Análisis Unto the End, una aventura realmente desafiante (PS4, PC, Xbox One, Switch)
Demon's Souls y los juegos de FromSoftware en general se han convertido en obras increíblemente influyentes en la era actual del videojuego. Infinidad de títulos han tratado de clonar determinadas partes (o todo el conjunto) de las producciones de dicho estudio con mayor o menor fortuna, incluyendo algunas propuestas más modestas de estilo 2D como la que nos ocupa. Unto the End es el nuevo trabajo del equipo indie 2 Ton Studios que sigue de cerca esta corriente que os comentamos, si bien a ese conglomerado de mecánicas se suma también una muy evidente influencia de los trabajos de ese pequeño pero gran estudio que es PlayDead. Y el resultado es plenamente satisfactorio en general, aunque desde ya mismo es necesario dejar muy claro que, por sus características, no es un juego apto y recomendable para cualquier tipo de usuario. Más bien lo contrario.
La historia nos pone en el papel de un guerrero que, durante su viaje de regreso, cae en unas profundas cavernas… las cuales y para su desgracia están habitadas por unas criaturas bastante agresivas y, peor todavía, letales. En este sentido cabe destacar que la trama se va desarrollando de manera totalmente orgánica, es decir, sin diálogos o ni tan siquiera texto alguno que echarse a la boca.
Esta característica nos ha gustado bastante pero, siendo honestos, también es justo señalar que la narrativa ni es la más interesante que hemos disfrutado nunca ni, tampoco la más compleja. Una trama que se desarrolla durante unas cinco horas de juego, aunque esa cifra pueda variar considerablemente en función de nuestro nivel de habilidad como ahora mismo explicaremos.
Un fallo y estás muerto
Vais a morir. Y muchas veces, más de lo que podáis pensar en un primer momento. Tal y como sucede con la saga Dark Souls y otras muchas de su estilo, la muerte forma parte de esta obra que nos ocupa. Un título que, además, no nos lleva de la mano como también ocurre con la mayoría de ellos, hasta el punto que ni tan siquiera se nos explican muchos de los conceptos básicos, como los propios combates, los cuales es posible practicar en los campamentos base (con la hoguera de por medio). Estamos ante un título muy desafiante en general que se nutre de diversas mecánicas bastante simples pero que, si se las pilla el punto, se hacen muy atractivas. Y una de las principales es el tema de las mencionadas batallas, las cuales tienen lugar en tiempo real y, normalmente, debemos hacer frente a enemigos que nos atacan en solitario o en grupos reducidos… y menos mal.
El sistema de combate es tan sencillo de asimilar como complicado de dominar. De hecho, el más mínimo fallo suele terminar con la muerte de nuestro personaje. Podemos realizar ataques altos y bajos, exactamente la misma gama que disponen los adversarios, pudiendo rodar por el suelo para evitarlos o, también, bloquearlos. La gracia estriba en que para determinar qué ataque va a efectuar nuestro rival es necesario leer su gesto o animación previa, algo vital para no acabar besando el suelo. ¿A que parece muy sencillo? Lo es, de hecho… pero en la práctica y dada la rapidez de movimientos que poseen algunos de los monstruos que nos esperan, las cosas se complican mucho. Exageradamente incluso. Moriréis hasta la saciedad, eso os lo garantizamos, dado que los bichejos que campean por los fondos no son los únicos que pueden acabar con nosotros, dado que las trampas, las zonas platafomeras traicioneras que es necesario afrontar y demás peligros acabarán con nosotros decenas de veces. Por poder, incluso es posible morir desangrados tras salir victoriosos de una batalla, siendo necesario acudir a un campamento para curar nuestras heridas o echar mano de algún medicamento para cortar la hemorragia.
Para suavizar un tanto las cosas, el título nos ofrece un par de "ayudas". La primera son los puntos de control, muy numerosos y normalmente situados justo instantes antes de palmar. Y también se agradece la ausencia de la clásica barra de resistencia que limita nuestras acciones en otros títulos, pudiendo rodar por el suelo o embestir a los adversarios tantas veces seguidas como deseemos. Algo es algo. Al margen de las contiendas, otro elemento muy destacado que incorpora el juego es su vena survival. Fabricar armaduras, crear tónicos y recolectar materias primas es una de las tareas primordiales que debemos realizar a lo largo de la aventura para tratar de sobrevivir a las complicadas situaciones que debemos abordar a cada paso. Y como ya os hemos comentado, a esto se suman zonas plataformeras y algún que otro pequeño puzle que otorgan variedad a un sistema de juego muy directo que funciona bien… siempre que tengamos la paciencia (y destreza) suficiente.
¿Os acordáis de la referencia que hacíamos a los juegos de PlayDead? Pues más allá de lo que tiene que ver con los toques de plataformeo y exploración que posee esta obra, sin duda se advierte mucha influencia en todo lo que tiene que ver con su inspirada disposición estética y ambiental. Resulta complicado jugar a Unto the End sin que te vengan a la cabeza recuerdos concretos de Limbo o Inside, lo cual habla muy bien del trabajo efectuado por los desarrolladores en este apartado. Pese a su acabado minimalista los escenarios gozan de bastante belleza en general, mientras que el aspecto que muestran los personajes es francamente bueno. Unos fondos que han sido ambientados con maestría gracias a unas melodías que no acaparan demasiado protagonismo pero que ayudan a apuntalar la atmósfera de cada uno de ellos, y unos efectos muy cuidados en global.
Una aventura cautivadora pero implacable
Como suele ocurrir con este tipo de títulos, y más los de naturaleza más humilde, estamos ante una obra que seguramente dividirá la opinión de muchos usuarios en función de sus propios gustos y particularidades. Los amantes de las aventuras complicadas y desafiantes seguramente gozarán con lo que propone esta odisea en 2D, un título que combina elementos clásicos como la supervivencia, las plataformas y los combates de manera muy interesante. Sin embargo los jugadores menos pacientes seguramente desestimen el trabajo efectuado por 2 Ton Studios por su implacable nivel de dificultad, donde el más mínimo fallo puede condenarte a una muerte sin contemplaciones. En cualquier caso, se trata de una producción muy cuidada y estimable.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código proporcionado por Big Sugar Games.