Cuando la era de los gráficos poligonales daba sus primeros pasos en las consolas domésticas, Argonaut y Nintendo desarrollaron en 1992 el primer Star Fox, saga que desde entonces ha aparecido en todas las consolas de sobremesa de la compañía y que llegará por primera vez a una portátil de la mano de Nintendo DS. Tuvimos la posibilidad de probar el juego hace unas semanas, antes de que iniciase su andadura en otros mercados. Ahora, que se acerca su lanzamiento en nuestro continente, es un buen momento para ver qué podrá ofrecernos este Star Fox: Command.
El juego nos mostrará una estética muy inspirada en el original de Super Nintendo, aunque, por supuesto, aprovechando la superior potencia de la portátil, de manera que se perfila en un nivel técnico similar a la entrega de Nintendo 64, manteniendo un estilo de juego que, del mismo modo, se mantiene en la línea de las entregas clásicas, alejándose de los planteamientos que Namco introdujo en la versión para GameCube.
Las primerísimas impresiones que transmite la demo que jugamos en este sentido son muy positivas, pues se intuye desde un primer momento el regreso a las raíces, algo que será muy satisfactorio para quienes no quedaron satisfechos con el último juego de la saga y que, al mismo tiempo, es garantía de calidad. No podemos decir lo mismo del sistema de control, que se nos antojó tosco y no muy ajustado a las necesidades jugables del planteamiento del desarrollo de la acción.
Seriamente preocupados –debemos confesarlo- por la combinación de control táctil y tradicional, poco a poco descubrimos las ventajas del sistema desarrollado y nos fue convenciendo según pasaban los minutos. Al final, con el control dominado, la experiencia de juego resultó grata, con las pequeñas aristas propias de una versión todavía inacabada de un juego, que estamos convencidos que se habrá corregido en la versión final. Nos referimos, en concreto, a la respuesta de la pantalla táctil, que no siempre era tan sensible como hubiésemos deseado. Eso sí, salvo ese aspecto, lo cierto es que el sistema funciona pese a la nefasta impresión inicial, y nos hace intuir que los jugadores tendrán que dejarle al título un margen de, quizás, unos quince minutos antes de sentirse cómodos con él. Nosotros, al menos, así lo necesitamos, aunque lo cierto es que veníamos de jugar unas intensas partidas multijugador a Star Fox Assault, y eso pudo influirnos.
Lo que más nos llamó la atención fue el replanteamiento de la saga en esta entrega, al contar con un Fox McCloud solitario ahora que sus compañeros han sido promocionados, como Peppy que ahora es general, o han optado por seguir su propio camino, como el solitario Falco. Controlando sólo naves espaciales, como en el juego original, estaremos ante un juego en el que podremos movernos libremente por los escenarios dentro de un rango bastante amplio, dejando atrás el estilo de juego "sobre raíles."
Pero volvamos al control. El peso de éste recae sobre la táctil principalmente, manejando la altitud y los movimientos de la nave usando el stylus para que se desplace por la pantalla. En un primer momento, como ya hemos comentado, el sistema puede ser tosco, pero poco a poco descubrimos que nos proporciona una gran precisión en casi todas las circunstancias, siendo complejo con ciertos movimientos, como al acelerar o decelerar, así como al hacer el giro en barrena, aunque habrá que ver si la versión final cuenta con más opciones de control. En Star Fox: Command, el resto de botones (frontales y laterales) son de disparo, al igual que la cruceta, haciéndolo así apto para diestros y zurdos, algo que siempre ha tenido en cuenta Nintendo con esta consola.
Lo más destacado será, con todo, el componente estratégico introducido en el juego y que no pudimos probar muy a fondo por las limitaciones propias de la demo. En líneas generales, tendremos que planear la ruta de vuelo de la nave teniendo en cuenta múltiples factores, como la situación de los enemigos o los accidentes geográficos, cuando los haya. Será, por tanto, importante desarrollar una estrategia que nos permita superar las fases al mismo tiempo que debemos proteger la nave nodriza Great Fox (lo que implicará, irremediablemente, el final de la partida).
Esta nueva orientación parece que potenciará el desarrollo del juego ofreciendo varios modos de superar la aventura, por lo que entendemos que puede redundar muy favorablemente en el modo para un jugador, mejorando sustancialmente lo visto en GameCube. Por su parte, el multijugador no ha sido descuidado, al incluir multijugador en red gracias a la Nintendo WiFi Connection, con hasta cuatro participantes (y seis en red local). Aunque no hemos podido probar esta modalidad de juego todavía, parece que incluirá todas las opciones de juego clásicas que pueden hacer de éste un divertido título en esta vertiente. Esperamos, al menos, que así sea.
Así pues, todo indica que estamos ante un juego que puede convertirse en un gran título dentro del catálogo de la portátil, con pequeños detalles que deben corregirse (mejorar un poco el control, ciertas ralentizaciones ocasionales que hemos detectado, etc.), pero que son en todo caso menores, pese a no haber probado el juego en su estado final.