Después de años y años del RPG japonés más puro, de ofrecernos historias dignas de película, de arrancarnos alguna lágrima y dejarnos horas sin poder despegar la vista del televisor, la serie Final Fantasy es sin lugar a dudas una de las sagas más importantes y reconocidas del territorio nipón, con permiso del fontanero de Nintendo.
Tanto es así que con el tiempo el universo se ha ido abriendo a más y más géneros. Estrategia al más puro estilo retro con FF Tactics, juegos más centrados en la acción como el último Type-0, Crisis Core o Dirge of Cerberus, juegos de lucha clásica tan originales como Dissidia o incluso algunas regulares incursiones en el Mmorpg con su décimo primera y décimo cuarta entrega. En general un universo que da mucho de sí, muchos títulos muy interesantes y otros no tanto.
Pues bien, si algo le quedaba por explorar a Final Fantasy era el género musical, un tipo de videojuego que quizás no encaja mucho en un primer momento, pero dados a pensar en ello dos veces, nos damos cuenta de que muchas de las melodías de la saga están grabadas a fuego en nuestra memoria. Seguro que muchos podéis recordar el desenlace de Aeris y la música que le acompaña, la canción orquestal de la batalla con Sephirot o el principio de Final Fantasy VIII cuando pelean Squall y Seifer por ejemplo.
Pues bien, aquí tenemos un juego musical que no tiene una jugabilidad extremadamente complicada o grandes extras como Project Diva, sino más bien simple, pero que todo gran fan de Final Fantasy disfrutará a su manera.
Sencillo y siguiendo la esencia Final Fantasy
Si nos referimos a la mecánica de cómo funciona este título musical, la esencia no difiere en mucho de la base de otros títulos del género, pulsar el botón en el momento preciso en que se indica, aunque en este caso, el botón pasa a ser el panel táctil. Los diferentes movimientos que se nos puede solicitar van desde un simple toque en el panel táctil, hasta un leve y breve deslizamiento en la dirección indicada o bien en la pulsación, retención y levantamiento del lápiz táctil en el momento preciso. Por supuesto la combinación de todos estos movimientos no nos pone las cosas fáciles en los niveles más difíciles. Estos movimientos determinados pueden ser realizados en cualquier lugar de la pantalla táctil, sin tener que realizarlos en algún lugar específico.
Una vez hemos arrancado el juego, lo primero que deberemos hacer es crear un perfil y escoger entre 13 personajes, uno por cada Final Fantasy, el que será nuestro grupo de aventureros. Estos personajes tienen sus características tales como salud, suerte, fuerza, etc, subirán de nivel con cada batalla (musical) y evolucionarán con diferentes habilidades y objetos. Como podéis ver en algunas de las imágenes Cloud, Squall, Kain y compañía tienen más parecido a Pocoyo que a sus verdaderos iconos, debido a la estética al estilo japonés de deformar a los personajes para darles ese toque infantil.
Y es que a pesar de ser un juego musical, está envuelto de tal manera que todo tiene cierta relación con Final Fantasy. Por ejemplo cada personaje puede equiparse con ciertas habilidades que mejoren estas características o bien con ciertos ataques especiales para las batallas (de las que hablaremos más adelante). Incluso podremos equiparnos con un objeto por personaje por ejemplo con diferentes pociones para recuperar nuestra vida, que no es más que una barra que decrecerá con cada pulsación a destiempo. Si fallamos mucho, nuestro grupo morirá y la canción se dará como incompleta.
Saga, Challenge y Chaos
Estos tres son los modos de juego disponibles en Theatrhythm, pero que no os engañe la diferencia de títulos, viene a ser prácticamente lo mismo, pero presentado de diversas maneras.
En primer lugar iremos al modo principal, el modo saga, donde podremos elegir entre uno de los 13 diferentes Final Fantasy, (a lo que nos preguntamos, ¿qué paso con el XIV?) . Dentro de cada una de las sagas tenemos 3 canciones más dos demos que nos servirán para sacar unos puntos extras o practicar un poco. Así pues cada uno de los capítulos fluye de la siguiente manera:
-Introducción: Se nos muestran algunas imágenes y textos del capítulo en cuestión al mismo tiempo que vamos practicando pulsaciones y ganando unos puntos extras, pero la gran mayoría de las veces le daremos al botón "Saltar introducción".
-Field Music: En esta fase podremos ver a uno de nuestros personajes caminando por lo que se supone es el mapa del capítulo en cuestión. Así por ejemplo mientras camina podemos ver cómo va dejando atrás ciudades como Midgar en FFVII, Los jardines en FFVIII etc. Sólo se nos mostrará una línea de "notas" que deberemos pulsar cuando pase por el círculo hueco oportuno, aunque parezca fácil, las diferentes combinaciones entre pulsar, pulsar y arrastrar, mantener pulsado, arrastrar y vuelta a pulsar repetidamente, nos pondrán las cosas difíciles en el futuro. En esta fase, además, durante un determinado momento si acertamos las notas indicadas, pasaremos a ser un Chocobo, por lo que la canción se hará más corta y por lo tanto con menos riesgos de fallos. Dentro de las tres fases, ésta es quizás la de dificultad intermedia.
