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Género/s: Karts / Velocidad
PS4, XBOne, Switch:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Beenox
Producción: Activision
Distribución: Activision
Precio: 39,99 €
Jugadores: 1-4
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Español
Online: Sí
ANÁLISIS

Análisis Crash Team Racing, el regreso de una leyenda de los karts (PS4, Xbox One, Switch)

Crash vuelve a subirse al kart con un mejorable, aunque divertido remake de una de sus aventuras más aclamadas.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Análisis de versiones PS4, Xbox One y Switch.

Descubre todos sus secretos y los mejores consejos para aprender a dominarlo en nuestra Guía Crash Team Racing Nitro-Fueled, trucos, consejos y secretos

No nos podría gustar más lo que está haciendo Activision con Crash Bandicoot y Spyro, dos iconos de la primera PlayStation que cayeron en desgracia tras dar su salto a las consolas de 128 bits y que parecían abocados al olvido. Ahora, por suerte, ambos están disfrutando de una segunda juventud gracias a los fantásticos remakes de sus respectivas trilogías originales, y gracias a ellos hemos podido volver a disfrutar y redescubrir las aventuras que les dieron la fama, pero con gráficos actuales.

Videoanálisis

Como era de esperar, el siguiente paso para terminar de revivir estas licencias estaba claro: traer a Crash Team Racing de vuelta, uno de los juegos de karts más aclamados y queridos de la historia, y darle un completo lavado de cara para actualizar su apartado audiovisual a lo que cabría esperar de un título de 2019. Eso es precisamente lo que hoy tenemos entre manos, un interesantísimo remake que llega pisando fuerte el acelerador con el único objetivo de revalidar su leyenda, ¿pero está a la altura del mito?

Los derrapes más exigentes

Como acabamos de decir, estamos ante un remake del título de Naughty Dog, por lo que podremos volver a disfrutar de todos sus contenidos, aunque esta vez también se ha aprovechado la ocasión para crear circuitos inéditos, rescatar los de Crash Nitro Kart y añadir nuevos personajes y modos, así como otra serie de novedades que iremos detallando a lo largo de este texto.

En el caso de que nunca jugaseis a su versión original, destacar que se trata de un juego de carreras de karts que sigue a pies juntillas la fórmula habitual del género, centrando la conducción en los derrapes y turbos, sin olvidarse de aportar un buen número de objetos que podremos recoger y utilizar como armas contra nuestros rivales.

Los piques a pantalla partida vuelven a estar asegurados.

Si hay algo que hizo sobresalir a este título sobre los demás, eso fue su fantástico sistema de derrapes y turbos, mucho más difícil de dominar que el de la mayoría, pero satisfactorio como pocos. Aquí tenemos dos botones para derrapar y el primero que pulsemos nos servirá para hacer esta maniobra, pero si pulsamos el otro obtendremos un impulso adicional que nos permitirá pillar más velocidad.

La cuestión está en que ese segundo botón no lo podemos presionar siempre que queramos, ya que para hacerlo necesitaremos esperar a que nuestra barra de energía llegue a cierto nivel durante el derrape. Cuanto más cerca del límite esté, más potente será el turbo que obtengamos, aunque si esperamos demasiado y dejamos que se llene por completo, fallaremos la acción y no podremos impulsarnos.

Ahora sumadle que podemos encadenar hasta tres acelerones de este tipo para cargar un turbo todavía más potente, cuya potencia dependerá de lo bien que hayamos hecho los anteriores, y os daréis cuenta de la complejidad que entraña el sistema, obligándonos a medir muy bien los tiempos para saber cuándo impulsarnos en cada derrape.

Para ayudarnos con esto, se incluyen un par de ayudas visuales para que sepamos cuándo es el momento idóneo para hacer los turbos, iluminando las ruedas de nuestro kart y expulsando humo negro por el tubo de escape, aunque una vez nos hagamos a su timing lo haremos tan instintivamente que ni siquiera necesitaremos prestar atención a estos detalles.

Si bien en un principio puede parecer innecesariamente complicado, aporta una profundidad al título que le sienta genial, especialmente cuando lo dominamos y somos capaces de correr por los circuitos derrapando y metiendo turbos como locos durante todo el trazado, algo que desata su potencial en las contrarrelojes, donde para batir los mejores tiempos tendremos que conducir como auténticos expertos y controlar el tipo de impulso que queremos en cada momento (no siempre nos interesará hacerlos a máxima potencia).

Dominar el sistema de derrapes y turbos no es fácil, pero sí muy satisfactorio.

