X
Juegos
Foro
Plataformas
Fecha de lanzamiento:
PS4:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Sega
Producción: Sega
Distribución: Koch Media
Precio: 59,99 €
Jugadores: 1
Formato: Blu-ray
Textos: Inglés
Voces: Inglés/Japonés
Online: -
ANÁLISIS

Análisis de Fist of the North Star: Lost Paradise (PS4)

Sega reinventa Yakuza y lo adapta al sangriento universo de El Puño de la Estrella del Norte.
·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
Análisis de versión PS4.

Durante la última década el estudio creador de Yakuza se ha tomado algunos descansos –en cuanto a temática, no al ritmo de producción- con juegos alejados de Kazuma Kiryu. Así nació Binary Domain, el próximo Project JUDGE o el lanzamiento que nos llega ahora a Occidente, Fist of the North Star: Lost Paradise, inspirado en el popular manga de Buronson y Tetsuo Hara.

No obstante, y como sucede con Project JUDGE, Ryu ga Gotoku Studio sabe perfectamente cuál es su fuerte y lo que espera su público, de ahí que Lost Paradise tenga similitudes en cuanto a desarrollo con la saga Yakuza, pues hablamos de un beat'em up con un poco de exploración, mucha narrativa y pequeños toques roleros.

Eso sí, anticipando nuestras conclusiones, el resultado es un tanto descafeinado si lo comparamos con los juegos de Kiryu; fue desarrollado en paralelo a otros Yakuza por un equipo formado principalmente por novatos, y eso se nota.

Como sucede con cualquier título basado en una licencia, ya sea un One Piece, Naruto, etc., Fist of the North Star: Lost Paradise se disfruta mucho más con conocimientos de Hokuto no Ken que sin ellos. La historia –creada para el juego pero con muchas conexiones con el argumento original- se ambienta en una Tierra postapocalíptica y nos presenta a Kenshiro en la búsqueda de su prometida Yuria, de la que ha escuchado rumores sobre su paso por una ciudad fortificada, Eden. Pero antes de obtener respuestas, deberá demostrar su fuerza y hacer frente a una amenaza que pone en peligro a la población de este lugar.

Lost Paradise hace esfuerzos para que el jugador conozca los detalles más importantes de la trama, con algunos flashbacks que recrean escenas claves –caso del enfrentamiento con Shin que deja marcas en su cuerpo-, pero hay muchos otros detalles o personajes clásicos que se tratan más de pasada. No siendo imprescindible para jugar, sí es recomendable conocer un poco del personaje y este universo para disfrutarlo por completo.

El juego explicará los eventos y personajes más importantes de la historia, para refrescar la memoria o aclarar conceptos a los novatos en 'Hokuto no Ken'.

La duración del título es muy variable y la historia principal se puede hacer en unas diez horas. En cambio, si quieres exprimir todas las aventura y llevar al máximo a Kenshiro, esto lleva decenas de horas que pueden pasar de las 100 sin problemas.

Al igual que Yakuza, una de las bases de Lost Paradise es el combate. Estamos ante un brawler tridimensional contra enemigos, por lo general más numerosos que lo visto en las aventuras de Kiryu, donde contamos con dos tipos de ataques principales más un movimiento de evasión. Aunque el estilo no es el de nuestro yakuza con buen corazón, cuando ponemos las manos en el pad se reconoce inmediatamente porque en esencia es lo mismo: combos rápidos, defensa y moverse continuamente para evitar quedar rodeado.

Ofrece la libertad de un 'Yakuza'. Si quieres aparcar la historia principal, tienes otras actividades disponibles para conseguir recursos.

Hay un elemento en la jugabilidad que se desmarca algo de Yakuza –pero no mucho, porque viene a ser un sustituto de las Heat Action- y es la posibilidad de canalizar la energía interna para destrozar a nuestros oponentes. El botón círculo, utilizado habitualmente en Yakuza para recoger objetos o agarrar a enemigos, en este caso activa las técnicas letales del Hokuto Shinken, el violento arte marcial de Kenshiro. Para hacer uso de él es necesario debilitar al rival y que aparezca una indicación, aunque los enemigos más cobardes suelen asustarse con nuestras acciones para dejar al descubierto esta opción.

