En este inicio de generación los juegos de acción en persona se están intentando renovar con diferentes tipos de propuestas, aportando algo de aire fresco al género, aunque no han terminado de cuajar del todo entre el público. Tenemos juegos como Titanfall, Evolve y el mes que viene Star Wars: Battlefront, todos con un punto en común que no deja de creer controversia entre los usuarios de consola: no tienen campaña o modo historia para un jugador.
La clásica saga Rainbow Six se unirá a esta tendencia el mes de diciembre con Tom Clancy's Rainbow Six Siege, un juego de acción multijugador por equipos que nos parece de lo más fresco y original que hemos jugado en mucho tiempo. Ya que aunque no tiene ningún ingrediente que sea demasiado innovador por sí solo, sí que nos resulta novedosa la manera en la que mezclan sus elementos jugables, consiguiendo que se sienta como algo nuevo, que no habíamos jugado antes.
Presentado por todo lo alto en el E3 de 2014 con su modo estrella, Asedio, con dos equipos de cinco jugadores que tienen que rescatar un rehén o evitarlo, Rainbow Six Siege a lo largo de los meses nos ha ido enseñando sus cartas en distintas betas, con modos tanto competitivos como cooperativos. La semana pasada en un evento celebrado en Londres tuvimos la ocasión de probar casi todos sus modos y cinco mapas distintos, teniendo ya una idea bastante clara de lo que va a ofrecer este juego de acción táctica.
Para empezar pudimos probar los Escenarios de entrenamiento, 11 fases para un jugador que como su nombre indica sirven para aprender las nociones básicas de la jugabilidad y conocer los mapas. Se pueden jugar en tres niveles de dificultad -normal, difícil y realista-, y cada una de estas pantallas tiene tres objetivos secundarios -acabar en menos de 5 minutos, matar a varios enemigos de una manera determinada, acabar con un mínimo de puntos de salud, etcétera-, por lo que además de instructivas estas misiones son muy entretenidas y rejugables.
Antes de lanzarse al multijugador recomendamos muchísimos jugar los escenarios de entrenamiento, ya que nos ponen en las distintas situaciones que nos vamos a encontrar en el resto del juego, y nos ayudan a conocer las características particulares de cada agente, que son muy distintos entre sí. Nos han gustado tanto que nos han hecho pensar en cuánto nos hubiera gustado que también tuviera una campaña para un jugador, ya que las mecánicas de juego, las armas y los distintos gadgets, la destrucción de los escenarios, son realmente buenos, y darían muchísimo juego en un modo historia. Pero no, no lo hay, aunque si estas misiones tienen un gran recibimiento, quién sabe si no se podrían ver ampliadas en un futuro.
Porque algo importante que nos dijeron en esta presentación es que Rainbow Six Siege se irá actualizando gratuitamente después de su lanzamiento con nuevos mapas, algo decisivo para no dividir a su comunidad de jugadores, y sin duda una grandísima noticia. Nos parece la forma ideal de establecer un nuevo juego y que los usuarios confíen en él, y no anunciado DLC y Pases de temporada antes de su lanzamiento, como desgraciadamente tan de moda se ha puesto, algo que ya vemos como normal cuando no debería serlo. Saldrá a la venta con 11 mapas, que se pueden jugar tanto de día como de noche, y han prometido que todos los que lleguen posteriormente serán gratuitos. Con esto no decimos que no vaya a haber DLC, pero al menos no serán de algo tan importante como los mapas.
Tras jugar las misiones de entrenamiento para un jugador nos lanzamos al multijugador, primero al cooperativo, con los modos Caza del terrorista y Desarme de bombas, en los que luchamos contra bots manejados por la inteligencia artificial. En el primero tenemos que limpiar todo el escenario de enemigos con un tiempo límite de 12 minutos, y en Desarme de bombas tenemos como objetivo desactivar dos explosivos, también con la misma duración. Como podéis imaginar por la descripción son dos experiencias bastante distintas, ambas formando un equipo de cinco jugadores, pudiendo elegir entre varios niveles de dificultad para los enemigos, siendo en ‘realista’ sorprendentemente difícil.
