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Fecha de lanzamiento:
PS3:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Lightbox Interactive
Producción: Sony
Distribución: Sony
Precio: 59,99 €
Jugadores: 1-2
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Español
Online: hasta 32 jugadores
ANÁLISIS

Impresiones Starhawk

Probamos el sucesor de Warhawk, diversión multijugador con toques de estrategia.
Versión PS3.

Aunque ahora puede sonar extraño, hubo un tiempo en el que Call of Duty no era el Rey del multijugador. En 2007 varios juegos se codearon con el fenómeno del primer Modern Warfare en cuanto a ocupar el ocio dedicado a las partidas en red, como Halo 3 en Xbox 360 y Warhawk en PlayStation 3. El título de Incognito Entertainment partía de un juego de idéntico nombre de PSOne, aunque desde su presentación al lanzamiento sufrió una evolución para no dar tanto protagonismo a los combates aéreos y para centrarse exclusivamente en el multijugador –estaba previsto contar con una historia y modo en solitario-.

Warhawk se convirtió rápidamente en uno de los primeros clásicos de la consola y durante mucho tiempo se mantuvo en lo alto del género, recibiendo continuas actualizaciones y expansiones, como por ejemplo el soporte de trofeos en 2008 – no se hizo obligatorio hasta enero de 2009-. Estaba claro que la secuela llegaría en algún momento, aunque la espera ha sido más larga de lo que habrían imaginado sus seguidores. Durante estos años, Incognito se ha refundado como Lightbox Interactive, mientras otros trabajadores del equipo se unieron a la aventura de David Jaffe en Eat Sleep Play, hasta que finalmente se anunció Starhawk, una secuela espiritual que llegará a PlayStation 3 a principios de 2012, tras meses de rumores por el registro del dominio por parte de Sony.

En primer lugar, Starhawk se trata de un juego más ambicioso que el anterior, que igualmente basa la mayor parte de su interés en el multijugador para 32 usuarios, pero recupera el modo solitario que se cayó de Warhawk. Starhawk tiene una ambientación completamente diferente y sus particularidades, pero también mucho de lo que nos gustó del anterior juego. Gracias a la existencia del argumento, ya no tenemos la sensación de ver dos bandos clónicos de humanos con diferente color, y la jugabilidad se ha pulido mucho inspirándose en varios géneros.

Simplemente por el nombre, ya intuimos que está enmarcado en diferentes planetas del Universo, puesto que los humanos han empezado a colonizar nuevos territorios, algo así como la conquista del Oeste pero en versión galáctica –de hecho, parte de la estética recuerda al Lejano Oeste-. Existe una zona fronteriza sin ley en la que un tipo de energía ha transformado a los mineros en una especie de mutantes que protegen esta materia a toda costa. En medio de este caos, el pistolero renegado y protagonista de la historia, Emmett Graves, también contaminado por esta energía, será el encargado de enfrentarse a un feroz rival. A esta aventura se podrá jugar en cooperativo para cuatro usuarios, y la experiencia recibida es válida para el multijugador. No sabemos muchos más detalles, ya que Lightbox se ha centrado más en destacar las novedades a nivel jugable en la modalidad en red.

Desde el menú inicial, en el que aparece el héroe en un paisaje que podría ser tanto Marte como el Cañón del Colorado, accedemos a las opciones en una simulada pantalla de un dispositivo tipo iPad oxidado. No es la interfaz más limpia que hemos visto y la distorsión en la imagen hace que todo tenga esa estética que tanto gusta en Norteamérica –y que por ejemplo lleva otra saga que allí gusta mucho, Twisted Metal-, con polvo, superficies desgastadas y toques de ciencia ficción retro. No todas las opciones están disponibles, pero ya vemos ahí la campaña, un sistema de habilidades, otro de personalización y algo llamado "Homeworld" que podría ser un espacio para el multijugador, además de la mensajería interna del juego. Entrando en el multijugador, por el momento sólo hemos podido jugar a la típica captura de bandera y Deathmatch en equipo, mientras que el Deathmatch en solitario y captura de zonas están desactivadas, aunque se espera sean accesibles a lo largo del periodo de la beta. La lista de servidores, búsqueda de partidas, creación de salas y demás características de Warhawk regresan para que configuremos las partidas tal y como queramos, incluyendo cosas como activar o desactivar la opción de llevar las banderas en vehículos aéreos –algo que da un ritmo mucho más frenético y rápido a una ronda-.

