Esta misma semana conocimos que el gigante tecnológico chino NetEase ha comprado Quantic Dream, el estudio con sedes en Francia y Canadá responsable de Fahrenheit, Heavy Rain y el próximo Star Wars Eclipse; se convierten así en el primer estudio occidental de la firma asiática, que ha realizado inversiones multimillonarias en compañías como Bungie. Una semana atrás, en la Gamescom 2022, vimos materializada la ambición de la empresa de David Cage por editar trabajos ajenos con Under the Waves.
Under the Waves es una aventura centrada en la narrativa y en la exploración desarrollada por Parallel Lines, un estudio francés independiente hasta ahora dedicada a juegos para Switch, plataformas móviles y realidad virtual, como White Night, Dark Days y EqqO, todos ellos con cierto toque experimental. Su nueva propuesta, que califican como su juego más ambicioso hasta la fecha, quizá es más tradicional en sus mecánicas, pero no en sus intenciones. Quienes jueguen se verán transportados a las profundidades del Mar del Norte para vivir una historia sobre la importancia de la conservación de los océanos, y en paralelo, una trama con cierto toque surrealista sobre el poder del dolor.
Un juego centrado con buenas ideas y promesas interesantes
En Gamescom 2022 tuvimos la oportunidad de jugar durante unos 20 minutos al inicio de la aventura, lo que podríamos considerar el prólogo; a pesar de la brevedad de la experiencia vimos varios detalles muy prometedores dentro de un título que tampoco tiene la pretensión de ofrecer mecánicas revolucionarias. Nos ponemos en la piel de Stan en el mismo día que vuelve a su trabajo como buzo para una petrolera. Su objetivo será cumplir los encargos (reparaciones, exploración, encontrar ítems) de la empresa, pero también podrá buscar materiales, deshechos y otros ítems para mejorar su submarino y así llegar a otros lugares, entre ellos puntos no relevantes para la trama principal, pero que dan más detalles de las historias antes mencionadas.
Así, la demo comenzaba a pie, recorriendo junto a Stan el camino hasta llegar al vehículo. No será la única vez en el transcurso del título que pisemos terreno firme, pues habrá más secciones como esta, es decir, de resolución de rompecabezas muy sencillos (como arreglar un generador para abrir una puerta), y de plataformas, que se traducen en escenarios inundados donde tenemos que nadar (con un control en el punto justo de la imprecisión para transmitir buenas sensaciones sin que sea frustrante) en vertical gastando cuidado de reponer nuestras bombonas de oxígeno y no desfallecer.
Estas secciones serán una porción menor de un título centrado en las largas distancias y en la exploración de las profundidades oceánicas a bordo de nuestro submarino, aunque haya espacios en los que el vehículo sea demasiado grande para acceder y haya que bajarse para avanzar a nado. Será una exploración tranquila y relajante; no esperéis tiburones atacando el casco del aparato y QTE a pulsar para librarnos de la fauna marina. Al contrario, el objetivo es representar en nuestras pantallas y en nuestras manos la sensación de calma bajo el agua, maravillarnos con la vida animal y quedarnos boquiabiertos con la cuasi alienígena orografía que esconde nuestro planeta bajo sus aguas; y también, claro, mosquearnos viendo cómo la mano humana la deteriora.
En cuanto a la estructura jugable, sin ser un título de supervivencia, recuerda en cierto modo a Subnautica. Hay una base que se podrá personalizar de manera limitada y a la que habrá que acudir cada cierto tiempo, probablemente para realizar las mejoras necesarias al submarino, para dormir, para revisar llamadas, y en definitiva, para hacer avanzar la trama. Además, los desarrolladores prometen que, más allá de la historia principal, habrá acontecimientos paralelos interesantes para aquellos que dediquen tiempo a la exploración; y ya os decimos que si no hubiéramos tenido un tiempo limitado para jugar a la demo nos habríamos quedado en el fondo del mar mucho más de lo que nos permitieron.
Una trama humana y una historia que va más allá de nuestra especie
La historia general de Under the Waves nos lleva a unos años 70 tecnofuturistas para trabajar al servicio de una compañía petrolera; el mensaje en pos de frenar la crisis climática en la que estamos sumergidos se dejará bien claro a lo largo de todo el guion y de las escenas que presenciamos. Para ello, Parallel Lines ha colaborado por Surfrider Foundation Europe, una ONG que trabaja en temas como la basura marina, el desarrollo inmobiliario costero, la crisis climática y la calidad del agua.
En paralelo a esto, está la trama personal del buzo, Stan. Como decíamos antes, ha vuelto a su trabajo después de un tiempo; no se deja claro en los primeros compases de la partida, pero evidentemente ha sufrido una gran pérdida que le ha llevado a replantearse su vida. Esta trama se narra con conversaciones constantes a través de la radio con su superior y aparente colega, con llamadas telefónicas desde la base a un personaje en estos momentos desconocido, y con secuencias surrealistas que no llegamos a vivir en nuestras propias carnes.
Una trama que quiere concienciar sobre el efecto de la crisis climática en los océanos, y que se cuenta a través de los hechos experimentados de primera mano, no puede funcionar si la representación de las profundidades marinas no dan la talla; y a la vez, una trama emotiva, dura y humana tiene más difícil conectar con el jugador si el doblaje no tiene un nivel mínimo. Teniendo en cuenta que el equipo es de tan solo 12 desarrolladores, resulta sorprendente el resultado visual cel shading con entornos amplios, bellos y con unos efectos de iluminación que consiguen algo con lo que incluso algunos estudios AAA tienen problemas: que los efectos no sean demasiado tridimensionales, que no choquen con la estética cómic.
Pero impacta más aún un doblaje al inglés (habrá subtítulos en español de España y de Latinoamérica) digno de una superproducción, y sobre todo, el diseño sonoro. Dan ganas de cerrar los ojos jugando a Under the Waves, y que el silencio cuasi absoluto del mar, y los ruiditos de los animales aquí y allá, nos rodeen por completo. Hay que tener en cuenta, eso sí, que los creadores de Detroit Become Human les han echado una mano con la captura de movimientos, la grabación de voces, la localización, la animación y otros menesteres, algo que claramente se nota.
Con lo poco que hemos visto hasta el momento, Under the Waves nos parece una mezcla muy sólida de dos propuestas tan diferentes como Endless Ocean y Firewatch, con cierto toque de What Remains of Edith Finch en el componente surrealista. Si el resto del título consigue ser tan precioso como la pequeña sección que exploramos, si encajan con contundencia el importante mensaje que tratan de transmitir, y si tienen buen tino para narrar la historia de Stan, lo nuevo de Parallel Lines puede convertirse en una de las grandes aventuras narrativas de 2023.
Hemos realizado estas impresiones tras jugar una demo para PC en gamescom 2022.