Análisis de RiME (Switch)
El pasado mes de mayo por fin pudimos disfrutar de RiME, un juego que ha hecho esperar bastante desde su anunció en 2013, pero cuya espera mereció la pena, al ser finalmente una aventura con mucho encanto, audiovisualmente impecable y con una jugabilidad muy entretenida.
Disponible desde entonces para PS4, Xbox One y PC, a principios de año también se anunció la versión para Nintendo Switch, en un principio prevista para este verano, pero poco a poco fue sufriendo sucesivos retrasos, que han hecho que finalmente apareciera el pasado 17 de noviembre.
Al igual que otros juegos multiplataforma de los últimos meses, como pueden ser Wonder Boy: The Dragon's Trap o Sonic Mania, no fueron pocos los jugadores que decidieron apostar por la versión de Switch, al tener el aliciente de la portabilidad, por ello es bastante decepcionante comprobar que casi seis meses después, esta conversión de RiME deja mucho que desear, y sus problemas técnicos estropean en cierta manera la experiencia original.
Si queréis saber todo lo que ofrece el juego, podéis leer el análisis que publicamos en su momento, ya que en cuanto a contenidos y mecánicas el juego es exactamente el mismo. De manera muy resumida, una aventura de puzles y plataformas muy entretenida, con un apartado audiovisual muy cuidado, y una historia que finaliza de manera bastante sorprendente.
El problema de esta versión para Switch es su apartado técnico, que acaba lastrando mucho la experiencia, porque uno de los mayores valores de RiME era explorar sus bellos paisajes, en una historia que se cuenta solo con imágenes, sin palabras, y con distintos puzles basados en observar y experimentar con el entorno.
Lo que nos encontramos en esta versión de Switch son unos gráficos especialmente borrosos, a muy baja resolución, algo que se nota tanto en el modo sobremesa como especialmente en portátil, al que se le añaden unos horribles dientes de sierra.
Y no solo eso, casi lo peor es su rendimiento, con notables ralentizaciones e incluso pequeños parones en la imagen, que estropean totalmente la experiencia.
Algunos de estos parones se llegan a producir en las cinemáticas más bellas del juego, estropeando esos momentos, y también los hemos sufrido en momentos de acción o de saltos, habiéndonos caído incluso por una notable ralentización que nos ha desconcertado y ha hecho que perdiéramos el control y falláramos un salto.
Junto con la notable bajada de resolución, también se ve estropeado el desbordante colorido de la obra original, ahora con colores mucho más apagados, lo que afecta también a la iluminación, y en general desluce la genial dirección artística que podíamos admirar en el resto de versiones.
En un juego de otro tipo, por ejemplo en uno de acción o en un RPG, podríamos perdonarle más sus defectos técnicos, siempre y cuando la experiencia siguiera siendo igual de divertida. Pero en el caso de RiME es algo bastante grave, ya que gran parte del disfrute de esta aventura se basa en su apartado audiovisual, y eso se ha estropeado muy seriamente en esta versión.
Los responsables de este port han sido los australianos Tantalus Media, unos expertos en este tipo de encargos, con juegos en su haber como The Legend of Zelda: Twilight Princess HD para Wii U y Sonic Mania para Switch, que viendo los sucesivos retrasos de esta versión de RiME y algunas de sus declaraciones, al parecer han tenido bastantes problemas con esta conversión.
A la hora de intentar saber qué ha pasado exactamente para que salga tan mal esta versión, hay varias cosas a tener en cuenta. La primera es que el título original, en PS4, Xbox One y PC, no es que fuera un juego especialmente optimizado, y ya presentaba problemas de rendimiento, por lo que en su momento imaginamos que no lo iban a tener fácil para hacerlo correr con soltura en Switch.
Y como es evidente, la nueva consola de Nintendo ya ha demostrado poder mover con total solvencia juegos visualmente muy parecidos, con estilo cartoon, como pueden ser The Legend of Zelda: Breath of the Wild o Super Mario Odyssey, así que parece más bien un problema de optimización del código fuente del juego, que tampoco es una maravilla técnica. Por tanto, la culpa es tanto de Tequila Works como de Tantalus Media, y no de una consola que puede mover sin problemas juegos como este.
Una aventura con mucho encanto, lastrada por el apartado técnico en esta versión
Es una pena que después de tantos meses de espera no os podamos recomendar esta versión de RiME, y si disponéis de cualquiera de las otras plataformas donde está disponible, os recomendamos que lo juguéis allí, ya que la portabilidad de Switch no compensa los problemas técnicos de esta versión.
Sigue siendo un juego muy entretenido y que se puede disfrutar sin excesivos problemas jugablemente hablando, pero se pierde una parte importante de su encanto, ya que es una aventura en la que el apartado audiovisual es especialmente importante, y aquí queda lastrado por la falta de resolución y los problemas de rendimiento. Esperamos que no se repitan más conversiones como esta a Switch, y que solo sea uno de los "accidentes" del primer año, algo natural en una nueva consola, y más en una tan peculiar como esta.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga que nos ha proporcionado Cosmocover.