Tal vez no os suene demasiado, pero The Swapper es un juego que a los que seguimos la escena independiente tenemos bastante visto. No en vano, su autor lleva desde 2009 trabajando con él, y enseñándolo públicamente desde 2010. Por eso se pusieron en contacto con él los gurús de Indie Fund, para acabar de darle el empujón financiero necesario y acabar lanzándolo.
En este tiempo hasta mostrar una versión casi final, The Swapper ha recogido premios o nominaciones en cerca de una decena de eventos internacionales, entre los que destacan el Penny Arcade Expo, Indiecade, Game Connection o Nordic Game. Y lo que sorprende más es que su principal responsable, el finlandés Olli Harjola, tiene 21 años.
¿Qué es The Swapper, y por qué debéis estar interesados en él? Es un juego de plataformas y puzles que cuenta con una mecánica que le da nombre y sobre la que se sustenta, como hace Braid con el cambio de tiempo o el futuro Teslagrad con la polarización. En este caso, la mecánica es la posibilidad de crear clones de nosotros mismos, y cambiarnos con cualquiera de ellos. Sí, el protagonista encuentra al principio del juego un artefacto (parece una pistola) que crea clones en el punto que consideremos de la pantalla, hasta un máximo de 4 simultáneamente, y posteriormente encontramos otro objeto que nos permite introducir nuestra mente en cualquiera de ellos, de manera que al final de la aventura seguramente manejemos no al protagonista original, sino a un clon de éste.
Como podréis ver, sólo esta premisa ya deja mucho espacio para la imaginación, para cuestiones éticas, morales y muchas preguntas que seguro que el jugador se acaba haciendo a lo largo de la partida. Esto lo ha debido ver bien claro Tom Jubert, escritor de otros juegos como FTL, Penumbra o Driver: San Francisco, de manera que ha creado un guión absorbente con cuestiones clásicas de la filosofía universal que le sienta a este título como anillo al dedo. Recuerda a otros dos juegazos como son Super Metroid o Waking Mars, pero con un toque aún más adulto y evolucionado, lo que tiene mérito si volvemos a pensar que su autor principal es muy joven.
El guión del juego nos lleva a Theseus, un puesto de investigación espacial abandonado, donde el protagonista tiene que descubrir que es lo que ha pasado para que no quede ningún signo de vida humana, pero si una gran cantidad de información en forma de mensajes crípticos y piedras que se comunican con el protagonista mediante mensajes telepáticos. Como veis, es un tipo de historia más o menos común dentro del género de la ciencia ficción (y que sorprendentemente tiene algunos grandes ejemplos dentro del mundo del videojuego, como The Dig o el anteriormente mencionado Waking Mars), que se sirve de una excelente atmósfera para crear las sensaciones que el guión acaba de rematar.
Esta atmósfera viene creada por dos aspectos básicos. El primero es la paleta de colores, fría y azulada, que junto con un apartado sonoro muy ambiental, lleno de silencios acompañados de una música que aparece sólo en determinados momentos, da una sensación fantástica de estar en un lugar inhóspito y que dejó de estar explorado hace tiempo, lo que refuerza nuestras ganas de aventura y de descubrir los enigmas que nos oculta Theseus. Lo segundo es cómo están hechos los diferentes personajes, ya que su sensación de volumen no es para nada artificial.
De hecho el principal elemento gráfico del juego... ¡es arcilla! Pero no esperéis un resultado cutre que recuerde a películas de hace tiempo, sino que queda muy bien, con una apariencia volumétrica perfecta, y nos hace pensar el inmenso trabajo que han dedicado los desarrolladores a realizar esta parte. A destacar los fondos, trabajadísimos y llenos de detalle, algo que provocará que estemos mirando la pantalla durante más tiempo del esperado en más de una ocasión.
Este punto se puede considerar que es incluso un homenaje a las películas de ciencia ficción de hace unas décadas, como Alien y Solaris, lo que aumenta esa sensación de peligro y angustia, como si de un momento a otro todo lo que estamos haciendo en el juego se viniese abajo por una catástrofe del tipo que sea. Algo, que se mezcla fantásticamente con el subgénero de las plataformas que emplea, ese que mezcla exploración, puzles y cierta habilidad a la hora de dar saltos (también conocido como Metroidvania). Así, tras un tutorial integrado perfectamente en la estética del juego, tenemos todo Theseus a nuestro alcance, aunque aún no sabemos por dónde empezar, ni cómo explorarlo. Y sí, el fiel mapa de turno nos acompaña.
Sobre la mecánica de creación de clones, es muy sencilla. Si posicionamos el ratón en una posición y hacemos click, allí aparece un clon. Si nos movemos, el clon también se mueve (luego aprenderemos trucos para poder dejarlos quietos). Si hacemos click con el otro botón del ratón sobre un clon nuestra mente se mueve hacia el clon en cuestión. Pero hay que tener en cuenta que a veces no podemos usarlos de manera libre, pues si hay una luz roja entre la posición que queramos crear un clon y nosotros nos impedirán crearlo, y si la luz es azul lo que no podremos hacer es transferir nuestra mente hasta allí.
Una vez metidos en faena, veremos que esa manera de contar la historia y mezclarlo con filosofía no es casual, pues en más de una ocasión veremos que para resolver un puzle, o sin querer, acabaremos con la vida de uno de nuestros clones, lo que indudablemente removerá algo en nuestro interior. Los puzles, como podéis imaginar, empiezan siendo sencillos, pero se irán complicando no sólo a nivel de cuanto tengamos que pensar para resolverlo, sino que necesitaremos cierta habilidad manual para conseguirlo, en una mezcla de habilidad e inteligencia muy a tener en cuenta.
Como veis, un juego realmente distinto e interesante, a los que tanto tiempo de maceración ha permitido a sus autores pensar mucho, y dar algunas respuestas, a sus pensamientos sobre que es la mente, la conciencia, el cerebro, y otras grandes preguntas que podemos hacer sobre nuestra materia gris. A nivel personal, no puedo esperar a que salga para acabar de resolver las dudas que se me crearon con la versión de prueba, pero por suerte cada vez queda menos tiempo para que esto ocurra.