange Asphalt) de Crash Bandicoot 3: Warped, el cual no habíamos visto rehecho hasta el momento. El equipo ha dado especial importancia enfatizar la fidelidad con la que han querido recrear los originales, y es algo que se siente desde que coges el mando. Estás jugando a Crash Bandicoot, sólo que con gráficos de 2017.
Visualmente (aunque es algo en lo que profundizaremos adelante) nos parece acertadísimo, y creemos que se ha hecho un gran trabajo para mantener el espíritu del original con la tecnología de ahora.
Pero lo más importante es que se juega estupendamente, con controles que responden a la perfección –nótese que hemos jugado con un Nacon Revolution Pro Controller–, y que nos dejan las mismas sensaciones que teníamos antaño.
A pesar de lo que pueda parecer, Crash Bandicoot ha envejecido bastante bien, y sigue siendo divertido y desafiante, y te invita a rejugar los niveles una y otra vez para aumentar el porcentaje de coleccionables o para acceder a nuevas rutas desbloqueadas. Quizás a la larga se empieza a a notar un envejecimiento de la fórmula, pero en este primer contacto con él lo hemos disfrutado al máximo, y podríamos habernos quedado jugando durante horas.
El equipo nos ha hablado de los cambios que han introducido, que son bastante sutiles. Uno de los más curiosos es un sistema de ayuda presente en las versiones originales de Crash Bandicoot 2 y Crash Bandicoot 3: Warped, que nos daba un Aku-Aku o un checkpoint extra si moríamos demasiado, que ahora también estará presente en primer Crash. También se han realizado pequeños ajustes en niveles como Orange Asphalt, para hacer que el control responda mejor, pero ningún cambio mayor.
De hecho, Vicarious Visions ha pasado bastante tiempo viendo vídeos de speedrunners para no perderse ningún detalle y que todo siga como lo recordábamos. La idea de esto es conocer cada elemento del escenario en profundidad y que si, por ejemplo, un bordillo nos permitía esquivar un enemigo y ofrecernos un atajo, aunque no fuese la función con la que se creó, en su respectivo remake el bordillo seguirá ahí sirviendo de atajo.
Un remake, no un remaster
Seguramente está ya más que claro, pero con la tendencia que hay hoy en día de llamar a todo remasterización, creemos que no está de más puntualizar. Crash Bandicoot N. Sane Trilogy es un título donde todo está rehecho desde cero, y que sólo mantiene los elementos claves como la estética, las animaciones o el diseño de niveles. Para los interesados, os podemos decir que lo hemos jugado en PlayStation 4 Pro en una pantalla a 1080p, y podéis ver cómo luce en el gameplay comentado que os traemos.
Visualmente nos recuerda a lo que Insomniac hizo con el mencionado Ratchet & Clank, aunque por su naturaleza no es tan espectacular. Tiene ese aire de película de animación, y aun respetando la simpleza del original, guarda bastantes detalles. Vicarious Visions nos ha mostrado cómo han puesto especial empeño en esto, y por ejemplo veremos gran cantidad de muertes diferentes, muchas de ellas presentes en el original. No nos olvidamos tampoco de las melodías del juego, revisadas para la ocasión aprovechando las superiores posibilidades sonoras de PlayStation 4.
Todo ello, además, a 30 imágenes por segundo, con diferentes efectos de postprocesado (como el desenfoque de movimiento) y unos colores muy vivos. Para los que los jugamos en su momento, es una sensación genial redescubrir los escenarios clásicos con estos gráficos. Es curioso cómo casi que en nuestra mente el juego de PlayStation se veía ya así, pero cuando los comparamos cara a cara, el salto de cuatro generaciones es espectacular. Por último, destacar que, aunque en las ilustraciones pueda gustar más o menos, cuando jugamos el diseño de Crash nos ha parecido muy acertado.
El retorno del marsupial
Después de jugar a Crash Bandicoot N. Sane Trilogy, no vemos la hora de que llegue el 30 de junio. Los títulos originales siguen siendo muy divertidos, y con este lavado de cara parece que el tiempo no pasa por ellos. Es cierto que sólo hemos podido probar tres fases, y que a lo mejor tras echarle horas empezamos a ver posibles carencias en su fórmula, pero por ahora estamos más que satisfechos con el retorno de Crash.
Crash Bandicoot N. Sane Trilogy tiene una pinta genial, se sigue jugando genial y por si fuera poco nos ofrece una enorme cantidad de contenido –tres juegos con multitud de coleccionables– a precio reducido. Uno de esos títulos que, a poco que os gusten los plataformas, tiene que estar en vuestro calendario, tanto si habéis jugado a Crash Bandicoot como si no.
Hemos escrito estas impresiones tras probar el juego en un evento en Londres al que fuimos invitados por Activision.