Análisis Granblue Fantasy Versus: Rising, un 'más y mejor' de Arc System Works (PS5, PC, PS4)
Cygames anunció hace unos años su plan para expandir el éxito de móviles Granblue Fantasy en Occidente, y quizás la marca todavía no ha calado en el grueso de los jugadores, pero han conseguido que hablemos de sus personajes, licencia y títulos muy esperados como el ARPG Granblue Fantasy: Relink –que llega el 1 de febrero- o el inminente Granblue Fantasy Versus: Rising (14 de diciembre), una nueva entrega del juego de lucha 2D de Arc System Works que vendió más de un millón de copias desde su lanzamiento en 2020.
Como os contamos en varias ocasiones, Rising es una secuela que profundiza en el sistema jugable, amplía contenidos y trae diversas mejoras o equilibrios. No es una expansión para Granblue Fantasy Versus, algo que quizás Cygames no ha comunicado bien –todavía se lee alguna confusión con esto-, lo que significa que no existe opción para pagar un precio reducido si ya posees el primero. Es una lástima porque Granblue Fantasy Versus: Rising añade bastante más que cuatro luchadores nuevos, pero a la vez, sabemos que algunos usuarios no encontrarán una reinvención de su base; no es, por tanto, el giro drástico en mecánicas de Mortal Kombat 1 respecto a Mortal Kombat 11.
A tortas con los personajes de Granblue Fantasy
Granblue Fantasy Versus: Rising parte de la genial base de su predecesor, que ya nos pareció un juego notable y sobre todo un estupendo aire fresco dentro de un género que siempre ha pecado de estar monopolizado por tres o cuatro sagas con tres décadas a sus espaldas. Ofrecía unos personajes sorprendentemente carismáticos incluso para aquellos que no han tocado Granblue Fantasy, variados en estilo de combate y personalidad, además de la experiencia de los creadores de Guilty Gear o Dragon Ball FighterZ que siempre es una garantía en calidad.
Sin embargo, uno de los objetivos del proyecto no era buscar el choque frontal con Street Fighter o Guilty Gear, sino atraer a los jugadores del RPG para móviles a la lucha, interesar a aficionados a los versus y en definitiva, conseguir un juego accesible para todos. Esta es la actual obsesión de todas las desarrolladoras –Bandai Namco, Capcom…- porque el género siempre ha contado con una base muy fiel pero pequeña si la comparamos con los shooters, el rol o las aventuras de acción. Autocombos, sistemas de control simplificados... Cada vez es más habitual encontrar estas opciones incluso en los versus considerados hardcore. La filosofía de Arc System Works aquí es que te centres en la batalla y su estrategia, no en los controles.
En Rising de nuevo tenemos un combate bastante sencillo en ejecución, de pocos botones y sin técnicas complicadas de realizar o memorizar; es muy amigable para pad, así que no echarás en falta un arcade stick como suele ocurrir con otros títulos con más solera.
La clave está en el uso de habilidades que se ejecutan con uno de los botones –R1 en el caso de PlayStation- que puede estar acompañado de una dirección e incluso otro botón para potenciar su poder –similar a lo que hacen otros juegos, como Mortal Kombat 11- . La propia interfaz nos indica estas técnicas de cada personaje y el tiempo de "enfriamiento" hasta que pueden utilizarse de nuevo –en su versión básica es casi un instante-.
Todo esto va acompañado de un autocombo –puedes sorprender al rival con el último golpe, alto o bajo-, evasiones, cruces y potentes habilidades con consumos asociados. En nuestras impresiones os contamos las nuevas mecánicas de habilidades que aportan profundidad con las habilidades potenciadas, habilidades definitivas, ataques arrolladores y cadenas arrolladoras, maniobras para romper defensa, iniciar combos devastadores para luego rematar con un arcano celestial.
Hay un extenso tutorial con desafíos para aprender lo esencial, las respuestas contra personajes concretos e información de las mejores técnicas de cada luchador para que encuentres rápido cuál es el que mejor se adapta a tu estilo y no necesites echar mano de guías en Youtube. Hacer accesible un juego no significa sólo que el combate deba ser cómodo o con una dificultad baja, sino también explicar los conceptos a quien no está familiarizado con las cancelaciones, el control de áreas, técnicas invulnerables, guardias perfectas y el ritmo de un versus 2D.
Rising expande la plantilla original con los personajes que llegaron en contenido descargable y cuatro más (Anila, Nier, Grimnir y Siegfried) a los que lógicamente se añadirán más por las temporadas -la primera confirma seis más, comenzando con Lucilius-. Con 28 luchadores de inicio –el original sólo tenía una decena-, esta entrega corrige una de las críticas que hicimos al original en cuanto a la escasez de contenido: ahora hay más personajes para aprender y experimentar, aportando más variedad a los enfrentamientos online. Es un título más completo y también más divertido, que probablemente empezará a ganar más presencia en torneos profesionales. Encantará a quienes disfrutaron del original y es todavía más recomendable para quien se perdió el primer Versus.
