Análisis Baldur's Gate 3 en PlayStation 5: El mejor RPG llega a consola en un port a la altura (PS5)
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Baldur's Gate 3 ha marcado un antes y un después en el género del rol occidental y, a la postre, en el mundo de los videojuegos. La tercera entrega de esta veterana saga de videojuegos, ambientada en la Puerta de Baldur y los alrededores de esta emblemática localización de los Reinos Olvidados, uno de los escenarios de fantasía más importantes del mundo, representó con éxito lo que significaba Dragones y Mazmorras, el juego de rol de mesa más importante de la historia. Y no era una tarea sencilla. El primer título de la licencia, lanzado en 1998, consiguió trasladar la sensación de jugar al rol de papel y lápiz pero nuestros ordenadores, y su secuela, con su también notable expansión, es considerada por muchos como el mejor juego de rol occidental jamás lanzado en plataforma alguna. Los antecedentes le proporcionaban un serio desafío -incluso una desventaja, en el término más rolero- a los responsables de la tercera parte de esta excelente trilogía. Pero nada más lejos de la realidad.
El agosto pasado, tras un periodo de acceso anticipado en PC, Baldur’s Gate 3 se lanzó entre vítores de la comunidad y la prensa especializada, todo ello de la mano de Larian Studios, autores de Divinity. El juego ha acabado convirtiéndose en un éxito instantáneo y en el claro ejemplo de cómo una saga con solera y tradición puede adaptarse a los nuevos tiempos, revivir y continuar con su legado en nuestros días sin mácula alguna ni renunciar a su esencia. El título ha sido bien recibido a nivel comercial, es uno de los 10 videojuegos con más jugadores simultáneos en la historia de Steam, y ha sido venerado tanto por veteranos del rol como por nuevas generaciones de usuarios que han caído rendidos ante su propuesta y el convulso escenario que se nos presenta en esta ocasión en Faerûn.
En este análisis repasaremos algunos aspectos generales de su propuesta, pero para entrar en detalles y saber más, tenéis el análisis en Vandal de la versión de PC, idéntica en contenido a la adaptación a consolas de la que os hablaremos en este texto en concreto. Pero seremos claros: su versión para PlayStation 5, la que hemos analizado, es una auténtica joya que debería ser de obligatoria compra para todos los aficionados al género y los amantes de Dragones y Mazmorras.
El mismo contenido que en PC: un juego con una historia sólida y bien escrita que presenta al jugador un mundo rico del que formar parte
Un buen juego de rol, sobre todo si tiene énfasis en la narrativa, tiene que tener una gran historia. Puede parecer una boutade, pero es así. Baldur’s Gate 3 tiene una muy buena, de esas que nos mantienen atrapados como jugadores durante horas, invitándonos a avanzar constantemente, a tomar parte de las diferentes tramas y conflictos que se irán desarrollando a lo largo de la partida y a sentirnos como un elemento más de un universo rico y lleno de matices.
Larian Studios ha decidido arrancar fuerte con su propuesta, con nuestro protagonista y sus potenciales aliados siendo abducidnos por una extraña aeronave orgánica dirigida por los Azotamentes, una de las razas más peligrosas -y clásicas- de todo el lore de Dungeons and Dragons.
Con claros planes de conquista entre sus manos y tentáculos, estos seres procedentes de otra dimensión decidirán infectarnos con unos repugnantes gusanos, intentando convertirnos en sirvientes y esclavos y, a posteriori, en parte de su retorcida y atribulada mente colmena. Tras construir a nuestro personaje y elegir su raza, clase o atributos -en nuestra sección de guías tenéis más detalles-, como mandan los cánones de estos juegos de rol, nos veremos envueltos en unos combates, aprenderemos a movernos por los escenarios y a interactuar con los múltiples objetos, secretos y elementos que se esconden y muestran en ellos. No pasará mucho hasta que, luego de un catastrófico accidente, lleguemos a la superficie de Faerûn, deambulando por sus playas, bosques, ciudades, asentamientos y claro está, mazmorras y cuevas.