-Battle Music: El aspecto de esta fase está coordinado como si fuese la típica batalla de FF. Un monstruo al lado izquierdo y nuestros cuatro personajes al lado derecho. En esta ocasión los diferentes indicadores de pulsación, o "notas" como les hemos llamado hasta ahora, se moverán hacia los huecos que tiene cada uno de nuestros personajes. Así por ejemplo por cada acierto, nuestros personajes golpearán al enemigo. De ahí la importancia de las habilidades anteriores, cuanto más fuertes son nuestros personajes, más efectivos son contra los enemigos por cada nota bien pulsada en este modo. Así en una misma canción iremos acabando con contrincantes conocidos como el Cactillo, el Bomb etc, los cuales se irán sucediendo según mueran hasta el final de la canción. Además, una vez vencidos estos enemigos nos darán objetos, teniendo incluso bosses del estilo de Sephirot o Jenova. Por último al igual que en el anterior modo si acertábamos ciertas notas durante un tiempo podríamos pasar al modo Chocobo, en este modo batalla si acertamos una cierta cantidad de notas en un tiempo determinado realizaremos una invocación aleatoria como Ifrit, Shiva u Odín. Además de conseguir un ataque que dañe mucho más al enemigo, las cuatro líneas de notas pasarán durante un tiempo a una sola, poniéndonos las cosas más fáciles. Esta fase es sin duda la más complicada.
-Event Music: Este es la tercera y última fase realmente importante y tiene gran parecido a la primera y es sin duda la que más gustará a los fans de la saga. Mientras vamos pulsando para pasar la canción podremos ver los inolvidables vídeos de los diferentes títulos. Algo menos impresionantes en las primeras entregas pero mucho más emotivos a partir de la VII. A pesar de que se reservan las mejores canciones para estos momentos mientras se acompañan de los fantásticos vídeos que nos hicieron reír y llorar, el principal problema es precisamente ese. Es difícil concentrarse cuando llega el momento de pulsar el panel táctil teniendo detrás de las indicaciones a Yuna bailando, a Squall y Rinoa en la secuencia del Vals o la muerte de Aeris.
-End: Final de la saga, nuevos textos e imágenes y demo de canción para sacar puntos extra. Lo más destacable el botón de "skip".
Así pues cada uno de los capítulos de la saga cuenta con estas tres importantes fases, field, battle y event. Diferentes modos de mostrar la misma jugabilidad pero envolviendo el concepto como si de un FF se tratase. Especialmente en las batallas con las que cada pulsación correcta supondrá un golpe al enemigo, contando también con invocaciones y golpes críticos u habilidades y objetos de uso automático.
Si hablamos de los otros dos modos, sólo deberíamos comentar lo mismo pero de diferente manera. El modo challenge se abre una vez hemos pasado el modo saga, y no es más que la repetición de las mismas canciones pero con el nivel de dificultad normal (saga es bastante sencillo). Una vez hemos acabado este con grado A o S se abrirá el modo difícil.
El modo Chaos por su parte es el que nos permitirá jugar con otros cuatro amigos en modo local, o bien en solitario, y en el que nos propondrá de manera aleatoria dos canciones pero de diferentes entregas (fase field y fase battle exclusivamente), aunque nada especialmente nuevo.
El objetivo de pasar una y otra vez las canciones en diferentes modos, en diferentes dificultades, etcétera, no es más que conseguir más puntos para seguir desbloqueando contenidos como canciones (para escuchar), una álbum de cromos, películas u otros personajes. Ahora bien conseguir todos los personajes es una dura tarea, ya que por ejemplo tras 10 horas de juego quizás hayas podido desbloquear sólo a uno más extra.
Adorables pequeñines
El apartado gráfico del título no es sin duda su punto más fuerte. Si bien es cierto que los modelos se muestran bastante afables y con ese estilo japonés de super deformed, en realidad son modelos bastante simples, en los que todos parecen el mismo personaje con diferentes peinados. Corría el rumor de que el título planeaba lanzarse en DS y tampoco sería algo descabellado de pensar. Sin embargo también este tipo de diseño tiene sus fans, más otakus quizás, pero también en gran número.
Sin embargo si el juego destaca en algo es en su otra faceta, la musical, reuniendo en un solo título multitud de obras del genio Nobuo Uematsu que han conmovido a muchos lo largo de los años, al mismo tiempo que muestran vídeos inolvidables para los grandes fans y en general tratando de explotar al máximo este apartado sonoro.
Por supuesto dependiendo del rango de edad, la cosa cambiará. Para los más veteranos, ese estilo retro de los primeros FF les entusiasmará, los cercanos a los treinta quizás recuerden más las melodías de FFVII y VIII (no tenemos la canción de "los turcos" chicos) y para los más noveles quizás las melodías a partir de FFX serán sus favoritas.
Un título sólo para algunos, que no son pocos
Puestos a valorar el título y con antecedentes en portátiles del calibre de Project Diva, sólo podemos afirmar que Theatrhtythm no da la talla en el sentido jugable o de heterogeneidad de modos o extras. Project Diva incluye un editor de canciones, de vídeos y de coreografías, y FF Theatrhythm unos diseños más bien simplones y una rejugabilidad limitada.
Sin embargo no hay que quitarle el verdadero valor al título, el cual realmente creemos es más de coleccionista que de jugón. Es un juego creado, preparado y destinado para los fans de Final Fantasy, para poder disfrutar una y otra vez de canciones que acompañaron a estos videojuegos que marcaron época.