Análisis Sonic Racing: CrossWorlds, la competición más loca de Sonic y sus amigos (PS5, Switch 2, Xbox Series X, PS4, Xbox One, Switch, PC)
Sonic tiene un largo historial en el género de la velocidad. En 1994 Sonic Drift enfrentó a Sonic, Tails, Robotnick y Amy en una competición inspirada en Super Mario Kart para luego tomar su propia dirección, vinculada por lo general a algún tema o mecánica jugable, ya fuesen los saltos y exploración de Sonic R, los aeropatines de Sonic Riders: Zero Gravity, los vehículos transformables de Sonic & All-Stars Racing Transformed o el juego cooperativo de Team Sonic Racing.
Sonic Racing: CrossWorlds tiene como idea principal el cruce de mundos o los saltos entre dimensiones, algo que el cine de superhéroes ha desgastado en los últimos años, pero que tiene mucho potencial para trasladar la carrera de una pista a otra o introducir colaboraciones fuera del universo Sonic (e incluso Sega), una idea que CrossWorlds va a explotar desde muy pronto. ¿Estamos preparados para pisar el acelerador y darle su merecido a Bob Esponja?
Carreras que trascienden dimensiones
Si habéis jugado a una de las betas de Sonic Racing: CrossWorlds, a su demo para un jugador o habéis leído nuestras anteriores impresiones, ya conoceréis qué podemos encontrar aquí: la fórmula de "los juegos de karts", dejando atrás el juego cooperativo de su predecesor a la vez que se recuperan los vehículos transformables. Esto significa que a lo largo de las pistas vamos a encontrar tramos acuáticos o aéreos en los que nuestro coche se adapta a este control. Nos han gustado más las secciones de vuelo que las que transcurren en agua, pero todas aportan un poco de variedad a un título que precisamente destaca en eso: la imprevisibilidad.
La base de Sonic Racing: CrossWorlds es sencilla: derrapar para cargar turbo, realizar trucos en el aire para caer con un impulso y recoger anillos para aumentar la velocidad máxima; estos anillos se pierden por colisiones y trampas del entorno. Hay que seleccionar nuestro camino en algunas bifurcaciones, encontrar algún atajo y recoger unos anillos especiales para obtener billetes Donpa (la moneda del juego). Ah, y no olvidemos los objetos,que en este caso son imprescindibles para conseguir la victoria.
Algo que nos gustó de Sonic & All-Stars Racing Transformed es que, incluso teniendo ítems ofensivos para entorpecer a los rivales, se sentía un juego más justo que otros títulos de karts: el foco estaba puesto en la velocidad y la conducción. Pese a que CrossWorlds es una colaboración con algunos veteranos de los arcades de Initial D (y eso se nota por la importancia de los derrapes), este juego da muchísima importancia al juego ofensivo. Quizás demasiado. Es una simple cuestión de gustos, pero sorprendentemente nos da la sensación de que Sonic Racing: CrossWorlds descuida un poco el control para favorecer la espectacularidad, las estrategias en la personalización y "el juego sucio".
Si en el caso de Transformed alabamos el foco en la carrera y no tanto en las trampas, en este caso nos parece que CrossWorlds se ha excedido con la importancia de los objetos. Las carreras son un completo caos de principio a fin, con explosiones y choques, que en las competiciones más igualadas casi nos impiden ver qué pasa realmente en la pista. Al menos, tras la reacción a las betas, se han vetado los objetos más injustos en el online.
No queremos que esta impresión se entienda como algo negativo. Una vez aceptada la filosofía de Sonic Racing: CrossWorlds, engancha y mucho. Si bien no es el tipo de juego de velocidad que más nos apasiona, se trata de una cuestión de gustos: es probable que un determinado tipo de jugador aprecie este estilo de competición, sobre todo en partidas online (con juego cruzado), que es donde se pueden crear enemistades irreconciliables.
Los crossworlds y la personalización
De salida tenemos más de una veintena de personajes de Sonic, héroes y villanos, aunque esta lista se irá ampliando con invitados como Alex (Minecraft), Pac-Man, Joker (Persona 5), Ichiban Kasuga (Like a Dragon), Steve (Minecraft) y más. Los personajes de Sega llegarán gratuitamente de manera periódica, mientras que las colaboraciones externas forman parte de los pases de temporada.
Elegir entre Sonic o Knuckles influye en el estilo de juego: hay pilotos orientados a la velocidad, la aceleración, la potencia, el turbo o la conducción. Del mismo modo, los vehículos se clasifican en estas categorías, así que de ti depende si redoblas la apuesta por destacar en un aspecto o prefieres un estilo más equilibrado. Los vehículos se pueden personalizar combinando diferentes piezas, cambiando colores, sonidos o añadiendo vinilos. En el taller podrás invertir ese dinero que has ido ganando en las carreras para tener el vehículo que más te gusta con tu personaje favorito.
