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Género/s: Arcade / Casual
Fecha de lanzamiento:
XBOne:
PS4, PC, Switch:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: SMG Studio
Producción: Team17
Distribución: PlayStation Network
Precio: 24,99 €
Jugadores: 1-4
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: -
Online: -
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Análisis Moving Out, mudanzas divertidas (PS4, PC, Switch, Xbox One)

Team17 y SMG Studio cuajan un divertido y alocado videojuego enfocado al cooperativo que entre sus muchas virtudes y aciertos, nos recuerda a grandes del género como Overcooked.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Análisis de versiones PS4, PC, Switch y Xbox One.

Sábado por la mañana. Nos disponemos a dar una vuelta o echar el rato en casa tranquilamente, disfrutando del descanso de una larga semana de trabajo o estudio. De repente, el teléfono suena. Es un mensaje de nuestro mejor amigo. "Échame una mano con la mudanza. Te invito a una cerveza". Es la petición más peligrosa a la que tendremos que hacer frente y a la que, en algún momento de nuestra vida, deberemos contestar o incluso hacer a quién más queremos. ¿A quién le gustan las mudanzas? Son aburridas, sucias, estresantes y muy cansadas. ¿Cómo puede algo tan peñazo dar origen a un videojuego tan divertido, especial y entretenido? Es ahí donde radica el mérito de Team17 y SMG Studio con Moving Out, un particular juego independiente que nos invitará a llevar cajas, objetos personales y otros enseres de un lado a otro con gracia y salero.

Unos manazas certificados y muy eficientes

Moving Out nos propone formar parte de una empresa de mudanzas de lo más eficiente, Smooth Moves, con un método de manejo de materiales y colocación de muebles que tiene hasta nombre propio: Furniture Arrangement & Relocation Technician o FART -los chistes de ventosidades nunca fallan-. Como empresa líder del sector, nuestra misión no será otra que la de ayudar a los más variopintos vecinos de la localidad de Packmore a llevar su objetos más preciados de una localización a otra, primándose la velocidad o la calidad del servicio por encima de todo. Sí, puede que el pretexto no sea especialmente atractivo, pero creednos, desde el primer instante en el que el título se comienza a mostrar y nos explica en qué consiste -con un vídeo laboral en VHS con sorpresa retro-, es difícil no caer rendido a su propuesta. Usando una perspectiva cenital, y permitiéndonos escoger un personaje el cual podemos diseñar a nuestro antojo -nosotros decidimos encarnar a un camaleón de lo más particular-, lo nuevo de los editores de Worms o The Escapists busca con su novedosa fórmula hacernos pasar un buen rato.

Las primeras casas y residencias serán sencillas. Eso sí, el caos, incluso en un lugar pequeño y simple, puede ser brutal.

Una vez superemos el tutorial y seamos conscientes de lo sencillo de su control, que podría resumirse en un localizar, agarrar, moverse y lanzar o depositar, sabremos que este título elimina cualquier tipo de barrera de entrada con su sistema de juego. Cualquiera es capaz de asimilar el concepto, de entender los términos del título y de lanzarse a disfrutar de una campaña que puede y debe jugarse en cooperativo a lo largo de 30 niveles muy diferentes entre sí. Sin embargo, la gran belleza de Moving Out como entretenimiento lúdico radica en lo bien diseñados que están estos niveles y en las abrumadoras posibilidades que se esconden en ellos.

En cada uno de los encargos o misiones de mudanza, la empresa nos dará un listado de objetos vitales que deben ser recogidos y depositados en el camión para su transporte. Al principio serán listas sencillas, fáciles de recordar o recopilar, pero la cosa se irá complicando de forma paulatina. No os preocupéis, no hay que memorizar nada -el propio juego nos permite señalar estos objetos vitales-, pero sí es cierto que es muy recomendable que seamos conscientes de que cada casa es un mundo, y que cada situación, un particular universo.