No os vamos a engañar: el juego es violento. Y no sería un Hokuto no Ken si no lo fuera. El gore alcanza niveles tan ridículos que no llega a desagradar, pero obviamente habrá quien se escandalice; las técnicas hacen estallar los cuerpos creando deformaciones y una inmensa lluvia de sangre que no son recomendables para menores –como así refleja su calificación de edad-. Y ni siquiera es necesario activar estas detalladas secuencias que van asociadas a algún QTE, simplemente golpea a un rival y verás cómo explota. Las secuencias tampoco dudan en presentar muertes crueles y dantescas.

Las técnicas secretas realzan los ataques más letales. ¿Problemas de migrañas? Kenshiro tiene la solución.

¿Es divertido el combate de Lost Paradise? Sí, sin duda. El estilo arcade y desenfadado marca de la casa Ryu ga Gotoku Studio se adapta bien a Kenshiro, pero hay que decir que está un peldaño por debajo en varios aspectos. Ha perdido parte de la estrategia –aprovechar el entorno y sus objetos, por ejemplo-, mientras que el aumento de enemigos en pantalla lo vuelve más caótico e impreciso. También hemos notado que nuestros golpes parecen menos contundentes, algo que podría estar relacionado con las animaciones; no hace falta una comparación directa con Yakuza 6/Kiwami 2, ya se nota inferior a Yakuza 0/Kiwami.

Hay un poco de Kenshiro en esta foto de sangre. El juego es absurdamente violento.

En la parte negativa, nuestros enemigos son muy clónicos en general, aunque en esto no toda la culpa es de Sega, influye la fuente original. La parte positiva es que entre tanto punk con hombreras hay variedad de rivales con armas, y sus tamaños suelen indicar la dificultad –básicamente su vida y fuerza de ataques-. La inteligencia artificial es justita, la suficiente para un beat’em up.

Igualmente, el uso de técnicas secretas es mucho más habitual que las Heat Action de Yakuza, lo que significa que al cabo de unas horas habremos visto decenas de ejecuciones del mismo tipo, pues tampoco hay tantas variantes. Imagina que quieres rematar a tus 10 rivales de una pelea así, y eso en tu siguiente enfrentamiento, y en el siguiente; lo poco agrada y lo mucho… empacha.

Fácil de aprender: cuanto más grande es un enemigo, normalmente será más peligroso.

Por otra parte, es cierto que con el aprendizaje de nuevos movimientos –incluso de otros personajes, como Toki- nuestras posibilidades irán mejorando poco a poco y se añadirán nuevos ataques para, por ejemplo, devolver los proyectiles enemigos. La mayoría de duelos se pueden resolver con el combo básico, pero al menos tendrás la opción de hacer tu estilo menos monótono si así lo deseas. Lost Paradise tiene momentos excelentes contra jefes, principalmente por su gran resistencia, y rara vez nos aburrirá una pelea, pero salta a la vista que no es un sistema tan dinámico como el de Yakuza.

Hemos mencionado la evolución del personaje, y es que aquí hay un progreso por niveles y adquisición de ventajas –técnicas, más ataque, salud, etc.- con diferentes orbes en una serie de tableros. También hay opción de cambiar el equipamiento de Kenshiro y configurar unos talismanes, que en definitiva, hacen de Lost Paradise algo más complejo que las habituales adaptaciones de anime que optan por un musou o versus. No decimos con ello que un género sea mejor que otro, sino que en Lost Paradise podrás dejar parada la misión principal y dedicarte a mejorar a Kenshiro en experiencia o equipamiento.

Aprender nuevas técnicas añade contraataques, evasiones y movimientos que suman más variedad a nuestro estilo de lucha.