¡Pero eso no es todo! Según progresamos, se desbloquean espacios libres en la placa de artilugios, efectos extras que afectan a la carrera de diversas formas, desde aumentar la cantidad de objetos acumulables, comenzar con un arma concreta o mejorar un parámetro. Dependiendo de su utilidad estos artilugios pueden ocupar más de una casilla, y se trata de elegir qué ventajas nos convienen más. Todo este apartado de personalización está bien trabajado y da sentido al desbloqueo de contenido, y dada la importancia de los objetos en el resultado final, las decisiones antes de la carrera marcan diferencias.
No podíamos olvidar el aspecto clave de CrossWorlds y que da nombre al juego: los cambios de mundos. En la segunda vuelta de las carreras, el jugador en cabeza podrá elegir el circuito al que saltará la competición entre más de una docena de fases temáticas; y en la tercera vuelta, se abren nuevas rutas en el circuito principal. Era la idea estrella de Sonic Racing: CrossWorlds y nos alegra decir que funciona muy bien: hace más complicado que dos carreras sean iguales. Hay mundos CrossWorld más centradas en las zonas aéreas o los obstáculos móviles, y en definitiva, en cada partida debemos estar preparados porque no sabemos cómo evolucionará a mitad de carrera. La carga casi instantánea del portal es un efecto bastante espectacular.
Rivalidades que entran en lo personal
Además del multijugador online, disponemos de varios modos para uno o varios jugadores. Gran premio incluye ocho campeonatos (con más que irán llegando dedicados a las colaboraciones) en las diferentes categorías de velocidad. No nos llevará mucho completarlos, pero es útil para familiarizarse con las pistas antes de pasar al multijugador, y la cuarta prueba de cada premio termina con un circuito que combina las tres pistas anteriores (es decir, circuitos principales).
Estas carreras contra la IA incluyen una curiosa mecánica de rivalidades: al inicio de la carrera, nuestro piloto se picará con otro, que generalmente estará rondando la victoria de cada prueba. A veces también podremos elegir entre dos, y a más nivel, mayores serán las recompensas (pero también el desafío). Estas interacciones antes, durante y después de la carrera aportan un toque "humano" a la competición y saca partido del carisma de los personajes; algunos se tomarán la derrota con deportividad, otros no saben perder.
Al margen del modo contrarreloj, disponemos de un parque de competición, para uno o varios jugadores. Este apartado incluye carreras con algunas variantes en sus condiciones y equipos rivales (con la posibilidad de conseguir sus vehículos). Existen seis modos diferentes que priman la obtención de anillos, el uso de objetos, los paneles aceleradores, turbos por tocar a compañeros o partidas extremas con los objetos más potentes, y la posibilidad de personalizar nuestras propias reglas. No reinventan en exceso la manera de jugar a CrossWorlds, pero podemos decir que se pueden echar muchas horas al juego en solitario, incluso si la mayor diversión se consigue en compañía online o a pantalla partida (hasta cuatro en la misma plataforma).
Una gran variedad de circuitos
Sonic Racing: CrossWorlds es un juego vistoso en Unreal Engine 5. Está en línea con otros títulos de conducción similares, como sería el caso de Disney Speedstorm; no es un juego técnicamente impactante, pero el encanto de sus personajes y mundos es suficientemente llamativo para dar una personalidad única.
La calidad de los circuitos varía un poco. Algunos son preciosos, en otros el punto fuerte es el homenaje a las fases clásicas o la reinvención del material original. Hay que decir que en CrossWorlds se ha querido destacar sobre todo la era 3D de la saga, incluyendo algunos episodios no excesivamente populares (ese mundo con barcos piratas extraído de Sonic and the Secret Rings...). En la banda sonora encontraremos muchas remezclas y temas con los habituales Jun Senoue, Tomoya Ohtani y Tee Lopes que acompañan la intensidad de la competición, aunque no destacaríamos ningún tema en particular. Por supuesto, tiene voces en español.
Sólo pondríamos algunas pegas en el aspecto visual que están relacionadas con nuestra principal queja del gameplay: lo caótico que puede ser en ciertos momentos. Los efectos, explosiones y colisiones cuando hay cuatro o cinco vehículos a corta distancia hacen que por momentos sea muy confuso, nos resultará difícil ver nuestro propio coche. No ayuda tampoco el agresivo desenfoque de movimiento, que al menos en el lanzamiento, no se puede desactivar.
Conclusiones
La verdad es que cuando Sonic Racing: CrossWorlds funciona como debe (y suele ser la mayor parte del tiempo), es muy divertido y superior a Team Sonic Racing. El componente de personalización da más variedad en el juego online y las promesas de expansión, con personajes gratuitos o de pago, auguran que tendrá vida para rato. El crossplay es otra garantía de encontrar partidas rápidamente.
No vamos a negar que la acción a veces cobra demasiado protagonismo, y que la existencia de objetos un poco rotos añade una aleatoriedad que puede frustrar a más de uno (no podemos cantar victoria hasta que hemos cruzado la línea de meta), pero estos piques pueden ser precisamente la salsa que necesita su multijugador para mantener la emoción. ¿Qué sería de una competición sin polémicas ni cabreos sanos?
Hemos realizado este análisis gracias a un código para PS5 proporcionado por Cosmocover.