Seguramente tendrás un buen puñado de títulos multijugador y te preguntarás qué trae Starhawk que no tengan otros –además del citado modo historia que no tuvo Warhawk-. Una de las filosofías principales del juego es que la colaboración tiene mucho más peso que en otros multijugadores que puedas encontrar por ahí, en los que basta con saltar a la acción sin conocer a nadie y hacer el "Rambo" para ganar la partida. En la beta de Starhawk hemos llegado a ver, y en varias ocasiones, partidas de captura la bandera con resultado de empate a cero, incluso tras la prórroga, precisamente porque con las largas distancias del mapa es imposible entrar en la base rival y huir sin ayuda de compañeros. Hacer locuras por tu cuenta no da buenos resultados a menos que tengas un vehículo listo para la huida rápida y muchos kilos de suerte a mano.

Una de las novedades más importantes está en la construcción sobre la marcha de los edificios y estructuras para formar asentamientos o refugios, que según sus creadores –y podemos confirmar que tienen razón-, da un toque a juego de estrategia muy interesante a lo que sigue siendo principalmente acción en tercera persona. Si normalmente tu clase favorita en las partidas en red es la de ingeniero, Starhawk te enganchará desde el primer momento, porque gracias a su flexibilidad ninguna partida se desarrolla igual a otra, y no todo se resuelve a base de disparos, hay que pensar cómo aprovechar nuestra capacidad creadora para ir dominando el terreno poco a poco, sin olvidar proteger lo ya construido, algo así como un título de defensa de torres o un RTS –real time strategy- como podría ser Fat Princess.

Tras elegir el punto en el que caer en nuestra cápsula –sólo en las zonas marcadas en verde de nuestras bases-, comienza la partida. La idea detrás de Starhawk es la de conseguir que tu equipo funcione como una maquinaria, como en un juego de estrategia controlado por una única persona, de ahí que la comunicación y los equipos bien entrenados sean invencibles, no necesariamente por tener a mejores jugadores individuales. Por ejemplo, si todos los miembros se dedican a construir muros o torretas, el futuro pintará muy negro. Es un derroche de recursos sin sentido. La clave está en repartir las tareas de construir y mantener suministros mientras que otras unidades se internan en el mapa para ir dominando terreno, y ahogar al rival destruyendo sus recursos, para impedir que obtengan mejores armas, acceso a vehículos o los "transformers", que en tierra son robots de ataque algo lentos pero en el aire llegan a cualquier esquina del mapa en apenas segundos. Eso sí, tampoco son muy desequilibrantes, estos robots son frágiles y fáciles de divisar, así que si no prestas atención te puede durar el "juguete" un suspiro.

No todo está disponible desde un principio, cada elemento tiene un coste de energía que debemos conseguir derrotando jugadores, destruyendo creaciones rivales, en barriles esparcidos por el mapa o absorbiéndolos cerca de una torre de extracción. La energía del planeta es la moneda para gastar en las construcciones y la vamos acumulando en una barra superior dividida en secciones. La construcción más básica es un sencillo muro con escalera para poder subir y colocarse como tirador que tiene un coste de 1 porción, y es una buena forma de crear defensas básicas. Pero hay mucho más –más las que no están en la beta-, incluyendo las típicas torretas automáticas –que por cierto son muy peligrosas-, torres de comunicación, vehículos, como un jeep en el que un jugador conduce y otro utiliza la ametralladora, un dispensador de mochilas voladoras o pequeñas fortalezas. Piensa bien dónde las colocas porque si está a la vista del fuego enemigo puede volar todo por los aires, llevándose de por medio a los jugadores que están haciendo uso de las instalaciones.

