Bayonetta se ha convertido en un juego muy esperado por los usuarios de PlayStation 3 y Xbox 360, que podrán disfrutar de él a partir de enero de 2010. El motivo, aparte de la buena pinta que tiene y lo bien que se juega, es que se trata del primer juego de Hideki Kamiya, creador de Devil May Cry, tras su marcha de Capcom y la fundación, junto con otros veteranos, de Platinum Games bajo la financiación de Sega. Se nota quién es el padre, pues Bayonetta recuerda mucho a Devil May Cry, especialmente a los de la pasada generación, aunque da un par de giros de tuerca más a la fórmula haciéndola más salvaje, más rápida y más interactiva. El personaje, por cierto, debería sobrevivir pase lo que pase con las ventas.
Como ya os hemos comentado en algunas ocasiones, Bayonetta es una bruja muy poderosa que ha resucitado con amnesia tras más de 500 dormida, encerrada en un ataúd en el fondo de un lago. Algo de esto nos contaron en una presentación del juego, en la que nos mostraron algo de la historia y a un nuevo personaje: Luka, un humano que está enfrentado con Bayonetta porque ella al parecer mató a su madre muchos años atrás, historia que nos cuentan con un flashback.
Luka odia a Bayonetta, pero la relación entre ellos es como de humor japonés, y Bayonetta le humilla con frecuencia. De hecho, el personaje de Luka desprende humor japonés a raudales, comportándose como un casanova italiano que de repente tropieza de la forma más torpe posible.
Tras ver esta pequeña introducción a la historia pudimos probarlo, y el resultado como os contamos antes es que se trata de un juego bastante continuista respecto a Devil May Cry, que mantiene su estilo de juego frenético, favoreciendo los combos, pero gracias a la naturaleza sobrenatural de la bruja tenemos una serie de ataques nuevos a nuestra disposición, que hacen que parezca familiar pero nuevo al mismo tiempo. El control es muy sencillo, contando la bruja con un botón de salto, otro de pistola, otro de ataque con espada y otro para dar patadas. La clave, como es de esperar, es combinar los diferentes ataques para lograr todo tipo de combos, pero sin duda el extra de las "torturas" es lo mejor del juego.
A veces, cuando estemos acabando con un enemigo, tendremos un momento, unas décimas de segundo, para pulsar el botón adecuado y que se desencadene una de estas secuencias de tortura. Son muy impactantes visualmente, y tenemos la opción de hacerlas más grotescas pulsando más y más veces el botón que nos indica la pantalla. Estas secuencias cortan un poco el juego, pero no lo suficiente para resultar frustrantes, y es difícil cansarse de ellas. Los combates contra los variados y esperpénticos enemigos que iban apareciendo sucedían en espectaculares escenarios, de corte también muy barroco y recargado, como la vestimenta de nuestra bruja.
Nos llamaron especialmente la atención dos cosas: la primera, las luchas contra los jefes o minijefes de las fases, que eran de un gran tamaño e incluían una secuencia de finalización en la que nuestra bruja los devoraba, convertida (mejor dicho, convertio su vestido) en una especie de monstruo gigante, y ciertas secuencias interactivas en las que tenemos que esquivar a los enemigos gigantes, o a partes del escenario que nos van a caer encima, o dar saltos a la desesperada para no caer al vacío.
A nivel artístico el juego nos pareció impactante, quizás no muy original porque recuerda mucho a la estética barroca y recargada de Devil May Cry, solo que en Bayonetta se lleva un paso más allá, se hace más extrema y exagerada, lo que cuadra bien con la personalidad de la bruja, a medio camino entre el divismo y el sarcasmo y con una enorme dosis de humor negro y gore exagerado. De lo mejor en el género de la acción para los próximos meses.