Modos, personalización y más
Un buen gameplay necesita modos para entretener, en solitario o en multijugador. Hay muchos ejemplos de excelentes versus que se lanzan con pocas opciones para un jugador, el mínimo exigible y poco más, que acaban en el cajón más pronto que tarde. No es un fallo grave porque el género está pensado para el competitivo, pero suele ser un punto débil de bastantes títulos –incluso de vacas sagradas de la lucha-.
En Rising para un jugador tenemos el clásico modo arcade que nos enfrenta a varios rivales, con la opción de elegir la dificultad de nuestro próximo enemigo y así desbloquear un final. No obstante, nuestra primera parada debería ser el modo historia, que incluye los eventos del primer Versus, de manera que puedes comenzar en la saga directamente con esta entrega y descubrir a sus personajes a lo largo de múltiples misiones de narrativa –secuencias y diálogos tipo novela visual-, combates y enfrentamientos de jefes. Y si ya lo has jugado anteriormente, tienes la opción de saltar estos capítulos para pasar directamente al último arco.
De nuevo encontramos un sistema rolero, personalización de habilidades, posibilidad de jugar en cooperativo y participar en batallas tipo beat’em up que funcionan de manera un poco distinta al combate clásico –puedes encarar enemigos en ambas direcciones, derrotas oleadas de rivales, etc.-. Las misiones de jefe en cambio son más parecidas al versus del resto de modos, es decir, duelos contra otros personajes o peligrosos enemigos especiales con generosas barras de vida. Sin ser el modo historia más espectacular que hemos visto ni el mejor –los combates masivos no son tan divertidos como el versus-, entretiene durante unas horas y da contexto a las amistades y rivalidades de los personajes, sin caer en la pasividad que hemos visto en otros juegos de la competencia que únicamente presentan largas cinemáticas o conversaciones sin combates.
Está el mencionado modo entrenamiento, la colección de ilustraciones, música y demás, el modo para fotografiar a nuestros personajes como si se tratasen de figuras, pero el grueso está en el juego online, con los combates clasificatorios y casuales que se benefician del juego cruzado entre PlayStation y PC, y la inclusión de rollback netcode –para reducir el lag- en lugar del delay based netcode que por suerte se está estandarizando entre las desarrolladoras niponas, más el juego cruzado entre plataformas. Sólo por esta razón, Rising merece la pena para cualquiera que esté pensando en tomarse en serio su vertiente competitiva.
Hay además un puñado de opciones exclusivas para la función multijugador, incluyendo las salas privadas –con modo espectador-, los lobbys 3D ambientados en distintas localizaciones y toda una novedad de Rising, el Grand Bruise Legends/Batalla Granblue. Se trata de un modo de party game que nada tiene que ver con la lucha: aprovecha los avatares de personajes para ofrecer pruebas multijugador de todo tipo Fall Guys o el programa Humor amarillo/Takeshi's Castle/Fūun! Takeshi Jō, pruebas tipo captura la bandera, carreras por escenarios con trampas y batallas campales para ser el último superviviente.
Nos habría gustado que Grand Bruise Legends incluyese bots o juego local, pero como extra es bastante curioso. La primera impresión es que podría dar incluso para un juego independiente –con el suficiente trabajo y contenido-, pero no deja de ser un equivalente a esos modos originales que encontramos de vez en cuando en Tekken o Mortal Kombat. La verdad es que es bastante divertido y su planteamiento desenfadado es casi un alivio después de una sesión de versus online.
Un espectáculo audiovisual
Pocas novedades en este apartado, aunque no se le pueden poner muchas quejas. Arc System Works domina a la perfección, desde Guilty Gear Xrd -SIGN- (2015), estos gráficos y animaciones que imitan a un anime. Los personajes son fabulosos, sobre todo en las secuencias y ataques más espectaculares, aunque en cuestión de escenarios –que por supuesto recicla del primero- no alcanza el nivel visto en Guilty Gear: Strive, que por lo general es mucho más recargado y vivo, por no hablar de los cambios de arena.
Sí es cierto que la desarrolladora habla de una actualización en efectos de postprocesado y revisión de algunos personajes para que luzcan mejor que nunca. Es probable que en comparaciones más directas estos cambios sean más evidentes, pero en cualquier caso tenemos un título precioso que derrocha estilo, cercano a lo visto en otros juegos de la desarrolladora.
Conclusiones
Granblue Fantasy Versus: Rising es una estupenda actualización y ampliación del original, que debería estar en la lista de cualquier aficionado al género sin importar si tiene interés o no en la licencia de la que parte. Es divertido, espectacular, parte con una plantilla más que decente en cuanto a tamaño y supone una buena manera de entrar en la lucha 2D sin esa avalancha de mecánicas que suele abrumar a los novatos. Ahora sí destapa el potencial que dejaba entrever el primer Versus, que era un juego con buenos cimientos pero escaso contenido.
Nos sigue extrañando que Cygames opte por dividir a su comunidad con un juego "completamente nuevo" en lugar de optar por una actualización de pago para el original –lo podríamos comparar con una versión Super de un Street Fighter- dada la cantidad de elementos compartidos, pero por lo demás, Arc System Works siguen demostrando su enorme talento más allá de Guilty Gear y BlazBlue.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS5 con un código proporcionado por Best Vision PR.