La historia de Baldur's Gate 3 es muy buena -no es necesario haber jugado a los dos anteriores para meterse en ella o entenderla al completo-, está bien escrita, y tiene todos los ingredientes para ser interesante a poco que nos gusten los juegos narrativos. Esto es muy importante, sobre todo cuando hablamos de un videojuego especialmente largo -puede llevarnos más de 80 horas completar su historia principal- y en el que hay muchísimo por hacer y es muy fácil distraerse o perderse con secundarias, tareas o búsquedas varias. Sí, atesora muchos de los clichés de las últimas ediciones de Dragones y Mazmorras -ya sabéis, multiversos, alta fantasía y razas más locas lo de habitual en ediciones más clásicas y antiguas-, y se repiten ciertos vicios propios e inherentes al género en el ocio electrónico, pero Larian Studios ha cimentado una campaña de las que hacen época, con grandes momentos en su inicio y final, arcos argumentales bien diferenciados y una plétora de protagonistas y secundarios tan atractivos y carismáticos que siempre nos sorprenderán con sus diálogos y trasfondos.
Creemos que, más allá de lo que nos cuenta Baldur's Gate 3, y su inteligente manera de hacerlo teniendo en cuenta su naturaleza de videojuego, lo que más puede llegar a conquistar al jugador son los compañeros de viaje. Todos y cada uno de los aliados que podemos reclutar para nuestro grupo de héroes, sus trasfondos, misiones y diálogos, son excelentes. Hablamos de unos personajes tridimensionales y profundos, llenos de dobleces, que reflejan una naturaleza muy distinta entre sí y que construyen un conjunto orgánico y variado en caracteres, algo que se asemeja mucho a lo que debe ser una partida de rol con papel y lápiz en Dungeons and Dragons.
Viajando por Faerûn: buen sistema de reglas, exploración y combate extraído de Dungeons and Dragons que se adapta genial al DualSense
Lo hemos repetido una y otra vez en Vandal: Baldur's Gate 3 se toma muy en serio eso de trasladar las reglas de Dungeons and Dragons en su quinta edición. Desde que estamos construyendo nuestro personaje, pasando por su raza o trasfondo, y terminando en su progresión o la de nuestros compañeros, en Larian Studios se nota que han sabido diseccionar de manera quirúrgica lo que hace interesante una partida de rol y trasladarlo, con mucho atino y mimo, a su versión digital. En la redacción de Vandal somos aficionados confesos a Dungeons and Dragons desde hace décadas, han pasado muchos manuales por nuestras manos, y hemos estado debatiendo qué elementos nos parecían mejor o peor adaptados en esta nueva entrega de la saga Baldur’s Gate. Hubo consenso: nos encantaba la forma en la que nos hacía sentir parte de una partida cuando estábamos a los mandos del juego, tirando dados, siendo conscientes de las habilidades y características de nuestros héroes y aliados y aplicando con inteligencia las reglas más conocidas y fundamentales del juego de mesa de Wizards of the Coast.
Puede parecer algo abrumador y destinado a los jugadores más veteranos de Dungeons and Dragons: nada más lejos de la realidad. Baldur's Gate 3 es un videojuego muy profundo, insondable en algunos aspectos, pero que sabe encandilar a los novatos con una sencilla presentación, intuitiva y condensada, para que a los pocos minutos de tomar los mandos de la aventura sepamos qué puede hacerse, cómo reaccionar o de qué forma actuar ante la gran mayoría de situaciones. Las posibilidades, aunque parezca un lugar común en este tipo de análisis, son muchísimas. Casi infinitas. Puede pasar de todo, podemos actuar de una forma casi absurda en un combate o conversación y encontrarnos con la excelente aplicación de reglas como consecuencia, todas ellas extraídas directamente del manual del jugador o de manual de dungeon master de quinta edición. Es por eso que os damos un consejo: ser originales siempre tiene recompensa. Es una deliciosa locura.
