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También en: PC Switch PS4 XBOne
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: BadLand Games Publishing S.L. / Fictiorama Studios
Producción: Alawar Premium
Distribución: eShop
Precio: 12,99 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: -
Online: -
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Análisis Do Not Feed the Monkeys, de profesión: alcahuete (Switch)

Disfruta de tu lado más cotilla con este original título en el que tenemos que descubrir qué ocultan las vidas de nuestros ‘monos’.
·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
Análisis de versión Switch.
Otros análisis: PC

Hace poco hablábamos sobre la falta de innovación de las grandes producciones en esta generación, y cómo, incluso entre los estudios independientes, las nuevas ideas cada vez eran menos habituales. Hace un año y medio, Do not Feed the Monkeys, del equipo español Fictiorama Studios, llegaba a Steam, donde ha recibido una acogida fantástica por parte de los jugadores, aunque también ha sido bastante ignorado por la prensa. Quizás, ahora, con su llegada a consolas, es capaz de tener el alcance que se merece. Os contamos por qué nos gusta tanto esta propuesta.

La privacidad ha muerto

Do not Feed the Monkeys, a pesar de lo que pueda parecer por su título, no tiene nada que ver con cuidar animales. La historia comienza cuando nos apuntamos a un selecto club, un tanto misterioso, que se dedica a espiar a gente a través de cámaras de seguridad. Esta gente son nuestros «monos», y la norma de «do not feed them» (no darles de comer) se refiere a no interactuar o interferir con ellos. A nivel juégale vamos a combinar un poco de investigación con mucha gestión tanto de tiempo como de dinero, y el resultado es, cuando menos, muy divertido y original.

Lo que la gente hace en la ¿privacidad? de sus hogares estará ante nuestros ojos.

Sentados frente a nuestro ordenador virtual, tenemos una serie de cámaras de vigilancia que podemos ir alternando. A través de ellas, vamos a ver a diferentes personas en diferentes situaciones, que pueden ir desde gente visitando un museo a un músico grabando un disco, pasando por un extenso valle cuyo único evento es un tren que cruza la zona de vez en cuando. Por una parte, podemos apuntar palabras claves que dicen y que aparecen marcadas en amarillo, y por otra parte, podemos tener en cuenta todo lo que veamos o consideremos relevante.

Las palabras que vamos apuntando quedan registradas en una libreta, donde se agrupan por cámara. Con nuestras notas podremos comenzar a usar un buscador en internet y, ya sea usando una única palabra o combinando dos, encontraremos diferentes resultados en la red, ya sea para conseguir nuevas palabras o para encontrar más información. Puntualmente, recibiremos un correo preguntándonos un detalle concreto sobre una de esas cámaras, y si tenemos la información correcta, recibiremos dinero. También podemos grabar vídeos de nuestros monitos en situaciones comprometidas y venderlos a un programa de televisión para conseguir esos ingresos extra.

Tendremos que adquirir mejoras, como esta terrorífica visión nocturna.

El dinero es esencial y cuanto más consigamos sin movernos de casa, mejor. Vamos a necesitar tener los suficientes fondos para comprar nuevas cámaras, mejoras para estas, comida y pagar el alquiler. La manera más fácil de ganar dinero es ir a trabajar, pero esto implica pasar valiosas horas fuera de casa y cansarnos. Esas horas estarían mejor invertidas investigando, durmiendo o yendo a comprar comida sana, por ejemplo, ya que si basamos nuestra dieta en comida rápida acabaremos dañando nuestra salud.

Cada segundo cuenta

Lo más importante de Do not Feed the Monkeys es que hay que hacerlo todo con el reloj. Tendremos que ver varios vídeos a la vez, comprobar el correo, hablar por el chat, ver quién llama a la puerta, ir de compras... Algunos de estos eventos pausan el tiempo, pero más allá de la prisa por hacer todo lo que se pueda en el menor tiempo posible es, además, hacerlo cuadrando los horarios. A lo mejor tenemos que ir a trabajar durante ocho horas, pero sabemos que en seis cierto personaje va a hacer algo.

Nuestras notas serán imprescindibles para responder a las preguntas que nos harán desde el club.

De vez en cuando tendremos visita. Por una parte, el vecino gorrón que viene a molestar y a pedir dinero. ¿Le damos los seis dólares que pide prácticamente a diario para alguna tontería o no? Por otra parte, el repartidor cegato que nos entrega un paquete destinado a otro domicilio. ¿Lo aceptamos? Y si lo aceptamos, ¿vendemos su contenido de dudosa legalidad? La casera, vecinos extraños, vendedores a domicilio... Son muchas pequeñas decisiones tanto frente a nuestras cámaras como fuera de ellas que tenemos que tomar rápidamente para poder superar cada día con éxito. Si preferís tomaros la experiencia con más calma, hay un modo que nos da más tiempo para escuchar, facilitando las cosas.

Nuestros vecinos son de lo más variopinto... y sospechoso.

Gusto por el píxel

Do not Feed the Monkeys utiliza un estilo pixel art un tanto simplista pero muy efectivo que creemos que le sienta genial. No hay muchas animaciones, pero al jugarse casi como una aventura gráfica de antaño, no lo necesita. Tiene carisma, todos los elementos relevantes están bien diferenciados en pantalla y es intuitivo, así que poco más le podemos pedir a su apartado visual. Lo sonoro es un poco más pobre pero, al fin y al cabo, su objetivo es acompañar, ya que quieren hacernos sentir que estamos solos encerrados en nuestra habitación.

Este análisis lo hemos realizado en Switch, y hemos probado tanto a jugar con el mando como a usar la pantalla táctil. Curiosamente, para ser un juego diseñado para usar un ratón de ordenador, se juega mejor con botones que con la pantalla táctil. Básicamente, interpreta nuestro dedo como un puntero, pero cualquiera que haya trabajado con interfaces táctiles sabe que hay más trabajo detrás para una buena adaptación. Es poco preciso y muchos iconos son minúsculos, por lo que es difícil poder tocarlos con la agilidad que se requiere. Es una pequeña decepción en ese aspecto, ya que se nos antojaba como la oportunidad perfecta para aprovechar las posibilidades de la consola de Nintendo.

Cuanto más avancemos, más cámaras requerirán nuestra atención.

Cuidado con los monos

En tiempos donde la originalidad es cada vez más difícil de encontrar, poder hablar de un juego que hace algo diferente y lo hace bien es un gustazo. Do not Feed the Monkeys nos parece un título que cualquiera que disfrute con experiencias únicas debería probar. Es divertido, desafiante y extraño, y nos los hemos pasado tan bien durante las algo más de tres horas que nos ha llevado la primera vuelta como rejugándolo y descubriendo nuevas historias. Es una pena que no se haya ido un paso más allá para adaptarlo a Switch y su interfaz táctil, pero aun así, bien merece la pena.

Hemos realizado este análisis en Nintendo Switch con un código de descarga proporcionado por DeadGoodMedia.

Colaborador

NOTA

8.2

Puntos positivos

Original.
Divertido.
Constante toma de decisiones.

Puntos negativos

Pobre adaptación a la pantalla táctil de Switch.
Poca novedad si lo has jugado en PC.

En resumen

Un título muy original y divertido, perfecto si quieres poner a prueba tus habilidades de gestión y como detective improvisado.