Análisis Halo Reach: La última entrega de Bungie brilla 10 años después (Xbox One, PC)
El 3 de diciembre Halo Reach llegaba remasterizado a Xbox One (a través de la Halo: The Master Chief Collection, donde hay que comprarlo si tenías el recopilatorio de antes) y a PC (donde es el primer título de la serie desde el 2007). La última vez que Bungie tuvo algo que decir en la saga del Jefe Maestro firmó un shooter que en 2009 se percibía como una de las mayores superproducciones de Xbox 360 y de la generación. Diez años después, 343 Industries firma una versión potenciada gráficamente que no solo hace que el título parezca un juego publicado a principios de esta generación, sino que, de algún modo, se siente fresco en el panorama del género en estos tiempos. Vamos a empezar con esto último.
Reach parece innovador en 2019
Pensad en los grandes nombres de los juegos de disparos de los últimos años. Todos ellos (quizá a excepción de DOOM), sin desmerecer ni mucho menos su base jugable, han dedicado gran parte de sus esfuerzos en complejizar la fórmula añadiéndole elementos de personalización y números que indican el daño de nuestras armas, o convirtiendo la experiencia en una película de acción hollywoodiense donde las set pieces son las protagonistas. Por la ausencia de todo eso, enfrentarse a Halo Reach ahora hace que la experiencia se perciba innovadora.
La campaña de aproximadamente diez horas (que podemos jugar en cooperativo online y local, con diferentes modos de dificultad y con modificadores que varían los enfrentamientos) es, tratándola desde la perspectiva de 2019 y no como un juego viejo, tremendamente divertida y espectacular. Es cierto que el melodrama del que hace gala la historia no funciona tan bien como en la década pasada; por suerte, el guion y la forma de transmitir emociones de los videojuegos ha evolucionado en los últimos años.
Pero eso no entorpece el desarrollo de un argumento del que ya conocemos su catastrófico final para la humanidad antes de ponernos a los mandos. El juego constantemente nos está planteando situaciones nuevas en escenarios muy bien diseñados: enfrentamientos en campo abierto, combates con mucha verticalidad en las azoteas de una ciudad, incursiones sigilosas por lagos y montañas, infiltraciones armados hasta los dientes en naves alienígenas, fases con vehículos terrestres y aéreos y hasta un momento inolvidable en el espacio exterior.
Todo ello mientras hacemos uso de un amplísimo plantel de armas muy satisfactorias y únicas al apretar el gatillo para acabar con unos enemigos variados, con rutinas de combate que en muchos casos nos pondrán las cosas difíciles (en dificultad normal hemos muerto en una decena de ocasiones) y con una inteligencia artificial que ya le gustaría a la mayoría de shooters del momento. Hay que tener en cuenta las habilidades con las que podemos equipar a nuestro Spartan, que supusieron una de las novedades de peso de esta entrega: esquivas, camuflajes de distinto tipo, invulnerabilidad temporal, jetpacks y correr.
Porque en Halo: Reach, por muy extraño que nos pueda parecer hoy día, no hay un botón de correr, sino que es una habilidad que podemos elegir descartando otros poderes. Este es solo uno de los elementos que confieren al juego un ritmo muy distinto a las propuestas actuales, que nos obliga a tener en cuenta que no podemos huir con facilidad de las situaciones más complicadas. Algo que se nota, sobre todo, en el online.
Un multijugador online muy personalizable
Habíamos olvidado demasiado rápido lo increíblemente divertido, directo, variado y bien pensado que es el multijugador de Halo. Es cierto que echamos de menos los modos Forja y Teatro que llegarán, mediante actualización gratuita, más adelante. Pero la desazón que nos produjo ver que no podíamos crear todavía nuestros propios mapas se nos disipó en cuanto pasamos un puñado de horas en un multijugador competitivo que sigue siendo una experiencia única a medio camino entre la locura de Destiny y la precisión que exige Counter-Strike; y un multijugador causal repleto de propuestas distintas: hemos participado en campos de batalla enormes repletos de verticalidad y atajos para capturar zonas de control, en enfrentamientos dos contra dos repletos de tensión, en combates cuatro contra cuatro que se convertían en un descontrol de granadas y disparos de Aguijón volando por todos lados, y hasta en una suerte de Rocket League donde armados con palos gigantes teníamos que meter una pelota de golf enorme en la portería de los rivales.
