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Fecha de lanzamiento:
NDS:
WiiU:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Nintendo
Producción: Nintendo
Distribución: Nintendo
Precio: 39.95 €
Jugadores: 1
Formato: Tarjeta
Textos: Español
ANÁLISIS

Avance The Legend of Zelda: Spirit Tracks

Las hazañas de Link dejarán tras de si un rastro de vapor en Nintendo DS.
Versiones NDS, Wii U. También disponible en Wii U.

Continuación directa del legado de su hermano mayor, The Legend of Zelda Phantom Hourglass volvió a contar con aquel característico y llamativo cell shading para su apartado visual, eje de la polémica que en su día suscitó la presentación de la entrega Wind Waker para Gamecube. Armado con un control intuitivo y eficaz, las aventuras de Link en la portátil de Nintendo concurrían de isla en isla, sorteando nuevamente los innumerables peligros del mar en busca de fascinantes tesoros. Ahora, y tras un video en la reciente Games Developer Conference como primera toma de contacto, The Legend of Zelda: Spirit Tracks recupera la fórmula de su antecesor, desatando nuevamente la expectación entre los fieles adeptos a la franquicia. Dejando a un lado el vasto océano, los raíles de la estación apuntan ya hacia nuevas aventuras.

Rumbo hacia nuestro destino

Debido a su reciente presentación, la trama de Spirit Tracks apenas se ha dado a conocer, intuyendo la existencia de algún poderoso mal que amenaza a nuestro protagonista y su inquebrantable espíritu como valiente guerrero. Partiendo de la base jugable del anterior capítulo de la saga, The Legend of Zelda: Spirit Tracks deja a un lado los misterios del mar para conformar un mundo interconectado por una completa maraña de vías.

Con ello, y a los mandos de un pequeño tren, podremos visitar todas y cada una de las localizaciones del título, prestando especial atención a los cambios de vías que nos conducirán a diferentes direcciones.

Tal y como ocurría con Phantom Hourglass, nuestro fiel medio de transporte incluirá para la ocasión la posibilidad de acoplar un cañón, perfecto para liquidar a los molestos enemigos que nos salgan al paso, y quienes en multitud de ocasiones, bloquearán el avance conforme nos vayamos acercando. De manera muy acertada, la búsqueda de tesoros y el despachar cualquier amenaza hostil supondrán un continuo y perfecto entretenimiento ligado a nuestros viajes, amenizando la travesía para finalmente alcanzar nuestro objetivo en el mapa.

Difícilmente más sencillo, la lluvia de cañonazos será posible gracias a la pantalla táctil, donde simplemente deberemos marcar el punto exacto al que queramos dirigir nuestro próximo disparo. Como resultado, este sistema nos obligará (en cierta medida) a prestar una correcta atención en el transcurso de los desplazamientos, no dejando caer al juego en la peligrosa monotonía de ir de un lado para otro sin poder interactuar con el entorno.

Alcanzado nuestro destino, la búsqueda habitual de nuevas zonas y las siempre clásicas mazmorras encerrarán numerosos secretos, adentrándonos de lleno en la estupenda jugabilidad que tan bien supo funcionar hace apenas un año y medio. Aquí, de nuevo el manejo de Link vendrá dado por la pantalla táctil, señalando con nuestro lápiz el recorrido que deberá trazar el personaje, y sorteando al mismo tiempo obstáculos y rivales por igual. Pero en caso de querer encararlos, la pulsación prolongada sobre cualquier monstruo hará que Link cargue contra él, efectuando diversos mandobles de espada que terminarán por liquidarlo. Del mismo modo, tan solo dibujando un simple círculo alrededor de nuestro héroe será suficiente para efectuar el torbellino característico de la serie, pudiendo dañar a varios objetivos al unísono.

Vista la mecánica, resulta interesante comprobar la ristra de posibilidades que ofrece su control, integrando incluso una manipulación de algunos enemigos para resolver ciertos acertijos. Útiles marionetas para explorar zonas peligrosas, el control momentáneo de estas criaturas nos permitirá traspasar muros de fuego, desvelar las trampas del lugar, e incluso hacer frente a enemigos muy peligrosos, todo ello a modo de señuelo para terminar despejando algún que otro punto débil a la espalda de los mismos y asestarles un buen golpe. Combinando ingenio y habilidad, el uso de estas capacidades se tornará vital para avanzar, alternando puzles que pondrán a prueba nuestro ingenio al tiempo que nos invitan a pensar.

Decididos a no ponernos las cosas nada fáciles, los enfrentamientos contra jefes finales de cada zona harán uso de ambas pantallas de la consola, máxime con criaturas que nos superarán ampliamente en cuanto a proporciones se refiere. Verdaderamente espectaculares, estos guardianes de alguna que otra preciada recompensa se encargarán de ponernos en serios apuros, obligándonos a memorizar sus rutinas de ataque y conformar una buena estrategia para terminar derrotándolos.

Por si fuera poco, en esta nueva entrega Link podrá generar corrientes de viento, alejando a los rivales para que caigan por un abismo o acercándonos algún objeto que se encuentre en una zona inaccesible. En cuanto a la exploración, queda por comprobar el grado de sigilo del que hará gala Link en esta ocasión, siendo un componente muy presente en el anterior Phantom Hourglass, así como la repetición de alguna que otra mazmorra a mitad de la aventura, algo que en su momento resultó ser más tedioso de lo esperado. Por suerte, las bondades de este Spirit Tracks son prometedoras, mejorando la experiencia (aun más) de nuestro veterano héroe por la portátil de Nintendo.

Potencia condensada

Desafiando las capacidades técnicas de Nintendo DS, The Legend of Zelda: Spirit Tracks muestra un motor sólido y pulido, aportando una cámara cenital, y dibujando un llamativo estivo visual que nos sumerge de lleno en una emocionante experiencia. Desde el principio, el particular medio de transporte nos permitirá recorrer grandes extensiones de terreno, viendo como a medida que nos acercamos las distintas localizaciones empiezan a hacerse más visibles, revelándose detalles en las fachadas de las casas y los alrededores del lugar.

Sin apenas darnos cuenta, los viajes en nuestro tren se convertirán en pequeños desafíos de puntería y habilidad, pudiendo simplemente contemplar la belleza de los escenarios mientras nos deleitamos con el omnipresente traqueteo de la locomotora. A nivel facial, los rasgos de Link y compañía volverán a reflejar el estado de sus emociones, aportando un toque de inmersión que nos hará partícipes de las preocupaciones o alegrías de nuestro héroe. Además, las animaciones de los personajes y su correcto poligonaje se mezclarán con una gestión de partículas y luces perfectamente recreadas, intercalando heroicas gestas mediante secuencias cinemáticas recreadas por el propio motor gráfico del título.

Sin lugar a dudas, Phantom Hourglass supo mezclar de manera satisfactoria algunos de los elementos más clásicos de esta longeva licencia creada por Shigeru Miyamoto, todo ello junto a las capacidades de control únicas de una máquina como Nintendo DS. Ahora, The Legend of Zelda: Spirit Tracks nace para reafirmar esa buena adaptación del género, regalando un compendio de música y puesta en escena que consigue transportarnos a un mundo mágico. A la espera de más detalles por desvelar, los incondicionales adeptos a las buenas aventuras deberán marcar pronto una fecha en su calendario. A lomos de nuestra locomotora, el paseo promete ser fantástico.