Sí es cierto que hay aspectos a pulir -como lo referente al sigilo, muy pobre- y que hay fórmulas maestras para, más allá del azar inherente a la aplicación de ventajas, bonificadores y demás en las tiradas del dado de 20 caras, salir indemnes de algún que otro atolladero, pero la experiencia en general es brillante, variada e interesante. Jugar a Baldur's Gate 3 es muy agradable y plancentero, pues incluso cuando creamos darnos con un muro en la progresión, con una misión complicada o que se nos atraganta, siempre habrá una opción a contemplar, más buena o más mala, con la que seguir avanzando y sentirnos dueños de nuestra propia historia. Es una aventura con mayúsculas, en la tenemos siempre un gran poder de decisión, ya sea en los diálogos con amigos y enemigos, o en la exploración de sus ricos escenarios, muy detallados y complejos. Ya os advertimos: no hay dos partidas iguales.
La versión para PlayStation 5, y queremos repetirlo, es una traslación completa del juego de PC, con las mismas opciones y con todas sus posibilidades. Han sabido fomentar el control directo de nuestros personajes, algo que le sienta muy bien a la investigación que podemos hacer por los distintos ambientes del juego, con un absoluto manejo de la cámara en todas sus direcciones. Larian, además, ha apostado por un sistema de manejo directo, como si se tratase casi de un videojuego de aventura en tercera persona, añadiendo a la fórmula una buen número de menús radiales para las opciones, menús contextuales para las acciones pertinentes con personajes y elementos de los escenarios y una presentación inteligente de una interfaz cargada de información pero que no atosiga al jugador ni entorpece. Es una versión muy parecida a la de PC en cuanto a visibilidad pero sin los habituales atajos y accesos directos en la parte de abajo, que prioriza la acción en todo momento.
Pulsando R1 y L1 en el mando de Sony, tenemos tres menús diferentes, permitiéndonos saltar desde las habilidades particulares de nuestro héroe o personaje a las acciones básicas, pasando por los ítems o consumibles que tenemos en el inventario. Con otro de los botones superiores del DualSense, L2, podemos agrupar y desagrupar a nuestro equipo, cambiando al vuelo para controlar al personaje que queramos, así como con R2, acceder al menú principal del juego, en el que gestionar los descansos en el campamento, los descansos parciales o incluso dejar pasar el tiempo, etc. Tanto en la exploración de escenarios como en los combates por turnos, estratégicos y muy profundos, hemos estado cómodos con el mando.
Sí es cierto que nos hemos agobiado un poco, quizás al principio, al intentar seleccionar algunas cosas, como objetos específicos en escenarios plagados de ellos -como coger un libro en una biblioteca o una bolsa de monedas en un escritorio- o incluso para charlar con personajes concretos en mitad de una multitud que no deja de moverse, pero Larian ha sabido ayudarnos al respecto, con líneas que resaltan según qué objetivos estamos seleccionando y un uso inteligente de la cruceta para pasar de uno a otro si la cosa se complica. Pero, ¿podemos añadir teclado y ratón a nuestra PlayStation 5? No. Si bien parece detectarlo, el juego no tiene soporte oficial, y de momento, únicamente podemos tirar del DualSense para jugar a Baldur's Gate 3. ¿Es un problema? En absoluto. El videojuego tiene un gran sistema de control, ha hecho un buen trabajo en condensar y simplificar opciones y pensamos que, en un principio, el mando es más que suficiente. Eso sí, nos encantaría que Larian contemplase la opción de permitirnos jugar con teclado y ratón en un futuro.