Esa variedad y personalización se aplica también al modo Tiroteo. Tras el éxito del modo Horda de Gears of War 2, Bungie adaptó la fórmula en su Halo 3: ODST y la refinó al extremo en este Reach. Se trata de un modo cooperativo para cuatro jugadores que o bien nos pide aguantar oleadas de enemigos todo el tiempo que podamos, o defender distintos puntos del mapa ante los ataques del Covenant. Pero si la lista de juego tradicional ofrece momentos tensos donde el charlar con nuestros compañeros es imprescindible, la lista casual da, como en el multijugador, situaciones de locura, como una en la que solo teníamos armas explosivas con munición infinita. A la personalización in game hay que sumar la que pueden ofrecer los mods: la versión de PC puede arrancarse en modo tradicional o en modo sin antitrampas y con mods, lo que a buen seguro generará modos y modelados bastante locos.
La remasterización parece un juego de principios de esta generación
Pero parte de la culpa de que todo esto se disfrute hoy igual o más que en 2009 se debe al trabajo de remasterización, irregular, pero sorprendente. Para este análisis hemos jugado al título tanto en Xbox One X como en PC. En consola el juego funciona a 4K y 60 FPS estables casi en todo momento: hemos visto ralentizaciones extrañas en el nivel de Nueva Alejandría aunque no hubiera enemigos en pantalla. Las texturas de armas, del modelado de los Spartan, de la mayoría de los elementos del escenario y de los efectos, entre otras cosas, han aumentado muchísimo en resolución, pero contrasta con ciertos elementos que no se han remodelado demasiado – algo que chirría sobre todo en las cinemáticas – y las ocasionales generaciones de sombras espontáneas. Lo que nos ha dejado boquiabiertos constantemente son esos fondos casi mágicos de los escenarios, que tienen un nivel de detalle sorprendente y que, combinado con el HDR, genera vistas espectaculares potenciadas por una iluminación muy mejorada.
En PC lo hemos jugado a 1080p (llega hasta 4K), pero la adaptación al compatible es muy buena, aunque no genial. Hemos echado en falta más opciones de personalización gráfica: solo nos permite elegir entre un modo que potencia el rendimiento, otro que deja los gráficos como en el juego de Xbox 360 (pero con más resolución), y el modo remozado de esta remasterización. A ello hay que sumar otras opciones, como que la interfaz se adapte a los monitores ultrapanorámicos, que podamos alterar el campo de visión, y lo más importante, la tasa de fotogramas por segundo desbloqueada con sincronización vertical: jugar a Tiroteo a 144FPS es una experiencia muy frenética. Al control con ratón y teclado, evidentemente, se le echa en falta esa vibración del mando que hace única cada una de las armas, pero una vez te acostumbras a la configuración de teclas (de manera predeterminada, algo distinta a los shooters actuales) parece como si la saga Halo siempre hubiera pertenecido a los ordenadores.
Tampoco podemos dejar de comentar el cross-save. Aunque cada vez más juegos lo incorporan, sigue pareciendo magia que podamos terminar una misión en consola y continuar la campaña en ordenador, o viceversa; los objetos desbloqueados en el multijugador también se conservan entre plataformas, y entre el Halo Reach de Xbox Game Pass y Steam. Sí hemos echado en falta que hubieran incluido juego cruzado entre consola y PC de algún modo, quizá con una lista de juego que obligara a los usuarios de ordenador a jugar con mando.
Conclusiones
El remozado apartado visual ayuda a hacer más disfrutable Halo Reach diez años después de su lanzamiento. Pero lo que no nos esperábamos es que el juego por sí mismo (por su diseño de niveles, su inteligencia artificial, el ritmo de su campaña, su completo y variado multijugador) se sintiera hoy día no solo vigente, sino un soplo de aire fresco respecto al resto de propuestas actuales del género. Es un imprescindible para los aficionados de los juegos de disparos, y jugarlo solo nos ha hecho más imposible la espera hasta el prometedor Halo Infinite.
Hemos analizado Halo Reach en PC y Xbox One X. Microsoft España nos ha ofrecido un código del juego de la versión de Steam.