Precisamente en cuanto a actividades secundarias, esas que a veces incluyen humor y demuestran que el juego no siempre se toma en serio, Lost Paradise trae algunas cuantas que van desde resolver problemas de la gente, hacer de cazarrecompensas, participar en un casino –las apuestas típicas para ganar dinero extra-, el coliseo, trabajar en la barra de un bar, jugar a títulos clásicos de Sega o explorar las tierras desérticas con un vehículo.

Esta exploración del desierto nos deja sensaciones encontradas, porque es un aspecto novedoso respecto a los Yakuza, y además elimina la sensación de estar "atrapados" en Eden, pero en la práctica nos servirá para combates extra, visitar localizaciones cercanas por cuestiones de historia y la recolección de recursos. Con más trabajo podría haber ganado más interés, ya que lo que tenemos es una desangelada extensión de tierra en la que conseguir materiales para mejorar nuestro estado. Al menos, este juego sería lo más parecido a tener una adaptación de las películas de George Miller de no existir Mad Max de Avalanche Studios o Rage de id Software.

Podrás recorrer zonas desérticas con tu vehículo, que deberás mejorar para llegar a ciertos puntos.

En global, Fist of the North Star: Lost Paradise logra casi todos sus objetivos: divertir, representar bien a Kenshiro y el resto de personajes con mucha testosterona en una historia repleta de frases lapidarias. Su punto débil es la larga sombra de la saga en la que se inspira. La jugabilidad no está tan pulida como en los Yakuza –pese a las similitudes-, el ritmo no tan equilibrado -las primeras horas son un poco lineales-, ni todas las innovaciones que aporta Lost Paradise terminan por cuajar como deberían. Un buen juego y una buena adaptación si no se pone frente a una saga con más rodaje.

Lost Paradise utiliza el motor de Yakuza0/Kiwami –con nuevos efectos de contorno-, es decir, es similar a un juego de PlayStation 3 pero en alta definición y 60 imágenes por segundo. Esta fluidez compensa la falta de detalle que se puede ver en las imágenes, pero siempre lo notaremos algo anticuado para el nivel actual; Eden no luce mal dentro de su temática postapocalíptica, pero la zona desértica baja mucho el listón; en las cinemáticas más trabajadas roza el notable, mientras que en los diálogos más genéricos roza el aprobado. En una palabra: irregular.

A diferencia de los Yakuza, Sega sí ha puesto voces en inglés a Lost Paradise –textos en este idioma - que no suenan mal del todo, aunque si lo deseamos para una mayor inmersión podemos escoger las japonesas. La banda sonora toma la parte de rock de los Yakuza, añade algunas canciones y música épica para las secuencias.

Utiliza la tecnología de 'Yakuza 0' y 'Kiwami', que ha quedado algo anticuada, pero es más que suficiente para aquellos que no sean muy exigentes.

Conclusiones

Es inevitable mencionar los muchos puntos de conexión entre Fist of the North Star: Lost Paradise y Yakuza porque eso es precisamente lo que ha buscado Sega, y no está nada mal. Es más ambicioso que otras licencias de anime y entretiene tengas o no pasión por Hokuto no Ken, si bien los fans podrán sacar mucho más jugo de su historia. Difícilmente decepcionará a quienes lo prueben.

Puede que Kenshiro tarde mucho tiempo en ver otro juego con tantas posibilidades como este, y es que un sucedáneo de Yakuza -aunque sea sin la magia de esa saga- con los personajes de Hokuto no Ken sigue siendo un plato fuerte. Sobre todo si va aderezado por sangre, toneladas de sangre.

Hemos realizado este análisis en PS4 Pro con una código de descarga proporcionado por Koch Media.

NOTA

7.7

Puntos positivos

Buena adaptación de Kenshiro y su universo.
Acción, exploración y toques de rol estilo Yakuza.
Muchas actividades opcionales y minijuegos.

Puntos negativos

El sistema de combate peca de algo simple.
Calidad gráfica irregular.
La exploración con vehículo no está bien aprovechada.

En resumen

Una estupendo juego de acción y una buena adaptación de Hokuto no Ken, pero no tan redondo como la saga en la que se inspira, los Yakuza.