Para hacer el juego todavía más técnico, también podremos conseguir turbos si somos capaces de mantenernos durante un buen rato en el aire, algo que nos resultará fácil de hacer si pulsamos el botón de derrape justo antes de salir disparados de una rampa, lo que nos permitirá dar un gran salto, así que estaremos buscando desniveles constantemente para ir siempre a toda mecha.

Nuevas físicas

Como veis, a nivel de mecánicas es un título excelente y profundo como pocos, aunque a los mandos nos ha parecido ligeramente inferior al original. ¿El motivo? Las físicas no son exactamente las mismas. O lo que es lo mismo, los coches no se comportan de la misma manera que lo hacían en su versión de 32 bits.

En líneas generales se asemejan bastante y casi todas las curvas se pueden trazar prácticamente igual que antes, aunque la forma en la que nos tocará hacerlo con el mando para replicar esto cambia considerablemente, ya que ahora los coches tienden a deslizarse demasiado y a girar de más en el aire.

Si os sabéis el original de PlayStation de memoria y lo tenéis fresco, el primer contacto con las nuevas físicas se os hará muy duro.

Esto es algo que se nota especialmente en las rectas, donde resulta mucho más complicado derrapar para hacer "snaking", ya que el kart gira tanto a la hora de dar el salto previo al derrape que nos dificulta el mantener la trayectoria que queremos. Se puede llegar a hacer, claro, pero no en todas las situaciones, y en ciertas curvas muy concretas vamos a tener que tirar incluso de freno. Para comprobar esto hemos jugado al mismo tiempo que seguíamos una partida en paralelo al original, donde vimos claramente cómo teníamos que cambiar ligeramente nuestra forma de jugar al pasar de un juego a otro, algo que se evidencia todavía más en los últimos circuitos, los más complejos y técnicos, donde nos obligaban a quitarnos los vicios y manías heredados durante estos últimos años para poder llegar los primeros a la meta.

Además de lo mencionado, también hemos detectado cambios en la forma en la que los vehículos responden a los impactos. Si antes podíamos usar las paredes e incluso algunos techos para "rebotar" y ayudarnos a redirigir nuestro kart sin perder el "momentum" en ciertos tramos, ahora si hacemos esto nos frenaremos en seco, lo que le quita cierta gracia a algunos circuitos que jugaban mucho con esto para así apurar segundos y favorecer una conducción más loca, salvaje y divertida, pero sin perder ese punto tan técnico que tiene.

Grandes circuitos

Lo que sí que sigue siendo una maravilla es el fantástico diseño de los circuitos de Crash Team Racing: técnicos, exigentes, variadísimos tanto en lo visual como en lo jugable, pensados al milímetro para que tengamos que hacer uso de todas las mecánicas y herramientas que hay a nuestra disposición, y con unos atajos sorprendentes.

Todos los circuitos del juego los tendremos desbloqueados desde el principio en los modos locales y online.

Es una pena que el trabajazo que realizó Naughty Dog en este sentido se resienta un poco en algunos tramos por los cambios que hemos comentado en las físicas, ya que los trazados se realizaron teniendo en mente las del original, algo que se nota más de lo que nos gustaría al alterar nuestra manera de conducir por ellos, lo que no quita que sigan siendo enormemente disfrutables.

En total tenemos más de 30 circuitos y, tal y como dijimos en párrafos anteriores, una buena parte de ellos provienen directamente de Crash Nitro Kart, aunque estos han sido adaptados para eliminar las secciones de antigravedad y que así se amolden a la jugabilidad de la primera entrega de la saga.

Por desgracia, la calidad de los diseños de las pistas de esta secuela no está a la altura y resultan mucho más simplones y aburridos. Sí, se dejan disfrutar y entretienen, pero no son nada estimulantes y, salvo algunas excepciones, no pasan de ser un mero añadido (muy agradecido, eso sí) con el que aumentar el número de contenidos que el juego nos ofrece.

Un toque personal

Otra de las grandes novedades de Nitro-Fueled la tenemos en su sistema de personalización. Gracias a él podremos desbloquear innumerables aspectos para nuestros personajes y piezas con las que darle nuestro propio toque personal al kart que pilotemos.

La cantidad de skins, trajes y piezas que podemos desbloquear es abrumadora.

Lo bueno es que todo esto lo conseguiremos jugando, ya sea comprándolo en la tienda con el dinero que obtendremos tras cada carrera o cumpliendo ciertos requisitos, como ganar un determinado número de partidas con alguno de los corredores, así que no hay micropagos, ni cajas de botín, ni nada parecido.