El modo pantalla a partida de Baldur's Gate 3 es una maravilla: así funciona en cooperativo online y local en PlayStation 5
Baldur's Gate 3 ofrece también cooperativo en PlayStation 5 -aunque ojo, requiere de PS Plus si queremos jugar por internet-, pero hay una faceta que nos ha encantado y transportado a tiempos pasados: su cooperativo local. Hablamos de un modo pantalla partida que nos permitirá en una misma consola y compartiendo televisión y sofá, disfrutar de una sesión de juego a Baldur's Gate 3 sin ningún tipo de recorte. El proceso es muy sencillo, y se activa de forma automática cuando iniciamos sesión con un segundo mando y se escoge un perfil en la consola -ya sea propio o de invitado-. El videojuego pasa a activar automáticamente la división de la pantalla, pasando al modo gráfico de calidad -hablaremos de ello más adelante- e invitándonos a compartir la historia sin limitación alguna.
Cuando estemos jugando en este modo, el anfitrión o jugador principal, puede repartir y dividir personajes entre los dos jugadores que estén en pantalla partida, y aunque es cierto que el segundo usuario tendrá que crearse un personaje desde cero, el videojuego automáticamente generará la experiencia suficiente para que se equipare rápidamente al poder y las habilidades demostradas por sus compañeros de aventura, sin importar en qué punto se encuentra o cuál es su nivel. Una manera inteligente ‘nivelar’, y nunca mejor dicho, las características y posibilidades para evitar que ningún jugador nuevo se sienta un lastre o una rémora para el equipo.
Las posibilidades del modo pantalla partida son infinitas. Por ejemplo, en nuestra campaña, decidimos ir por nuestra cuenta explorando el escenario buscando a un personaje en una de las primeras misiones, mientras que el segundo jugador o invitado, estuvo combatiendo contra unos goblins un tanto revoltosos y chulescos en su propio campamento. ¿Hay algún problema técnico digno de mención? No, al menos durante las más de cuatro horas que jugamos en este modo durante el análisis, todo aguantaba bien y nos pareció fluido y robusto. Ni ralentizaciones notorias ni problemas gráficos. ¿Discusiones y risas? Sí. Bastantes.
Podemos importar nuestra partida: así funciona el sistema de cuentas y progreso cruzado Baldur's Gate 3 y las cuentas de Larian Studios
Es una de las características más interesantes. Cuando iniciamos la partida en la versión de PlayStation 5, se nos invita a iniciar sesión en el sistema de Larian. ¿Por qué? Bueno, el estudio insta a los jugadores a hacer en todos y cada uno de sus juegos, no requiere mucho tiempo, nos piden un email y un nombre de usuario, una contraseña para nuestro perfil y poco más. Es algo gratuito y muy rápido y nos permitirá sacarle partido a una de las opciones más aplaudidas de este port: si tenemos una cuenta y hemos jugado a la versión de PC, se descargarán nuestras últimas cinco partidas guardadas gracias al progreso cruzado. Es una forma de agradecer el tiempo invertido en el juego, claro está, pero también es una constatación de que ambas versiones del juego, en ordenadores y consolas, son idénticas. Creemos que estamos ante toda una declaración de intenciones y un sistema tan inteligente como sencillo, que debería ser la norma en este tipo de juegos, tanto de PC a consolas como de forma inversa.
Esa Githyanki es muy atractiva… Baldur's Gate 3 luce también genial en PlayStation 5 y tiene dos modos gráficos
Larian Studios ha llevado Baldur's Gate 3 a PlayStation 5 con honores. El estudio se ha encargado de la adaptación, sin recurrir a terceros, demostrando un buen hacer y un cuidado digno de aplaudir. Hablamos de un port notable, con algunas diferencias gráficas evidentes con respecto a la versión de PC, pero que nos ha sorprendido gratamente en términos generales. Sí, hay una reducción en la resolución -en PlayStation 5 no funciona a 4K nativos-, pero sí sabe adaptarse a los gustos de los jugadores ofreciéndonos dos modos gráficos para que cada tipo de usuario elija cómo quiere vivir la experiencia.
