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Género/s: Estrategia / Trenes
Fecha de lanzamiento:
PC, XBOne, PS4:
Switch:
También en: PC XBOne PS4 Switch
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Gaming Minds Studios
Producción: Kalypso Media Digital
Distribución: eShop
Precio: 39,99 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: Español
Online: No
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Análisis Railway Empire, simulación y gestión ferroviaria portátil (Switch)

Railway Empire, uno de los simuladores de trenes más complejos y completos de PC, da el salto a la consola de Nintendo en una aceptable conversión con algunas limitaciones técnicas y jugables.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Análisis de versión Switch.
Otros análisis: PS4, PC y Xbox One

"A menor escala, mayor diversión" rezaba Sheldon Cooper en la muy venida a menos serie de televisión Big Bang Theory cuando se le preguntaba por sus maquetas de trenes y todo el maravilloso mundo que envuelve al modelismo. Railway Empire, simulador con todas las de la ley, se lanzó en PC hace unos años, ofreciéndonos una experiencia absorbente y muy cuidada, si bien tenía algunos pequeños detalles a pulir que lo impedían desenvolverse a toda máquina sobre su intrincada red de ferrocarriles. Tras varias expansiones y revisiones, Gaming Mind Studios y Kalypso Media Digital han lanzado su adaptación para Nintendo Switch que busca trasladar la misma sensación que ya vimos en ordenadores, y que consigue en buena medida, pero que también presenta algunos problemas propios derivados de las lógicas limitaciones del hardware de Nintendo. Sin más dilación, ¡pasajeros al tren!

El ferrocarril: la columna vertebral de la civilización

La premisa de Railway Empire es bien simple, pero no por ello más fácil o menos compleja. Nuestra misión será la de construir, gestionar y ampliar una red de ferrocarriles que nos permitan establecer una serie de líneas comerciales y de pasajeros, permitiéndonos contratar personal, motivar el desarrollo de la industria y conectar los diferentes pueblos y asentamientos de Estados Unidos. Para ello nos trasladará al 1830, coincidiendo con la expansión del llamado ‘Nuevo mundo’, una época crucial para la civilización y la conquista de Norteamérica, que se abría paso por zonas y rutas salvajes e indómitas, conectando un país que comenzaba a dar sus primeros pasos y a vertebrar una estructura de comunicaciones que a día de hoy sigue estando vigente.

'Railway Empire' tiene una gran cantidad de modos, opciones y contenidos.

Si amáis los videojuegos de gestión, amaréis Railway Empire en su máxima concepción y naturaleza, aquella que te lanza a la cara un montón de mecánicas complejas, detalles profundos y desafíos varios. Es un título muy exigente en su máxima dificultad, y como os comentábamos hace unos meses en su análisis de la versión de PC, a veces un tanto confuso. En cualquier caso, podemos regular la dificultad, establecer algunos parámetros de accesibilidad y configurar la experiencia a nuestro gusto. No obstante, tenemos contenido para aburrir al más pintado, con un modo campaña longevo organizado en cinco grandes capítulos, escenarios y los contenidos descargables de México, Los Grandes Lagos y Cruzando los Andes, permitiéndonos además de visitar Norteamérica llegar a Europa, Centroamérica y Sudamérica, buscando nuevas rutas y horizontes que conquistar. Asimismo, el videojuego incluye una modalidad libre con múltiples parámetros a trastocar o el modo Experimentar, un auténtico sandbox sin límites monetarios ni restricciones.

Cada magnate tiene sus propias habilidades, su trasfondo y sus propias bonificaciones. Cada estilo de juego se puede acoger a uno.

Railway Empire para Nintendo Switch es casi una enciclopedia ferroviaria, pues presenta un catálogo de esos que podría abrumar al más pintado en la materia. Por un lado, tendremos hasta 40 trenes diferentes, todos ellos modelados con bastante gusto y detallados hasta el extremo, con 40 locomotoras y máquinas bien diferenciadas entre ellas en aspecto y funcionalidad, así como con 30 vagones de distinta índole y condición. A eso hay que sumarle un amplio catálogo de edificios, estaciones de ferrocarril, fábricas, edificios de mantenimiento y reparación, atracciones turísticas y mucho más, que supondrán el escenario en el que nos moveremos. No obstante, iremos progresando, desarrollando nuestras vías, construyendo y estableciendo vínculos comerciales entre ciudades y saboteando o dificultando el progreso de las compañías y magnates rivales que intentarán robarnos parte de nuestro pastel en la conquista de Estados Unidos.

