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Fecha de lanzamiento:
Switch, PC, XSX, PS5, PS4, XBOne:
También en: PC XSX PS5 PS4 XBOne Switch
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Riot Forge
Producción: Riot Forge
Distribución: eShop
Precio: 29.99 €
Jugadores: 1
Formato: Digital
Textos: Español
Voces: Español
Online: -
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Análisis The Mageseeker: A League of Legends Story, las cadenas de la magia (Switch, PC, Xbox Series X/S, PS5, PS4, Xbox One)

El estudio español Digital Sun nos trae una nueva y entretenida aventura de acción con toques de rol ambientada en el universo de League of Legends.
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Actualizado: 17:39 14/4/2023
Análisis de versiones Switch, PC, Xbox Series X/S, PS5, PS4, Xbox One.

La apuesta de Riot Games en los últimos años por diversificar la marca de League of Legends para llevarla a nuevos terrenos con todo tipo de productos derivados no podría parecernos mejor. A fin de cuentas, estamos hablando de un juego con una enorme cantidad de personajes carismáticos y con un trasfondo argumental muy interesante que pedía a gritos ser explorado en otros formatos más accesibles y menos intimidantes para el público en general que el de un MOBA y su feroz entorno competitivo.

Esto ha dado como resultado que hayamos podido disfrutar de esa maravilla audiovisual que es Arcane y que en videojuegos se haya creado Riot Forge, un nuevo sello de Riot Games cuyo objetivo es encontrar a los mejores estudios posibles para desarrollar títulos basados en la licencia que ayuden a expandir este universo para que llegue a más jugadores, independientemente de su nivel de conocimientos sobre el MOBA.

Gracias a esta iniciativa, hemos podido jugar a Ruined King: A League of Legends Story, un RPG muy notable y recomendable de los creadores de Battlechasers, así como de Hextech Mayhem: A League of Legends Story, una especie de runner rítmico de los responsables de Bit.Trip Beat no demasiado brillante que se limitaba a cumplir y poco más. Por suerte, esto no se va a quedar aquí y en el futuro nos aguardan proyectos como el interesante Convergence: A League of Legends Story de Double Stallion o el prometedor Song of Nunu: A League of Legends Story de Tequila Works.

Pero antes de mirar al futuro nos toca centrarnos en el presente, ya que en apenas cuatro días se pondrá a la venta The Mageseeker: A League of Legends Story, un nuevo juego de rol y acción desarrollado por Digital Sun, a quienes probablemente conoceréis por ser el estudio español detrás de Moonlighter. ¿El resultado? Un título disfrutable, pero con una serie de carencias que lastran la diversión más de lo que nos hubiera gustado.

La revolución de los magos

Así pues, su historia nos lleva hasta el reino de Demacia, una sociedad que prohíbe la magia y que persigue a aquellos que nacen con este don para encarcelarlos, aprovechar sus poderes o ejecutarlos.

A nosotros nos tocará encarnar a Sylas, un mago que tras 15 años de cautiverio consigue escapar de su prisión y prender fuego a la ciudad, desencadenando el caos en su huida e inspirando a otros que están en su misma situación a iniciar una revolución contra la tiranía de la nación y su cuerpo de cazadores de magos.

La historia y sus personajes es de lo mejor del juego.

Partiendo de esta premisa, el título consigue articular un relato muy entretenido que ha mantenido nuestro interés desde el principio hasta el final gracias a las situaciones que se van sucediendo, los temas que toca y el carisma de sus personajes, cuyas interacciones, conflictos internos y reacciones nos han parecido muy creíbles, así como el desarrollo que se le ha dado a cada uno.

Unos combates agotadores y faltos de variedad

Centrándonos ya en lo puramente jugable, decir que estamos ante una aventura de acción de perspectiva aérea con leves toques de rol en la que deberemos superar una serie de misiones donde nuestro único objetivo será avanzar por unos escenarios extremadamente lineales repartiendo guantazos a todo lo que se cruce en nuestro camino.

Los niveles suelen ser muy lineales, algo que a veces se intenta camuflar sin éxito introduciendo abismos que podemos sortear con las cadenas, con el movimiento de esquiva o derribando árboles.