Tanto en el cooperativo como en el competitivo al empezar cada ronda hay que sacarle partido a la fase de preparación, durante la cual tenemos que aprovechar para explorar el escenario con los drones, localizando a los enemigos y los objetivos en el caso de haber rehenes y bombas de por medio. En los modos de juego con bots si marcamos a un enemigo este permanece indicado en pantalla durante toda la partida, por lo que merece la pena invertir un tiempo en marcar a todos los enemigos posibles.
Lo interesante de los bots manejados por la inteligencia artificial es que son complicados, impredecibles y hay diferentes clases, incluida una muy peligrosa que lleva el cuerpo lleno de explosivos, y que tenemos que intentar eliminar antes de que se acerquen. El modo Desarme de bombas nos gustó especialmente, ya que no solo tienes que encontrar los objetivos y llegar hasta ellos, algo que a veces es complicado porque el escenario está lleno de trampas, sino que además durante la desactivación comienzan a venir todos los enemigos a nuestra posición mientras defendemos la bomba, y se crean situaciones de acción muy intensas y emocionantes.
Algo muy importante en un multijugador de acción táctica como este es la comunicación entre los miembros del equipo, prácticamente imprescindible para lograr el éxito en las misiones, así que como imaginareis jugar con desconocidos no va a tener mucha gracia y puede llegar a ser frustrante. En cambio con amigos nos parece un juego divertidísimo, y nos lo pasamos genial durante las varias horas que jugamos, siempre querías echar una partida más.
Hay que tener mucho cuidado con el fuego amigo, evaluar bien cuándo merece o no la pena ir al rescate de un compañero herido en el suelo, y es curioso que cuando te matan al principio de una partida, algo que es un fastidio ya que hasta que no acabe la ronda no puedes volver jugar, no nos llegó a parecer frustrante. Siempre tienes la sensación de que cuando te matan algo has hecho mal, has sido imprudente o temerario, te has colocado incorrectamente, pero nunca tienes la sensación de estar ante un juego injusto, y sí uno bien equilibrado y muy calculado, con un gran diseño, todos sus elementos parecen medidos al milímetro.
Para acabar jugamos al multijugador competitivo, el modo estrella, Asedio, que tiene dos modalidades que hacen que la experiencia cambie sutilmente. En Desarme de bombas hay dos explosivos en el escenario, y cuando te toca defender no sabes cuál de las dos bombas va a atacar el otro equipo, por lo que es más difícil defender y atrincherarse, crear una zona seguro. En Rescate de rehén el objetivo está claro, y cuando defiendes sabes mejor qué zona tienes que proteger, lo que tampoco quiere decir que sea precisamente fácil. Nunca hay una estrategia definitiva y ganadora, y cualquier defensa que hayamos establecido siempre tendrá algún punto débil que podrá aprovechar el equipo rival. Por ejemplo alguien puede pensar que lo mejor es atrincherarse en una habitación junto al rehén, pero pronto descubrirás que es una estrategia equivocada, y siempre tienes que dejar alguna vía de escape por si caes en una emboscada.
En total hay 20 agentes diferentes, diez atacantes y diez defensores, cada uno con sus propias armas y equipo, y además estos no pueden estar repetidos en un mismo equipo, por lo que es importante elegir bien. Estos se dividen en cinco funciones principales: los de vanguardia, que tienen que abrirse paso protegiéndose con escudos, perfectos para atravesar los embudos o cuellos de botella que hayan creado los defensores. Los demoledores son los personajes especializados en abrir puntos de entrada con explosivos o con un martillo, ya que uno de los elementos más diferenciadores de este juego respecto a otros títulos de acción multijugador es la destrucción de los escenarios, que es una auténtica pasada.
A base de jugar y explorar los mapas iremos aprendiendo qué superficies se rompen y cuáles no, y de qué manera, ya que hay muros y techos que no podemos tirar por completo y usar como vía de acceso, pero sí que nos abren líneas de visión a través de las vigas que podemos aprovechar para disparar o lanzar una granada. Los tramperos son los expertos en colocar todo tipo de trampas por el escenario para sorprender al enemigo, como minas. Los bloqueadores neutralizan armas y herramientas y en el caso de los defensores pueden colocar barreras metálicas. Por último tenemos los de apoyo, que informan a sus compañeros de la situación de los enemigos, proporcionan blindaje adicional, e incluso pueden reanimar a distancia con una pistola.
