Anunciado en el pasado E3, Battlefield Hardline se dio a conocer al mundo con su modo multijugador, que se pudo probar horas después en los hogares de todo el mundo gracias a una beta, y que muchos no tardaron en tachar con un poco de mala baba de "un mod de Battlefield 4 con policías". Desarrollado por Visceral Games, los creadores de la saga Dead Space, si por algo se ha caracterizado este estudio es por crear grandes experiencias para un jugador, y quizá por eso fue un error dar a conocer Battlefield Hardline primero con su multijugador.
En la gamescom de Alemania el pasado mes de agosto enmendaron el error, enseñando la campaña para un jugador, y hace un par de semanas pudimos probarla por primera vez, jugando dos misiones, tanto del principio del juego (la primera) como de un momento ya bastante avanzado (la novena misión), lo que nos sirvió para hacernos una idea aproximada de cómo será la experiencia para un jugador en Battlefield Hardline.
Inspirado en algunas de las series policías más populares de la televisión, nos pondremos en la piel de un joven detective, Nick Mendoza, quien se traslada de Miami a Los Ángeles para participar en una peligrosa investigación con policías corruptos de por medio, a los que intentará parar los pies junto a su compañero Marcus Boone, el otro protagonista de la aventura. La típica historia de policías con buenos, malos, traidores y que sin intención de marcar un antes y un después en cuanto a narrativa en el mundo de los videojuegos, servirá para ponernos en todo tipo de situaciones, desde espectaculares escenas de acción, a momentos más pausados, de sigilo e infiltración.
La aventura arranca en las calles de Miami, dentro de un coche junto a una compañera patrullando la ciudad. Desde un principio nos intentan dejar claro que somos un policía y no un soldado como estábamos acostumbrados en Battlefield, y nos tendremos que comportar como tal. Esto quiere decir que en la medida de lo posible debemos reducir o detener a los criminales, y no acabar con ellos a tiros. También podemos hacerlo claro, porque ellos no dudan en dispararnos, pero el juego nos premia si dejamos inconscientes o esposamos a los enemigos y no acabamos con su vida.
Para ello podemos sacar la placa y apuntarles con nuestra pistola, lo que en la mayoría de los casos nos da unos segundos para reducirles y esposarles, algo que se puede hacer incluso con un par de enemigos a la vez. No todos los malhechores reaccionan igual ante nuestras órdenes, y habrá algunos que en ningún caso dejarán que les detengamos, y nos atacarán directamente aunque intentemos detenerles por las buenas. Para saber a qué tipo de criminales nos enfrentamos, contamos con un escáner, una herramienta que sirve para explorar los escenarios y marcar a los enemigos, encontrar pistas o incluso ver si sobre algún criminal pesa una suculenta recompensa económica.
Este funciona de una manera similar a la cámara de fotos de Far Cry 3, juego con el que Battlefield Hardline guarda bastantes similitudes, y una vez que hemos marcado a un enemigo ya no lo perdemos de vista, sabemos en todo momento dónde está, lo que es muy útil. De esta manera se premia al jugador más paciente y laborioso, que antes de lanzarse a la acción se tome unos minutos para planificar una estrategia y observar el entorno donde se desarrolla la misión. Si vamos deteniendo a los enemigos, o dejándoles inconscientes mediante el sigilo, sorprendiéndoles por la espalda con un golpe o disparando con una pistola taser (estas armas que mediante electricidad dejan "fritas" a sus víctimas), conseguimos más dinero que si jugamos a lo loco, y con este dinero podemos comprar nuevas armas, accesorios para estas y herramientas.
También contamos en todo momento con un pequeño mapa en pantalla, como si se tratara del modo multijugador, y en él vemos a los enemigos y hacia dónde están mirando, con un cono de visión a lo Metal Gear Solid, lo que facilita mucho el sigilo, y que seguro los más puritas prefieren desactivar, para que no sea tan fácil. Pese a esto, la misión más avanzada que jugamos, en la que había que infiltrarse en un enorme y lujoso edificio plagado de enemigos, no era fácil hacerlo sin dar la voz de alarma, y exigía que fueras con cuidado, no solo por la presencia humana, sino también por dispositivos como cámaras de seguridad que tenemos que eludir o desactivar. Hay algunos recursos para atraer la atención de los enemigos a puntos concretos de los escenarios, como lanzar un casquillo de bala, que les atrae con el ruido.
En esta apuesta por el realismo, en Battlefield Hardline te matan de manera más rápida y fácil que en el clásico shooter bélico, incitándote a jugar con sigilo y más cuidado, ya que si vas a pecho descubierto contra un grupo de enemigos, caerás rápidamente muerto al suelo. Esto no quiere decir que no vaya a haber también escenas de tiroteos intensos y espectaculares, incluso persecuciones en coche, y de hecho disfrutamos de una escena de acción bastante interesante.
Ya en lo alto del edificio en el que nos habíamos infiltrado, tuvimos que combatir una peligrosa oleada de enemigos prácticamente a oscuras, guiándonos por la luz de sus linternas. Aquí vimos una de la señas de identidad de Battlefield y su motor gráfico, la destrucción de los escenarios, y cualquier pared del escenario puede volar por los aires con un buen tiro de escopeta o una explosión, con lo que no estamos a salvo ilimitadamente tras una pared. Esta misión acababa con una espectacular y fantástica secuencia, propia de una película tipo La jungla de cristal, que nos dejaba claro que en pos de la diversión, se aparca el realismo cuando haga falta.
Para tener una campaña que sea rejugable, tenemos los clásicos coleccionables, en esta ocasión en forma de casos opcionales, que se resuelven buscando pistas en los escenarios. Y además si queremos conseguir las mejores armas y sus respectivos accesorios, tenemos que conseguir dinero jugando bien, como decíamos comportándonos como un buen policía, o buscando en los escenarios a los criminales que tengan una buena recompensa económica, intentando detenerlos sin acabar con su vida.
Pudimos jugar a la versión de PlayStation 4, y esta se mueve a 1080p y 60fps, algo que tiene mérito, ya que el año pasado en Battlefield 4 solo consiguieron alcanzar los 900p en este consola, por lo que suponemos que el rendimiento del motor gráfico, el Frostbite 3, se ha optimizado mejor en las nuevas consolas. Sin ser una maravilla gráfica ni uno de los referentes en la nueva generación, como en todos los juegos de acción en primera persona se agradecen mucho los 60 fotogramas por segundo, y cumple con algo que esperábamos que fuera más habitual de lo que lo está siendo en la nueva generación.
Una nueva manera de entender Battlefield
En la campaña para un jugador tanto el ritmo como las posibilidades jugables son tan diferentes a las de un Battlefield tradicional, que bien podría haberse llamado de otra manera, ya que Hardline apuesta por meternos en la piel de un policía y esto cambia bastante el enfoque jugable. Ya no somos un soldado que dispara a todo lo que se mueve, y esto trae consigo interesantes novedades, con un ritmo más pausado y una apuesta por el sigilo, sin renunciar a tiroteos y persecuciones muy espectaculares. Bastante diferente a la oferta actual de juegos de acción en primera, Battlefield Hardline se pondrá a la venta el 19 de marzo en PlayStation 4, Xbox One, PC, PlayStation 3 y Xbox 360.