El primer Company of Heroes salió a la venta en 2006 y fue todo un éxito, con la crítica rendida a sus pies y millones de jugadores que se sumergieron en su interesante propuesta. Un juego de estrategia en tiempo real que transcurría durante la Segunda Guerra Mundial, desde el Día D hasta el final de la guerra, en enfrentamientos entre soldados estadounidenses y tropas alemanas.
Tras aquel éxito y una expansión titulada Tales of Valor, los canadienses Relic Entertainment se metieron de llenos en el universo Warhammer 40,000, con Dawn of War II y varias expansiones, y su primer juego de acción en tercera persona, el correcto Warhammer 40,000: Space Marine. Para suerte de los amantes de la estrategia en tiempo real bélica, el año que viene llegará la secuela de Company of Heroes, un título que ya está levantando mucha expectación, justificada, tras lo que hemos podido ver y probar.
Company of Heroes 2 estará ambientado otra vez durante la Segunda Guerra Mundial, pero esta vez en un lugar muy diferente, el frente del Este, las batallas del Ejército Rojo defendiendo la Madre Rusia de los invasores alemanes. Un conflicto menos tratado en el cine o los videojuegos pero que fue el más sangriento y cruento de la Segunda Guerra Mundial, con trece de las quince mayores batallas de toda la guerra, y más de 14 millones de muertos.
Esta crudeza y las peculiaridades del terreno, el clima y del Ejército Rojo van a ser reflejadas con el mayor realismo posible en el nuevo Company of Heroes, gracias al nuevo motor gráfico que ha desarrollado Relic para la ocasión, el Essence Engine 3.0. Un motor que ofrece una cantidad de detalles tanto es los escenarios como en los soldados pocas veces visto en un juego de estrategia en tiempo real, y que gracias al sistema ColdTech de climatología en tiempo real, no solo se va a quedar en algo visual, sino que además va a afectar a la jugabilidad.
El frío extremo de Rusia fue uno de los mayores hándicaps con los que contó el ejército Nazi, y tanto la nieve, el hielo como las extremas temperaturas van a jugar un papel fundamental en el desarrollo de las batallas. Durante los combates de este conflicto en 1941 se llegaron a alcanzar temperaturas de 40 grados bajo cero, con miles de soldados muertos por congelación. Esto se ha reflejado en la jugabilidad, y pudimos ver cómo en una demo que transcurría en las afueras de Moscú.
En nuestro avance el pelotón de soldados rusos se veía envuelto en una tormenta de nieve, incrementando el frío extremo, y un termómetro aparecía al lado de cada soldado indicando su temperatura corporal. Vas viendo como desciende, y si no acuartelas a tus soldados en un edificio o los mantienes al abrigo del fuego, van muriendo por congelación, quedando sus cadáveres en la nieve, algo bastante impactante.
La nieve cubre en tiempo real los escenarios, acumulándose sobre edificios y vehículos, dificultando el avance de los soldados y de los carros de combate, aunque todo es tan realista que las explosiones y el fuego de los lanzallamas la derriten. El hielo también hace acto de presencia, y en ocasiones tendremos que cruzar lagos helados, pero habrá que tener cuidado, ya que tanto los pies de los soldados como los vehículos o las explosiones pueden destruirlo, y podremos ver a nuestras tropas sumergidas en aguas heladas. Si lo utilizamos a nuestro favor destruyendo una capa de hielo para impedir el avance enemigo, no habrá que preocuparse, ya que el agua se vuelve a helar con el paso del tiempo.
En la nieve dejamos los rastros de las pisadas y de las ruedas de los vehículos, por lo que si son recientes el ejército enemigo puede seguirnos, pero también puede ayudarnos en medio de una fuerte nevada, borrando nuestro rastro. También hemos visto cómo el fuego de los morteros de los ataques aéreos es capaz de crear cráteres en el suelo helado, en tiempo real y de manera muy realista, lo que nos demuestra el poderío de este nuevo motor gráfico, que se va a convertir en un referente en los juegos de estrategia.
Pero todo este realismo en la climatología también se verá reflejado en el comportamiento del Ejército Rojo, con la polémica orden 227, famosa por la frase "¡Ni un paso atrás!". Esta fue emitida por Iósif Stalin y consistía en que ningún comandante tenía derecho a retirarse sin una orden, quien así lo hiciera estaba sujeto a un tribunal militar correspondiente a su nivel de jerarquía. Se crearon destacamentos de bloqueo para vigilar que las tropas del frente no retrocedieran y, en caso de que lo hiciesen, podían disparar a los "cobardes". Algo que vimos durante la demo y nos chocó bastante, cuando unos soldados rusos huyeron al verse desbordados, y sus propios compañeros los ejecutaban.
En Company of Heroes 2 controlaremos a pequeños pelotones de soldados, pero nunca grandes ejércitos. Habrá un nuevo sistema de coberturas, más realista que salvando las distancias, es similar al de los juegos de acción en tercera persona de los últimos años. Esto no quiere decir que nos podamos poner detrás de un muro a disparar tranquilamente, ya que si algo es sorprendente del nuevo motor gráfico es la detallada destrucción de los escenarios, desde árboles a muros, por lo que nunca estaremos a salvo mucho tiempo detrás de una cobertura.
Las batallas serán épicas, se trata de un juego bastante espectacular, pero sin perder nunca la perspectiva de que estamos ante un título de estrategia, que por lo que pudimos ver en la demo es muy fiel a la primera entrega. Habrá que pensar cada movimiento, y una mala decisión puede volverse en toda una pesadilla. Estrategia en tiempo real sí, pero mucho más cerebral, táctica y pausada que RTS tipo Starcraft.
Otra novedad es el nuevo sistema de visión del campo de batalla, llamado True Sight, haciendo que solo podamos ver la parte del campo de batalla que nuestros soldados pueden ver, estando el resto cubierto por la "niebla de guerra" –un manto oscuro que no nos permite ver ciertas zona-. Si un edificio o incluso una granada de humo impiden la visión, nuestros soldados no podrán ver al enemigo.
Vimos y jugamos algunas batallas, y comprobamos la importancia de saber desplegar a nuestros soldados en cada situación. Por ejemplo una casa defendida por unos nazis, a los que mientras manteníamos a raya detrás de un muro enfrente de la entrada principal, rodeamos por un costado con un soldado que portaba un lanzallamas, que prendió fuego la casa, haciendo salir a sus inquilinos. Podremos no solo destruir los vehículos enemigos, sino también tomarlos, por lo que habrá que valorar en cada situación si podemos pararlos sin destruirlos, para utilizarlos a nuestro. Algo muy similar a lo que ocurre con los puestos de ametralladora, que una vez tomados podemos coger esta potente arma y colocarla donde queramos.
Un de las característica del ejército Nazi era que cuando se veían desbordados, se replegaban para volver con más tropas. Esto lo vimos reflejado en una situación en la que tomamos un puesto de ametralladoras, que abandonaron al ver que les superábamos en número, pero no tardaron mucho tiempo en volver con el doble de efectivos, una circunstancia que se repetirá a menudo y para la que tendremos que estar preparados.
Todo lo que hemos visto hasta el momento de Company of Heroes 2 nos parece excelente, y los fans del primero, así como cualquier amante de la estrategia, debería ir frotándose las manos. Además de una completa campaña para un jugador, habrá multijugador tanto competitivo como cooperativo, el que todavía no hemos podido ver en acción ni conocer sus detalles, pero que será uno de los pilares sobre los que se sustentará esta secuela. Llegará a principios de 2013, y no tenemos ninguna duda de que será uno de los mejores juegos de estrategia del año que viene.