Debemos dejar claro que, lógicamente, la investigación de tecnologías, mejoras mecánicas o infraestructuras es vital en el avance del videojuego, y que si no fundamentamos nuestro imperio en la contratación de mejor personal o de servicios avanzados no tendremos demasiado éxito, pero el factor ‘mafioso será clave en determinados puntos de la campaña si no queremos fracasar en nuestros intentos de convertirnos en un magnate ferroviario. Esta faceta nos encanta, pues competir contra otras empresas nos da un objetivo claro, y nos invita al sabotaje, al robo e incluso al espionaje industrial. En líneas generales, estamos ante un juego bien ambientado, muy completo y lleno de complejidad en su clásica propuesta tycoon o de gestión. En ese aspecto, Railway Empire no tiene casi ninguna mácula, y nos ofrece en grandes rasgos a través de la pantalla de Nintendo Switch el mismo sentimiento y la misma experiencia que ya presentaba en PC. Otra cosa distinta es el control.

Los primeros pasos en el tutorial nos invitarán a unir dos ciudades, aprender los fundamentos de la construcción de las vías o el diseño de las estaciones.

Un control discutible y una interfaz que confunde al jugador

Cuando analizamos un videojuego de estrategia o gestión en consolas tras su paso por PC, las consolas acaban perdiendo la casi totalidad de estas comparaciones. Es muy difícil trasladar la combinación clásica del teclado y el ratón a un mando o una máquina portátil como Switch, y por el camino se pierde la velocidad, la exactitud o la comodidad. Cuando hablamos de un juego con tantos menús, entornos tridimensionales complejos y que además incluye potentes herramientas de construcción en la que debemos ser muy precisos si no queremos fracasar o perder nuestro progreso, el asunto se vuelve más delicado. Podríamos decir que, sobre el papel, Railway Empire para Nintendo Switch tiene buenas ideas para adaptar el control de un juego así a los Joy-Con, pero en la práctica no nos han terminado de convencer. Por un lado tenemos el clásico menú radial o circular, en el que vamos seleccionando con nuestro joystick la opción en cuestión, encontrando en este despliegue la opción de construir vías, edificios, locomotoras o similares, así como la herramienta de demolición. Hasta aquí, bien.

El menú radial es lógico, y nos ofrece desde las finanzas a la construcción, pasando por otros elementos. El problema viene con el texto y la interfaz en general, discutible.

Sin embargo, el videojuego no es claro, confunde constantemente con sus indicaciones y cambia a la ligera sus propias reglas en lo referente a la interfaz. Esto se hace especialmente patente en los primeros compases del juego, durante el cual encontraremos que un mismo botón puede servir tanto para cancelar como para aceptar en función del menú o la opción, y en el que las descripciones son incluso contradictorias o poco concretas. Por ejemplo, durante el mismo tutorial se nos instaba a la construcción de una ‘estación rural’, elemento que no aparecía en el menú de los edificios, y que tuvimos que intuir que se refería a una que se podría ajustar a la descripción del texto y de la locución que nos instaba a edificarla. Otra cuestión fue lo relativo a las señales, un aspecto también clave del juego y que puede atragantarse en demasía por una explicación que carece de lógica alguna. Definir el sentido de las vías y los trazados es una tarea titánica que no se llega a comprender en ningún momento, y que únicamente aprenderemos a lidiar con ello con el paso de la partida. Al mismo tiempo, Railway Empire para Nintendo Switch adolece del mismo tipo de fallos que encontramos en las adaptaciones de estos videojuegos de gestión a consolas, arrastrando dificultades extras en el diseño de las vías ferroviarias, un aspecto fundamental en la jugabilidad, y que puede complicarse un poco si no tenemos sumo cuidado.

Los controles se contradicen entre ellos. Un mismo botón puede servir para cancelar o aceptar en función de la opción en la que te encuentres y eso es confuso.

Hablamos de un juego exigente la mayor parte del tiempo, que penaliza mucho los errores, y en los que debemos prestar atención a mil y un detalles como para tener que perder algunos minutos en la interfaz, el tipo de botón necesario o intuir a qué se refieren algunos desafíos. Y es una pena que se falle en este tipo de elementos, pues el videojuego es divertido, absorbente y muy completo. Estamos gran parte del tiempo buscando formas de sanear nuestra empresa, escoger al mejor personal o buscando fórmulas para extraer hasta el último centavo de nuestras locomotoras y sus cargas de mercancías y pasajeros como para que tener que prestar atención a un elemento que debería ayudarnos y no echarnos la soga al cuello.

