Crossfire es un shooter competitivo "estilo Counter-Strike" que ha sido muy popular en buena parte del mundo y, sobre todo, en el mercado asiático en el que se convirtió en todo un fenómeno de masas que ahora Smilegate quiere hacer despegar en el resto del mundo con dos proyectos muy diferentes entre sí, CrossfireX y Crossfire: Legion.
El primero es el más conocido y es una modernización del Crossfire que se lanzó en 2007 adaptando la fórmula a consolas Xbox y agregando una campaña para un jugador creada por la mismísima Remedy mientras que el segundo proyecto, Legion, ha pasado más desapercibido, siendo un juego de estrategia en tiempo real que está desarrollando Blackbird Interactive, un estudio que cuenta con varios extrabajadores de Relic Entertainment y que estrenará Homeworld 3 durante este 2022.
En Vandal ya hemos podido jugar a Crossfire: Legion para probar por primera vez la apuesta estratégica de esta entrega y para contaros tanto lo que nos ha parecido como lo que sabemos hasta este momento de este videojuego que ya os adelantamos que va a ser bastante interesante para los amantes del género.
Dos facciones enfrentadas con sus propios poderes... y una nueva amenaza
En el mundo de Crossfire, que está ambientado en un futuro cercano, nos encontraremos con una guerra entre dos facciones.
La primera es Global Risk que es la que impone su autoridad en la actualidad mientras que la segunda recibe el nombre de Black List y, dependiendo de cómo queramos ver la historia podemos estar ante un grupo terrorista que quiere romper el orden mundial o ante unos rebeldes que buscan cambios para mejorar la vida del ciudadano de a pie.
Como podéis suponer, a nivel jugable estas dos facciones cuentan con distintas unidades o edificios que nos permitirán discernirlas en el campo de batalla, aunque la diferencia principal estará en unos poderes de facción que podremos utilizar cada cierto tiempo en la batalla y que serán claves para determinar el resultado de la misma.
De entrada, en esta primera prueba técnica en la facción Global Risk nos encontramos con un poder que nos permite disparar fuego de artillería en un área determinada provocando un caos enorme entre las filas enemigas, una habilidad que nos ha recordado a simple vista al ataque nuclear de los Terran en Starcraft. Además, hay otra habilidad que permite a las unidades aumentar su cadencia de tiro y curarse.
En el lado de Black List los poderes de facción son muy diferentes. El primero nos permite desplegar de forma instantánea una especie de puesto de mando avanzado para curar a todas nuestras unidades mientras que el segundo poder nos deja teletransportar a nuestras tropas del lugar en el que estén en el mapa hasta el puesto de mando mencionado anteriormente, permitiendo curarse y añadiendo unos segundos de invisibilidad en los que estas unidades no pueden ser atacadas.
Además, en la lejanía, mientras estas dos facciones luchan, gastan recursos y dejan un rastro de muerte y destrucción a su paso, hay una tercera facción hasta ahora inédita en Crossfire que se presentará en unas semanas y que abrirá un nuevo horizonte para el juego.
Un título de estrategia de corte clásico
Como os dijimos hace unas líneas en Vandal hemos podido jugar a una demo técnica que estará disponible para otros jugadores próximamente y que, por el momento, nos permite jugar partidas multijugador o contra la IA de 1 VS. 1 o de 3 VS. 3 en dos mapas diferentes, por lo que estamos ante una primera toma de contacto destinada a solucionar algunos fallos del juego y en que los aficionados a la estrategia puedan dar su opinión sobre esta primera pincelada de Crossfire, ya que Blackbird Interactive nos ha insistido mucho en que quieren prestar mucha atención a los comentarios de la comunidad a la hora de realizar ajustes en el juego.
Durante nuestras primeras partidas hemos tenido la sensación de estar jugando a esos juegos de estrategia en tiempo real clásicos que tantas horas nos han tenido delante de la pantalla, recordándonos en muchas ocasiones sobre todo a Starcraft, algo que no tiene por qué ser malo ni mucho menos, sobre todo teniendo en cuenta que a Crossfire: Legion aún le queda mucho que añadir al juego.
Algo que nos ha gustado, al menos en esta primera prueba, es el ritmo de juego, con construcciones y unidades que se crean bastante rápido y que nos tienen activos en todo momento, sin que podamos relajarnos, pero midiendo muy bien el tempo para que tampoco nos agobiemos demasiado.
Hay cosas que nos han gustado mucho, como apostar por tener pocos edificios diferentes y, en lugar de eso, subirlos de nivel para poder acceder a unidades o tecnologías más avanzadas, así como también hemos quedado bastante satisfechos con el número de unidades disponibles, las mecánicas de combate o los poderes de facción de los que os hablamos anteriormente.
Eso sí, también se nota que estamos ante un primer test técnico y vemos que hay cosas que fallan o que se deberían añadir como el ya clásico botón que nos avise y nos lleve a ese "peón" que tenemos vagueando en algún lugar después de mandarle hacer una construcción o algunos problemas de superposición de datos en la interfaz, fallos que pueden solucionarse con facilidad y que a buen seguro se retocaran en el futuro, mientras que a nivel técnico nos hemos llevado una sorpresa por la estabilidad de esta primera prueba.
Cuatro meses de crecimiento sostenido
El inicio de año de Crossfire Legion va a estar cargado de contenido. De entrada, este mes de enero varios jugadores van a poder disfrutar de esta prueba técnica, mientras que en febrero se nos descubrirá la tercera facción y tendremos otra demo con nuevos mapas y todos los ejércitos disponibles. En marzo se añadirán modos y partidas por rango así como herramientas de comunicación mientras que en abril se añadirán personalización de armas y estará disponible una beta abierta en la que podremos acceder a más mapas y a nuevos modos de juego. Además, en el futuro también tendremos una campaña para un jugador que profundizará en la historia de Crossfire: Legion, aunque por el momento desconocemos si tendrá alguna relación con la que podremos ver en febrero en CrossfireX (recordad que en el shooter de Xbox la campaña está desarrollada por Remedy).
Un juego con papeletas de encantar a los amantes de los RTS
La primera toma de contacto con Crossfire: Legion ha sido positiva y se nota que Smilegate ha hecho bien en apostar por un estudio como Blackbird Interactive que cuenta con parte del talento que estaba presente en Relic y que ya nos ha demostrado que sabe hacer buenos juegos de estrategia en tiempo real.
Nosotros, por el momento, hemos disfrutado de Legion con unas partidas llenas de ritmo, con un sabor clásico y una buena jugabilidad, en un test que también tiene algunos pequeños fallos, pero que nos abre un hilo de esperanza para que este 2022, gracias a este título y a otros juegos del género que llegarán durante los próximos meses, vuelva a ser un gran año para los amantes de la estrategia.
Hemos realizado estas impresiones tras acudir a un evento de presentación virtual y jugar a Crossfire: Legion en PC gracias a un código proporcionado por Koch Media.