Harmonix es una de esas compañías que han revolucionado un género específico del mundo de los videojuegos, marcando unas pautas a seguir a la hora de desarrollar una obra del género musical. Más o menos como Lucas Arts en la década de los 90 o con John Carmack en el género de los juegos de acción en primera persona, el estudio que hoy nos ocupa lanzó al mercado un videojuego que llenó los hogares de música y diversión: Guitar Hero. Años más tarde, y finiquitando la relación con Activision, la desarrolladora lanza su propia marca al mercado, profundizando en nuevos instrumentos e incluso abordando grupos tan emblemáticos como The Beatles o Green Day, dándole un regalo a sus más aferramos fans con contenido exclusivo y diversos detalles incluidos en el DVD.
Sin embargo, después de varias entregas en las que la evolución brillaba por su ausencia, el estudio afincado en Massachusetts ha querido revolucionar una vez más el género. Y es que, Rock Band 3, supondrá uno de los saltos cualitativos más grandes que la industria ha vivido en toda su historia. No sólo vamos a divertirnos con nuestros amigos jugando a un videojuego, sino que además, si le ponemos voluntad y paciencia, aprenderemos a tocar un instrumento de verdad, ya sea el bajo, la batería, la guitarra o la nueva inclusión del momento: el teclado.
Sin ir más lejos, toda esa gente que quiera experimentar con los instrumentos más allá de Rock Band 3, tendrán la posibilidad de hacerlo conectando el periférico a un ordenador con entrada midi, un amplificador, etcétera. Se acabó el pulsar teclas y el "hacer como que tocamos", en esta nueva entrega aprenderemos de una vez por todas todos los acordes de la guitarra, las notas del piano y la complejidad del bajo, el ritmo de la batería y la naturalidad del teclado... sin olvidarnos de la voz, por supuesto.
Este cambio sistemático de juego puede dar lugar a una división de jugadores completamente justificada. Por un lado tendríamos a aquellos quienes aceptan el cambio y lo ven con buenos ojos, aquellas personas que siempre han tenido curiosidad por comprarse un instrumento pero que no tienen tanto tiempo como para poder asistir a clases particulares, o tienen poca fuerza de voluntad y ven esta alternativa de alta definición como una prueba personal para intentar aprender las bases de un instrumento. En contraposición nos encontraríamos a los usuarios que reniegan de comprarse un instrumento, pues lo único que quieren hacer es pasar un buen rato sin complicaciones demasiado exigentes. Seamos del grupo que seamos no importa. Harmonix ha declarado que los instrumentos de botón serán completamente compatibles con Rock Band 3, por lo que no hay excusa que valga a la hora de hacernos con la tercera parte de uno de los videojuegos musicales más influyentes del momento. Podremos tocar con nuestro instrumento antiguo o con las guitarras -de seis cuerdas- que se venderán cuando aparezca el videojuego al mercado.
La jugabilidad no cambiará ni un ápice en lo que a contenido se refiere. Es decir, en función del instrumento que tengamos -el real o de botón-, tendremos que esforzarnos más o menos, pero en el sistema en sí sigue siendo exactamente igual. Veremos una serie de notas bajando hacia un molde donde tendremos que pulsar -o tocar- correctamente el periférico para generar el sonido deseado. Nada más simple, divertido y adictivo. Evidentemente los primeros compases con la guitarra e instrumentos reales serán un poco más sencillos de lo habitual. Todo el mundo sabe tocar un botón, pero no todos saben hacer un punteo con seis cuerdas. Se requiere práctica, paciencia y muchos callos en los dedos, aunque tampoco está claro cómo serán las dificultades elevadas dentro de la obra.
De esta manera, aquellos quienes empiecen en los modos más bajos de la obra se darán cuenta de que tocando una nota al ritmo marcado ya habrán conseguido dar un paso, siendo la comidilla de los niveles más elevados el ir cambiando de cuerda, de traste, etcétera. Siempre hablando de instrumentos de cuerda, pues la batería, dejando a un lado los platos que se venden por separado y que ahora vendrán de serie con los nuevos periférico, siempre ha tenido una similitud bastante clara en comparación con las baterías acústicas o electrónicas del mercado.
El caso del teclado es completamente diferente. Se estrena un instrumento completamente nuevo que tiene dos escalas de notas completas, con bemoles incluidos. Este nuevo instrumento influenciará muchísimo a la hora de escoger el repertorio de canciones que acompañará la obra. Hasta un total de 83 canciones nuevas aparecerán en este Rock Band 3, lo que implicará no sólo temas de rock donde la guitarra, el bajo y la batería sean los protagonistas -con el permiso de la voz-, sino que también será necesario algo de piano, -o en su defecto electrónica- para poder utilizar correctamente el instrumento. Ideal es, sin ningún tipo de duda, Bohemian Rhapsody de Queen para entender lo que significa volver a interpretar la música. Hasta un total de siete jugadores podrán jugar en la última obra de Harmonix, pudiendo agregarse en medio de una canción cuando se quiera, sin tener que reiniciar la melodía y volver a empezar. Contaremos, pues, con cuatro instrumentos: batería, bajo, guitarra y teclado; y tres tipos de voces, la principal y los coros.
En cuanto a modos de juego se refiere, Rock Band 3 empleará los mismos de siempre potenciándolos para mejorar la experiencia de juego. Pero eso no significa que no encontremos novedades. Para empezar, tendremos el Road Challenge, donde tendremos que superar una serie de conciertos por distintos escenarios intentando completar la mejor marca posible. Contaremos de nuevo con los típicos modos de partida rápida, el modo gira, etcétera. Por otra parte, también se han mejorado los editores de personajes, así como los elementos que podremos comprar en las tiendas una vez hayamos conseguido dinero en los conciertos. Desde canciones, atuendos, videos documentales y material de diversa índole podremos comprar en la tienda a medida que vayamos llenando salas de concierto.
Rock Band 3 parece querer introducir la música dentro de nuestras vidas. Y no sólo la música, sino la experiencia de estar en una verdadera banda de rock. Si hace unos años nos quedamos boquiabiertos y con el pelo de punta al ver a cuatro amigos tocar coordinados una canción con instrumentos de botones, ahora verlos con instrumentos mucho más reales puede convertirse en el inicio de un nuevo boom de bandas de garaje. El multijugador es el lugar donde realmente reside la diversión en las obras de Harmonix. Como ya hemos dicho, podremos meternos dentro de una canción sin tener que parar la partida, para ayudar a nuestro compañero en un momento determinado o por si no nos sale un trozo de la canción en particular. Los modos online también estarán a la orden del día, con una inteligente inclusión a las redes sociales más famosas del momento para que todo el mundo se entere de quién es el auténtico rey del rock.
Sin duda, este año va a ser uno de los grandes en cuanto a videojuegos musicales. Se nota que Harmonix ha querido revolucionar una vez más el género musical, y sus competidores lo van a tener muy dificil para igualar la experiencia de juego, que pedía a gritos una remodelación justificada. No sólo hablamos de Guitar Hero: Warriors of Rock, sino también Power Gig: Rise of the SixString, una obra que parece haber salido de la nada y que también apuesta por instrumentos reales para darle al jugador la posibilidad de crecerse como estrella del rock. La guerra está servida, ahora sólo falta esperar unos meses para ver qué proyecto se alza como el verdadero número uno de los videojuegos musicales. La obra aparecerá el próximo 26 de octubre para Xbox 360, PlayStation 3, Wii y Nintendo DS; ésta última con una jugabilidad adaptada a la portátil, evidentemente.