Hay que tener en cuenta que cada uno de los agentes tiene una estadística de blindaje y velocidad, evidentemente a mayor blindaje serás más lento, y viceversa. Cada uno cuenta con sus propias armas y habilidades, y aunque hay cierta personalización y podemos desbloquear nuevas armas y accesorios para cada agente, tampoco nos permiten modificar el equipo con mucha libertad, ya que sino "romperíamos" las clases y con ello el equilibrio del juego.
En todas las partidas que jugamos nunca notamos un desequilibrio, no es más difícil defender o atacar, cada equipo tiene las mismas posibilidades de victoria, aunque sí que el diseño de algún mapa en concreto puede hacernos pensar lo contrario, como el del avión, que es muy estrecho. El resto de mapas son entornos bastante grandes, y las partidas se deciden por la correcta estrategia de los defensores, por las clases de agente elegidos en cada equipo y si cada jugador ha sabido darles un uso correcto, y por supuesto, la habilidad al disparar en los enfrentamientos directos, la diferencia entre la vida y la muerte.
El único "pero" que vemos en el diseño de juego es que en el modo de Asedio, en el que tenemos que rescatar un rehén, nunca se va a resolver de esta manera, con el equipo atacante extrayendo al rehén, ya que las partidas siempre se deciden con un equipo matando al otro, por lo que al final no se diferencia mucho del otro modo de juego de proteger las bombas. Por lo demás por más partidas que jugamos no dejó de sorprendernos las enormes posibilidades que tiene, el sinfín de estrategias tanto de defensa como de ataque que podemos elaborar, siendo un juego muy impredecible, en el que en cada partida aprendes algo nuevo.
Si todavía no lo habéis probado puede que en un rápido vistazo os parezca un juego demasiado denso o complejo, y a lo mejor no os apetece complicaros la vida con un "simulador" de combate. Pero os aseguramos que es muy accesible y fácil de aprender a jugar, y si estás cansado de otros juegos de acción multijugador, creemos que es una propuesta casi única dentro del género. Eso sí, volvemos a repetir que nos parece casi imprescindible jugarlo junto a unos amigos, ya que creemos que con desconocidos puede ser una experiencia bien diferente, al ser tan importante la comunicación entre los miembros del equipo.
Jugamos a la versión de PC que sin ser un portento gráfico sí nos parece que se ve realmente bien, destacando sobre todo en la destrucción de los escenarios, de lo mejor que hemos visto en cualquier juego. El diseño de los escenarios, los objetos y detalles, la iluminación, la paleta de colores, todo está muy calculado para que la visibilidad sea siempre óptima y no confundir al jugador, y los mapas aunque pocos de momento -11-, son enormes y tienen muchas posibilidades. De la versión de consola sabemos que funcionará a 60fps y 1080p en PS4, en Xbox One todavía está por confirmar la resolución final, ya que la beta iba a 900p, pero todavía están optimizando.
Nos queríamos terminar sin hablar del sonido, que nos parece sobresaliente, jugando un papel muy importante en la jugabilidad. Es genial cómo sabes por donde vienen los enemigos si no caminan despacio, escuchando sus pisadas a través de una pared o por el techo, y es uno de esos títulos que si tienes unos buenos cascos los disfrutarás muchísimo. Nos encanta cuando un juego no solo utiliza el sonido para adornar, sino que además le da una función jugable, algo que Rainbow Six Siege consigue con creces.
Muy buena pinta
Seguro que se ha notado lo suficiente a lo largo del texto que nos gusta mucho Tom Clancy's Rainbow Six Siege, y quitando la ausencia de campaña, y lo importante que va a ser para disfrutarlo jugar con amigos o conocidos, ahora mismo no le vemos apenas pegas. Es un multijugador de acción táctica diferente, bien diseñado, con mucha personalidad y muy divertido, y veremos si esta vez sí consigue calar entre el público y no se queda en una gran promesa como lo fue Evolve. Se lanzará el 1 de diciembre en PC, PlayStation 4 y Xbox One.