Para combatir dispondremos de un botón para golpes flojos, otro para ataques fuertes que nos permiten romper escudos y un tercero para esquivar, acciones a las que debemos sumarle la posibilidad de lanzar hechizos y utilizar nuestras cadenas tanto como gancho para acercarnos a los enemigos y sortear abismos como para "robar" a nuestros rivales sus conjuros, permitiéndonos usarlos contra ellos.

No es un juego que base sus batallas en la realización de combos complejos, ya que apenas hay y casi siempre repetiremos los mismos, por lo que su principal atractivo reside precisamente en la habilidad de nuestro campeón para copiar sortilegios, algo que podemos aprovechar, por ejemplo, para robar a un mago de fuego un hechizo de este elemento y usarlo contra otro contrincante que sea débil a él. Hay una buena variedad de conjuros y si aprendemos a aprovecharlos nos pueden dar una importante ventaja táctica durante los encuentros, convirtiéndose en una mecánica divertida que nos permite adaptarnos constantemente a las diversas situaciones que se nos van presentando.

Además, cuando rellenemos el medidor correspondiente a base de tortas podremos activar el modo desencadenado, un estado en el que Sylas se vuelve mucho más poderoso durante unos segundos y que nos permite realizar la habilidad definitiva de otros campeones de League of Legends a los que hayamos derrotado durante la historia principal.

Los combates son una constante durante toda la aventura.

Por desgracia, las batallas no tardan en estancarse y aunque el título intenta introducir nuevas mecánicas y hechizos de vez en cuando, lo cierto es que nos ha costado mucho quitarnos de la cabeza la sensación de esta repitiendo los mismos combates una y otra vez, ya que nos pasaremos casi todo el rato esquivando y realizando golpes básicos para recuperar maná.

Más allá de las limitaciones del propio sistema de combate, tampoco ayuda que el juego abuse en exceso de ciertos tipos de enemigos que se repiten hasta la extenuación, lo que llega a resultar agotador, especialmente si tenemos en cuenta que hay criaturas y rivales que quedan muy desaprovechados y que solo veremos en unas pocas misiones. Otro agravante lo tenemos en unos controles poco ágiles que sufren ciertas imprecisiones, sobre todo al intentar apuntar al enemigo que queremos con nuestras cadenas cuando se juntan muchos en pantalla.

Para rematar, tenemos un diseño de niveles muy pobre que apenas da margen para la exploración y la búsqueda de secretos, por lo que casi todo el rato nos lo pasaremos avanzando por pasillos y luchando en arenas cerradas sin mucho más que hacer entre medias. No esperéis puzles, mecanismos ni nada que se salga de la acción pura y dura, ya que no lo vais a encontrar, lo que acaba por contribuir a que la sensación de hastío y repetición de los combates aparezca mucho antes de lo deseable.

Los jefes son fantásticos, especialmente cuando toca hacer frente a algún campeón de 'League of Legends'.

Eso sí, tenemos que admitir que los jefes nos han gustado muchísimo: son muy espectaculares, suelen tener varias fases, son muy diferentes entre sí y cuentan con unos patrones de ataque muy bien diseñados que nos hemos tenido que aprender al dedillo, deleitándonos con unas batallas muy intensas que hemos disfrutado bastante. Aquí destacan, sobre todo, los duelos contra otros campeones conocidos de League of Legends, ya que se han diseñado teniendo en cuenta sus habilidades características del MOBA y el resultado es simplemente fantástico y todo un regalo para los fans.

La base de la revolución

Continuando con sus puntos positivos, conviene comentar que el sistema de progresión está muy bien medido. Tras cada misión, volveremos a nuestra base principal, donde podremos invertir los recursos (puntos de experiencia) que hayamos adquirido en mejorar a nuestro personaje y aprender de manera permanente los hechizos que hayamos robado. Sin embargo, los recursos que obtendremos suelen estar muy limitados, así que tendremos que administrarlos con mucho cuidado para decidir qué conjuros queremos memorizar y qué atributos deseamos potenciar.

A medida que rescatemos magos, nuestra base crecerá e incluso desbloquearemos nuevas zonas dentro de ella.