Por un lado tenemos el modo rendimiento, en el que Baldur's Gate 3 ofrece 60 frames por segundo muy estables, dándonos una experiencia fluida y suave, todo ello a costa de reducir ligeramente la calidad visual en texturas y modelados. Por otro, el videojuego incluye una opción calidad centrada en presentar el mejor apartado gráfico posible, con una resolución nativa de 1440p reescalados a 4K y con un límite de 30 frames por segundo. ¿Se nota la diferencia entre ambos? Sí, y mucho, sobre todo si sois puntillosos en eso de detectar mejores efectos de luz, calidad en las texturas o modelados ligeramente más detallados, aunque en nuestras partidas hemos decidido jugar en rendimiento, un modo muy optimizado y agradable, al menos durante la mayor parte del desarrollo de la aventura.
Es cierto que existen algunas ralentizaciones puntuales en escenarios concretos -sobre todo a partir del segundo acto del juego- y en situaciones de estrés, cuando hay muchos enemigos o se aglutinan una enorme cantidad de personajes en la pantalla. Además, durante el análisis, y antes de un parche que llegó poco tiempo después, encontramos alguna que otra carga extraña de texturas y un par de bugs muy -un personaje que se quedaba atascado y giraba sin parar, flotando para la eternidad, un fundido a negro mientras se escuchaba el clamor de una batalla- o un extraño e intermitente popping en algunos escenarios y personajes, pero nada grave y más bien anecdótico una vez el juego se actualizó. Baldur's Gate 3 cumple con nota en lo visual en la consola de Sony, con unos modelados impresionantes en los personajes, expresiones faciales muy trabajadas y creíbles, que en los diálogos y vídeos cobran mucho protagonismo, y un apartado artístico que enamorará a los amantes del universo de Dragones y Mazmorras.
Igual de notable es la traslación sonora, con un acompañamiento musical espectacular, tanto íntimo como épico, así como con un doblaje excelente, con unas interpretaciones impresionantes y muy dramáticas a lo largo y ancho del reparto del juego, y aunque esté únicamente en inglés, lo cierto es que se marca un nuevo hito en el género. El videojuego está traducido al castellano, con una buena localización a nuestro idioma en textos.
Conclusiones finales
Baldur's Gate 3 es un videojuego excelente también en PlayStation 5. El port de Larian Studios, firmado de manera personal por el equipo de desarrollo de la edición de PC, mantiene todo el contenido de esta aventura de rol, profunda y muy absorbente, sin recortes de ningún tipo. Exploración, combates y decisiones, así como grandes opciones de personalización, permanecen intactas.
Esta adaptación permite recuperar partidas de la versión de PC para continuar el progreso, algo que nos ha encantado y nos parece especialmente intuitivo, y se añaden con inteligencia opciones como el cooperativo local, que nos permitirá disfrutar una partida con alguien desde la misma consola y con dos mandos, una experiencia que hace al juego aún más divertido. El control con DualSense es muy práctico e inteligente, y aunque no es comparable al logrado con el teclado y el ratón, sí nos parece que responde muy bien. A nivel técnico, pese a reducir algo de calidad, cumple sobradamente, trasladando de una manera increíble Faerûn a nuestras consolas. En nuestra partida no hemos encontrado problemas gráficos o bugs graves, algo reseñable, sobre todo teniendo en cuenta la complejidad del título que nos atañe.
Baldur's Gate 3 es una obra maestra de los videojuegos, un juego de rol inabarcable, lleno de detalles, opciones y personalidades, así como coronado con una presentación inmejorable. Cualquier amante del género debería darle una oportunidad, sobre todo si ha jugado o entiende la naturaleza intrínseca de su propuesta, extraída de Dragones y Mazmorras. Su versión para PlayStation 5 ha estado a la altura y ha cumplido todas nuestras expectativas. Un crítico en toda regla.
Hemos realizado este análisis gracias a un código para PS5 proporcionado por ICO Partners.