El control es sencillo y muy similar a cualquier otro juego del mismo tipo salvando un par de cambios pequeños, como que la carrera aquí es infinita –el personaje no se agota- y se realiza pulsando R2. El menú de edificaciones se abre con triángulo, y aparece el clásico selector radial, para que una vez en el juego coloquemos el lugar idóneo en el que, desde el cielo, caerá ante nosotros. ¿Y las armas? Aunque dan la sensación de no ser tan protagonistas como en otros juegos, no es lo mismo ir con las pistolas básicas que con un lanzacohetes o un rifle francotirador. Las podemos encontrar esparcidas por el escenario o de enemigos muertos, y acumularemos hasta ocho diferentes a la vez, aunque si nos matan las perderemos y lo que es peor, nuestro asesino las podría recolectar. Para las distancias cortas, que es donde todo jugador se la juega, tenemos un ataque que se realiza con R3, aunque dada la escala de Starhawk y las situaciones, no es habitual su uso.

Los escenarios son amplios, con su orografía y obstáculos, naturales o artificiales, pero con grandes superficies abiertas, no hay muchos escondites ni lugares para parapetarse, los debes crear tú; es por eso que a simple vista es fácil pensar que son mapas vacíos –y así es-, pero seguro que al final de la ronda está todo más industrializado. Por el momento hay dos mapas disponibles, uno en tierra y otro en el Espacio. El que tiene lugar en un planeta desolado cuenta con mares de ácido, tormentas en el cielo y formaciones rocosas muy peculiares. Tiene buena ambientación aunque en sí mismo no tiene muchos lugares que explorar. El segundo mapa, una plataforma espacial situada a miles de kilómetros de un planeta tiene más de verticalidad y muchos barrancos sin fondo; aquí los jetpack y vehículos voladores tienen mucho más valor que un jeep.

Respecto al apartado sonoro, poco que decir en base a la beta. Apenas suena algo de música en el menú inicial y cuando queda poco tiempo en la partida, es de estilo épico y orquestal. No hemos escuchado voces pero sí mucho sonido de explosión, disparos y el choque de los enormes bloques metálicos que caen y se transforman en fortalezas en cuestión de segundos.

Hemos podido jugar a una versión muy limitada, especialmente en mapas, pero Starhawk ya deja ver muchas de sus virtudes. Es un juego profundo, complejo y que necesita dedicación, de ahí que sea previsible un largo recorrido como el de Warhawk, con una comunidad muy sólida. Pero no es para todo tipo de jugadores, no es apto para partidas ocasionales, en grupos aleatorios y sin pleno conocimiento de la situación, es por eso que confiamos en que una posible beta abierta de a conocer Starhawk a los usuarios de PlayStation 3 que no han disfrutado del anterior título y no quieran llevarse a engaño. Por otro lado, la campaña en cooperativo es otro punto interesante, aunque no sabemos su duración y si transcurrirá en los mismos mapas del multijugador o en diseños completamente nuevos.

En base a la versión actual, nuestras críticas estarían centradas en el motor gráfico, que Lightbox Interactive aún tiene que pulir en los meses que restan hasta el lanzamiento. El juego no tiene altibajos en la fluidez ni hay cortes en la imagen, pero todo corre a una tasa que está algo por debajo de los 30 cuadros por segundo, bien disimulados por el desenfoque de movimiento, pero considerando los grandes exponentes técnicos de la consola, sin duda hay margen de mejora para que se aumente la velocidad.

Bienvenido al Salvaje Universo

Warhawk se convirtió en un juego clave de PlayStation 3 para que muchos usuarios conectasen sus consolas y adquiriesen un micrófono, y Starhawk puede repetir ese éxito y superarlo. El juego es más redondo, algo que notamos desde el primer momento cuando toca disparar a ras de tierra, pero trae muchas nuevas ideas que siguen perfilando a la saga en los aspectos más estratégicos en lugar de inclinarse por la acción pura y dura, en la que ya existen multitud de ofertas de todo tipo.

La versión probada no es muy amplia, pero apunta muy buenas maneras. A principios de 2012 podremos comprobar si las novedades, mapas y el modo en solitario están a la altura de ser una digna secuela de Warhawk.