Además, la base irá creciendo a medida que avancemos y rescatemos a otros magos, dándonos acceso a nuevos servicios y mejoras avanzadas que no estarán disponibles de inicio, lo que se acaba traduciendo en un bucle muy adictivo que siempre nos recompensa de alguna manera al término de una misión.

Aquí también conviene destacar que antes de embarcarnos en una aventura podemos seleccionar a dos magos para que nos "acompañen", algo que viene a ser el equivalente al equipo del juego, ya que escoger entre unos y otros solo nos dará unas ventajas específicas, como que nuestros sortilegios de hielo hagan más daño o que podamos realizar un combo concreto. Y sí, los prisioneros que se unan a nuestra causa irán a formar parte de los escuadrones de estos magos "equipables", haciendo que suban de nivel y obtengan nuevos potenciadores de los que nos podemos beneficiar.

Llegar al final de la historia es una tarea que nos ha llevado unas doce horas, cifra que se puede extender un poco más si queréis hacer todas las misiones secundarias, las cuales siguen la misma línea de las principales con algún que otro giro en su planteamiento (como la introducción de hechizos temporales con mejoras específicas) y mucho reciclaje de escenarios y enemigos.

Demacia en pixel art

A nivel gráfico estamos ante un título con un estilo pixel art muy cuidado y bonito que destaca especialmente por lo detallados que están sus escenarios. Los personajes sorprenden menos al ser mucho más minimalistas, pero están bien animados y, en líneas generales, es un juego muy resultón y agradable a la vista. La parte negativa de este apartado la tenemos en unos entornos que suelen ser demasiado similares entre sí, en algunos bugs molestos y cuelgues con los que nos hemos topado y, al menos en el caso de Nintendo Switch (la versión que hemos podido probar), en un rendimiento muy irregular y con constantes bajones en la tasa de imágenes por segundo.

El pixel art del juego es precioso. Sus escenarios destacan especialmente.

Finalmente, la banda sonora suele ser de corte ambiental y acompaña bien nuestras andanzas, aunque también sabe ponerse épica cuando toca y dejarnos composiciones muy intensas para las batallas más importantes. Los efectos cumplen correctamente su cometido y las poquísimas voces que escucharemos están muy bien dobladas al español de España.

Conclusiones

The Mageseeker: A League of Legends Story es una aventura que, a pesar de sus esfuerzos, no consigue brillar. Cuenta con una buena historia, personajes carismáticos, muchos guiños y referencias para los fans de este universo, algunas mecánicas muy interesantes, un sistema de progresión equilibrado, grandes batallas contra jefes finales y un apartado audiovisual muy llamativo, virtudes que acaban siendo lastradas por un diseño de niveles muy pobre, unos controles no del todo satisfactorios y unos combates que no tardan en estancarse por lo mucho que se abusa de ellos y de ciertos tipos de enemigos que se repiten hasta el hartazgo, algo que en un título como este que lo apuesta todo por la acción, acaba por pasar factura.

Al final, no deja de ser un juego entretenido que, en sesiones cortas para evitar la saturación de sus enfrentamientos, cumple su cometido de hacernos pasar un buen rato al mismo tiempo que nos permite profundizar en un universo de magia y fantasía muy atractivo y con toda una legión de seguidores. ¿Podría haber salido mejor? Sin duda, pero si lo que propone te atrae, seguro que sabrás apreciar todo lo bueno que tiene.

Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga para Nintendo Switch que nos ha ofrecido Riot Games.

Redactor

NOTA

7

Puntos positivos

La historia es interesante, al igual que sus personajes.
La capacidad de Sylas para robar hechizos de los enemigos es divertida.
Los jefes, el sistema de progresión y sus gráficos pixel art.

Puntos negativos

A los controles les falta algo de pulido.
El diseño de niveles es muy pobre.
Los combates no tardan en estancarse. La excesiva repetición de ciertos tipos de enemigos.

En resumen

Una entretenida aventura de acción con toques de rol que, a pesar de sus innegables virtudes, no consigue brillar todo lo que debería por culpa de unos combates que no tardan en estancarse.