Aunque la gestión de locomotoras, las opciones y los detalles nos han encantado, el texto es muy pequeño y en portátil cuesta a veces leerlo correctamente.

No es tan choo-choo chuli

Railway Empire para Nintendo Switch es un título que ofrece una ambientación envidiable, una serie de detalles impensables y una buena recreación de la época en la que se desarrolla. A grandes rasgos es una gran adaptación teniendo en cuenta las limitaciones intrínsecas del hardware de Nintendo, pero no se ve del todo bien. El videojuego adolece del problema de muchos otros juegos en la portátil, el relativo a la resolución. Todo parece borroso una vez acercamos la cámara para entrar al detalle, y muchos elementos como texturas, modelados o incluso efectos simples como el humo se quedan muy atrás de los estándares que podemos pedirle a una máquina de la actual generación. Sí, desde lejos todo luce bastante bien, pero en este tipo de juegos a veces tendremos que seleccionar edificios, trenes o estaciones, y en esas distancias, no un título bonito ni en el dock ni el modo portátil, lugar en el que se ve algo mejor.

Técnicamente, y desde lejos, el videojuego no se ve mal. El problema viene cuando acercamos la cámara y comprobamos su naturaleza limitada en gráficos.

A eso hay que sumarle otro aspecto controvertido, el referente a los textos, que a veces no se leen correctamente por culpa de una fuente demasiado pequeña y una elección de colores y fondos que no han sido sopesados lo suficiente. Railway Empire para Nintendo Switch llega a tener frases o descripciones descuadradas, que se salen de las cajetillas correspondientes, demostrándonos que no se ha cuidado en exceso este apartado, y es una lástima, pues el doblaje en español nos ha gustado. Pero el mayor problema es el rendimiento y la aparición de algunos fallos en lo relativo a los cuelgues aleatorios y ralentizaciones. Se desconocen a qué se deben, y a veces, pueden echarnos a perder el progreso de una partida o estropearnos el resultado final de la misma. Nosotros hemos tenidos dos durante el análisis: al comienzo de la aventura y otro en el modo libre. ¿La solución? Ni la editora ni la desarrolladora han dado detalles al respecto, y aunque son fallos muy, muy puntuales, están ahí.

'Railway Empire' en Switch es un quiero y no puedo: intenta parecerse a la versión original y es bastante pobre gráficamente.

Conclusiones finales

Railway Empire para Nintendo Switch es un videojuego entretenido, lleno de contenido y que ofrece una experiencia de simulación y gestión completa, ideal para los amantes del género. La idea de construir ferrocarriles, crear un imperio de la nada y competir contra otras empresas nos ha gustado mucho, y nos permite disfrutar de las bondades y fortalezas del videojuego que se lanzó en PC, Xbox One y PS4 en 2018. Desgraciadamente, tiene algunas limitaciones técnicas y jugables que entorpecen mucho el resultado final, y que pueden llegar a ser molestas. Más allá de los gráficos mediocres o los cuelgues puntuales, el título es confuso en su interfaz, tiene unas descripciones discutibles que pueden llegar a dificultar el desarrollo de las partidas y a veces, no es claro con el jugador con sus propias reglas y objetivos. Si deseáis un juego de trenes sólido y con modalidades diversas en tamaño portátil, puede ser una opción a considerar, pero en este caso la escala menor del título con respecto a la de PC le ha perjudicado más de lo que debería.

Hemos analizado Railway Empire para Nintendo Switch gracias a una copia digital facilitada por Koch Media.

NOTA

6

Puntos positivos

Su propuesta es muy completa.
La gestión y la competición entre magnates.
El doblaje al español es notable.

Puntos negativos

El apartado técnico es discutible: mala resolución y cuelgues.
La interfaz es confusa y no está del todo clara.
El control a veces es inexacto.

En resumen

Railway Empire para Switch es un juego entretenido, lleno de contenido y con una propuesta de gestión ferroviaria completa y divertida. Sin embargo, el port adolece de fallos técnicos, una interfaz confusa y unos gráficos discutibles.