Distribuirse el trabajo en lugares grandes, con varias plantas o una gran extensión de terreno es algo vital de cara al éxito en las mudanzas.

Os pondremos un ejemplo. En Moving Out tendremos que recoger desde muebles como mesillas de comedor, sillas o sofás a camas, frigoríficos, televisiones -desconectándolas a la fuerza de la corriente-, jarrones o microondas. Y eso por citar ejemplos claros, porque luego los enseres a transportar serán más absurdos, difíciles o disparatados. Una vez los localicemos y empecemos con el transporte, veremos que las casas, mansiones y escenarios están muy bien diseñados, y que esconden rutas o pequeños atajos que nos pueden ayudar a ser más eficientes. No es lo mismo hacer una mudanza en una casa con dos dormitorios y una cocina que en una mansión de tres plantas, varios comedores y un par de hectáreas de bosque. Por eso el juego, que tiene un temporizador que mide nuestro éxito -a menor tiempo, mayores premios y grados de puntuación-, nos invita quizás no a ser unos fulleros, pero sí unos transportistas un tanto prestos. Acabaremos asimilando estrategias y tácticas concretas, así como rompiendo cristales, lanzando los objetos más pequeños por las ventanas, abriendo puertas sin cuidado y moviéndonos como auténticos elefantes en una cacharrería. Da lo mismo, lo importante es cumplir.

¿Veis el fantasma? Pues bien, no sabéis lo incómodo que puede llegar a ser en una mudanza.

El videojuego además buscará sorprendernos constantemente. Lo mismo estaremos desalojando una casa, una oficina o una extraña mansión embrujada con fantasma incluido -que además, nos obligará a estar pendientes de él, ahuyentándolo-, a poniendo en orden un extraño lugar interdimensional con ventiladores, vacíos cósmicos y objetos de alta tecnología como pistolas de portales -sí, habéis leído bien-. Todo ello mientras nos movemos de un lado a otro conduciendo el camión de la empresa y causando, si cabe, más caos por todos las calles y zonas en las que operamos.

Los objetivos de bonificación son interesantes de cumplir, ya que nos desbloquearán distintos premios.

Es difícil aburrirse o experimentar la sensación de repetición con estos escenarios, que en su mayoría, nos han parecido muy originales y que rinden tributos a títulos como Pac-Man o Frogger, por citar dos ejemplos claros. Además, están plagados de secretos, de objetos ocultos o de logros y misiones secundarias que pueden otorgarnos un plus de rejugabilidad bastante considerable. Si somos especialmente buenos, lograremos incluso desbloquear hasta 10 minijuegos diferentes, tipo party, muy interesantes y curiosos. Pero aunque jugar solo es posible, e incluso tenemos un modo asistido que relaja los pesos de los objetos, la diversión viene con el multijugador cooperativo.

Hay niveles muy curiosos, con trampas, objetos ocultos y otras sorpresas. A veces tendremos la sensación de vivir una especie de concurso o reality.

La unión hace la fuerza

Moving Out crece y agranda su experiencia si lo disfrutamos gracias a su modo cooperativo local. Sí, enfatizamos lo de modo cooperativo local, ya que el título carece de opción online y únicamente nos permite jugar con algún amigo, familiar o nuestra pareja desde el mismo sofá, algo que nos ha transportado a los viejos tiempos. Como videojuego que usa la física para mostrarnos su propuesta jugable, disfrutar con otros usuarios de su fórmula, se nos antoja esencial. Seis u ocho manos hacen más que dos, y meternos en una casa para transportar un pesado piano, un enorme cheslong o una gigantesca cama de matrimonio, es una auténtica delicia. Si pensáis en una mudanza, seguro que os imagináis un montón de situaciones absurdas, dimes y diretes, estrategias para llevar algo de un sitio a otro y un buen número de risas, enfados y suspiros. Pues Moving Out traspasa este tipo de situación de la vida real al mundo virtual -sin que se nos caiga nada en un pie, claro-, replicando algunos de los puntos fuertes de videojuegos como Overcooked, Human Fall Flat o el reciente Good Job! Las maniobras coordinadas se vuelven absurdas, empezaremos a querer cada uno por nuestro lado y lo que en principio era fácil, exigirá concentración y dedicación, aunque estemos al borde del caos y la destrucción mucha frecuencia.

