Desde que comenzó esta actual generación de consolas, la cual ya se encuentra dando sus últimos coletazos antes de ceder el relevo a las nuevas máquinas que están por llegar, los fans de Dragon Ball hemos visto como año tras año Namco Bandai nos ofrecía nuevos juegos basados en esta famosa saga con más pena que éxito. Algo que a día de hoy nos sigue pareciendo incomprensible, tras los buenísimos referentes que tenían con Dragon Ball Z: Budokai 3 y especialmente con Dragon Ball Z: Budokai Tenkaichi 3. Una simple secuela de alguno de estos dos títulos, que partiera de sus bases, expandiera sus contenidos, refinara la jugabilidad y ofreciera gráficos en alta definición habría bastado para contentar a cualquier aficionado a las aventuras de Goku. De hecho, es algo que se lleva pidiendo desde hace mucho tiempo.
Pero en vez de avanzar, la saga no ha hecho más que retroceder desde su llegada a PlayStation 3, recortando inexplicablemente el número de personajes frente a lo visto en PS2 y ofreciendo nuevas mecánicas jugables y experimentales realmente fallidas, siendo Raging Blast 2 lo único salvable de la quema (su sistema de combate estaba muy pulido, aunque su falta de modos lo lastró demasiado).
Dragon Ball Z: Battle of Z volverá a apostar por ofrecer algo totalmente nuevo, dando el salto de las típicas batallas de 1 vs 1 a las de 4 vs 4, una idea que suena más atractiva de lo que resulta ser en la práctica.
En el Tokyo Game Show hemos podido probar por primera vez una demo del título, y desgraciadamente tenemos que decir que nuestras primeras impresiones con él no han sido especialmente positivas. En esencia se trata de un juego de lucha que se desarrolla en grandes entornos tridimensionales por los que podemos movernos libremente, de una forma similar a lo visto en Budokai Tenkaichi y en Raging Blast, aunque con una ejecución muy distinta.
Para empezar, nos encontramos con que el sistema de combos se ha simplificado al extremo, relegando todo lo relacionado con el combate cuerpo a cuerpo a un solo botón (triángulo). Probamos a pulsar diferentes direcciones para ver si al menos la forma del combo cambiaba, pero siempre obteníamos la misma combinación de golpes, por lo que no esperéis tener que aprenderos mucho más allá del aporreo de triángulo.
Dicho esto, también cabe mencionar que podremos lanzar bolas de energía, realizar técnicas características de cada personaje (por ejemplo, con Goku podíamos realizar el kaioken para situarnos rápidamente en la espalda del enemigo que tuviésemos fijado y comenzar un combo de triángulo o lanzar un pequeño Kame Hame Ha), defendernos, ceder Ki a un aliado, revivir a un compañero caído y desatar nuestro ataque especial.
El trabajo en equipo será muy importante, ya que si estamos atentos podremos salvar a nuestros compañeros cuando estén recibiendo golpes e incluso realizar combos conjuntos. Esto último no ha terminado de quedarnos demasiado claro cómo funciona en las pocas partidas que hemos podido jugar, aunque de vez en cuando recibíamos un aviso para pulsar un botón y al hacerlo aparecíamos golpeando al rival y continuando la cadena de golpes que había iniciado previamente un miembro de nuestro grupo.
En la demo disponible en la feria hemos podido probar una de las misiones del modo historia, en la cual teníamos que enfrentarnos a varios saibaman antes de vernos las caras con Nappa. Los primeros no eran especialmente resistentes y bastaban apenas un par de combos para acabar con ellos, aunque al ser varios nos permitió probar su sistema de fijación de blancos, el cual funciona bastante bien y solo nos requerirá inclinar el stick derecho. Si no tuviésemos ningún blanco fijado, dicho stick se usaría para mover la cámara.
Una vez terminada la primera fase del combate, Nappa aparecía en escena y nos tocaba derrotarle. Evidentemente era mucho más resistente, aunque su dificultad era prácticamente nula, ya que la IA enemiga no era especialmente agresiva y nosotros contábamos con la ayuda de otros tres personajes. Unos pocos Kaoikens, combos de triángulo y Kame Hame Has más tarde (tampoco es que tuviéramos muchas más herramientas), el malvado saiyan cayó derrotado y concluimos la demo.
Dada la disposición de los controles y que estos usan todos los botones del mando, nos ha dejado algo preocupados el hecho de que aparentemente no quede espacio para realizar las transformaciones durante una pelea, algo que esperemos que en su versión final no sea así, ya que sería un gigantesco paso atrás para todos aquellos que disfrutamos elevando nuestros niveles de poder en mitad de una batalla para emular los combates de esta legendaria serie.
Gráficamente tampoco ha conseguido convencernos demasiado, ya que el propio modelado de los personajes nos parece muy mejorable. Entendemos que ahora se muestran ocho personajes en vez de dos, aunque el resultado actual es muy inferior a lo visto en anteriores entregas. Estamos seguros de que tanto PlayStation 3 como Xbox 360 pueden dar mucho más de sí, lo que nos lleva a preguntarnos si el desarrollo de la versión de PS Vita ha podido afectar a la de sobremesa. Los escenarios tampoco lucen mucho mejor, con unas texturas con muy poca resolución y con una alarmante falta de polígonos en los elementos que los componen. Evidentemente todo esto se trata de una versión temprana del juego, por lo que solo nos queda esperar que se mejore su apartado gráfico de cara a su lanzamiento final.
En cuanto al sonido, tal y como era de esperar de la versión japonesa, hemos podido disfrutar de la demo escuchando de fondo la mítica banda sonora del anime original, un detalle muy de agradecer. De momento no sabemos si esta vez podremos disfrutarla en Europa o tendremos que volvernos a conformar con composiciones genéricas, machaconas y nada inspiradas, como viene siendo costumbre por estos lares.
Todavía tenemos muchísimas dudas sobre esta nueva entrega de Dragon Ball, ya que la demo es demasiado corta y simple como para poder hacernos una idea aproximada de todas sus posibilidades, las cuales a priori no parecen ser muchas. Puede que una vez probemos su multijugador resulte ser un título realmente divertido y lleno de opciones para combatir en equipo (de momento es la mayor esperanza que tenemos), pero cosas como la extrema simplificación de su sistema de combate (no llega a los niveles vistos en Ultimate Tenkaichi donde todo era una sucesión de vídeos y un piedra, papel, tijeras constante, pero no se queda muy lejos), su pobre apartado técnico o la ausencia de multijugador local, no terminan de inspirarnos la confianza suficiente como para levantar nuestras manos y darle nuestra energía a Goku una vez más.