¿Qué se oculta en este búnker? ¿Ovnis? ¿Conspiraciones? El sentido del humor del juego es genial.

Uno de los momentos más míticos que hemos vivido durante el análisis, implicaba llevar una serie de sofás y objetos de un lado de la calle al otro, esquivando el tráfico y haciéndonos sentir, como os citábamos más arriba en el texto, como la rana del mítico Frogger. En otro de ellos, una especie de piscina interior o fuente nos impedirá llegar correctamente al camión de la mudanza, y deberemos lanzar los objetos de un lado a otro evitando que se hundan y se estropeen. Son situaciones entretenidas, disfrutables en compañía, y que nos garantizarán carcajadas por doquier. Si bien el cooperativo local nos encanta, y es una opción a reivindicar constantemente en múltiples juegos y géneros, no habría de estado de más incluir una opción de modo online para replicar la experiencia sin importar la distancia en la que nos encontremos.

Con varios jugadores todo es mucho más divertido, pues hay objetos que te exigen coordinación y cooperación.

Estéticamente colorido y llamativo

Team17 y SMG Studio han cuajado un juego estéticamente muy atractivo, colorido y que busca fomentar la inclusión al presentarnos los más variados personajes imaginables para encarnar. Desde personas con movilidad reducida y avatares virtuales sin sexo definido, a criaturas locas y extrañas como el unicornio o el camaleón que os comentábamos a otros más disparatados, como un personaje que tiene una tostadora como cabeza. Los niveles están muy bien hechos, distintos y llenos de detalles, sobre todo cuando la cosa se empieza a desmadrar y comienza a romperse todo, tambaleándose el orden y extendiéndose la destrucción. Nosotros hemos analizado el título en Xbox One X, sin fallos, lag o problemas técnicos de ningún tipo, y manteniéndose en todo momento la imagen limpia y sin caídas de frames reseñables. El título tiene traducción al español a nivel de textos, y goza de una serie de sintonías y efectos sonoros muy buenos -y muy retro-, equiparables al cuidado diseño artístico.

¿Cruzar la carretera? ¿No os recuerda a algún juego en concreto?

Conclusiones finales

Moving Out es un título sencillo en su planteamiento pero divertido y plagado de momentos irrepetibles que, y esto hay que dejarlo claro, se enfatizan y magnifican cuando se juega en cooperativo local. Hacer una mudanza nunca es plato de buen gusto, pero los responsables de este particular videojuego independiente han conseguido darle la vuelta a la tortilla. Con un sentido del humor enorme, un apartado audiovisual reseñable y una jugabilidad fácil de comprender y basada en los rompecabezas físicos, Team17 y SMG Studio han conseguido que nos replanteemos los pensamientos negativos que nos surgen cuando nos invitan a mover cajas y muebles un sábado o un domingo por la mañana. Si buscáis un título entretenido, del estilo party, no lo penséis más: es una opción muy recomendable tanto en consolas como en PC.

Hemos analizado este análisis en su versión de Xbox One X con un código proporcionado por Team17.

NOTA

7.7

Puntos positivos

Su jugabilidad es sólida, sencilla de comprender.
El diseño de sus 30 niveles es excelente y muy variado.
La experiencia cooperativa.

Puntos negativos

Jugar en solitario es una opción, pero no es lo mismo.
Echamos en falta un modo multijugador online.

En resumen

Moving Out llega con fuerza en el género de los videojuegos cooperativos con énfasis en los puzles y la física. Divertido, variado y con con un sentido del humor brillante, es muy recomendable para jugar en compañía.