Eso sí, os avisamos que todos estos complementos son puramente estéticos, de modo que no afectan de ninguna manera al rendimiento de nuestro vehículo, quitándole cierta gracia a este añadido. Entendemos que así pueden mantener el equilibrio de las carreras con mayor facilidad, aunque no hubiese estado de más incluir algún tipo de opción que nos permitiese jugar con modificadores mecánicos para darle más valor a las piezas que vamos consiguiendo.

Una gran aventura

En lo que respecta a sus diferentes modalidades, la estrella de la función para un jugador vuelve a ser su divertidísimo y completo Modo Historia. En él tendremos que superar multitud de carreras quedando primeros y derrotando jefes mientras nos movemos por un mapa que interconecta los diferentes circuitos.

La premisa argumental nos llevará a salvar el mundo de un villano alienígena. Por supuesto, el destino de nuestro planeta se resolverá con una intensa carrera contra él.

La estructura es exactamente la misma que en el original, así que también encontraremos retos adicionales con los que ponernos a prueba para desbloquear los últimos trazados y la verdadera batalla final. Esto significa que nos tocará volver a realizar los Desafíos CTR en los que tenemos que, además de quedar primeros, conseguir tres letras ocultas por el escenario.

Por supuesto, también regresan las copas y, como no podía ser de otra forma, las contrarrelojes de las reliquias, donde competiremos contra el crono mientras rompemos unas cajas que congelarán durante unos segundos el reloj. Dependiendo de nuestra marca obtendremos una reliquia de zafiro, oro o platino, siendo esta última la más exigente y complicada de obtener.

Como veis, se trata de un modo muy completo, repleto de contenidos y exigente en el que vamos a tener que jugar realmente bien a poco que queramos completarlo en su totalidad, ofreciéndonos horas de diversión garantizada.

Curiosamente, los jefes nos han resultado mucho más fáciles que las propias carreras.

Hablando de dificultad, cabe destacar que ahora se nos da la posibilidad de jugar esta modalidad en su vertiente clásica o moderna. La primera no nos permitirá cambiar de personaje durante la partida, modificar nuestro kart ni ajustar el nivel de reto, en cambio, si optamos por la segunda opción podremos personalizar nuestro coche todo lo que queramos, cambiar de corredor y seleccionar entre tres dificultades distintas.

Nosotros hemos jugado en Normal y os podemos asegurar que ahora estamos hablando de un juego mucho más duro que antes, debido a los cambios que se han realizado en la IA enemiga, cuya puntería es infalible, toma las curvas perfectas y corre más que nosotros, independientemente de nuestra velocidad punta, algo que puede resultar un poco frustrante al hacernos sentir que estamos compitiendo en inferioridad de condiciones.

El mayor problema es que no nos transmite la impresión de estar luchando contra una IA, sino contra un conjunto de scripts que han sido programados para reaccionar siempre de la misma y predecible manera. Esto es muy evidente cuando nos fijamos en el piloto que va en cabeza, quien sigue el mismo trayecto sin salirse de él en las tres vueltas, cometiendo los mismos errores en los mismos puntos.

Más os vale aprovechar bien todos los atajos y saltos de los circuitos si queréis ganar.

De hecho, si nos aprendemos su ruta podremos dejar objetos en ella para que se los coma, ya que no hará nada por intentar evitarlos o esquivarlos. Igualmente, os recomendamos no adelantar sin un objeto defensivo preparado, ya que nuestros rivales siempre lanzarán el suyo con una precisión inhumana en el mismo instante en el que los sobrepasemos.

Al final, para ganar en los últimos circuitos todo se reduce a una mezcla pura habilidad (lo que nos parece perfecto) y de suerte para que no nos peguen mucho y nos salgan buenos ítems con los que entorpecer al que vaya en primera posición. Si te dan demasiados impactos en algún momento, casi que lo más recomendable suele ser reiniciar la carrera, ya que las remontadas aquí son un bien escaso. Y sí, todo esto es en Normal, así que os podéis hacer una idea del inmenso reto que vais a encontrar en Difícil.

Otros modos

En el caso de que nos apetezca algo más arcade y distendido o simplemente queramos jugar con nuestros amigos a pantalla partida en local, dispondremos de una gran variedad de modalidades entre las que escoger, incluyendo carreras normales, torneos y batallas. Aquí queremos destacar que se han añadido nuevos modos para esta última, como un Capturar la Bandera muy loco y frenético que nos ha gustado bastante.

Sí, las reliquias de platino nos volverán a hacer sudar sangre para conseguirlas.

Por supuesto, tampoco faltan a la cita modos clásicos, como Contrarreloj, Carrera por la Reliquia, Desafío CTR y Desafío de Cristales, por lo que poca pega podemos poner en lo que a contenidos y variedad se refiere.

La competición online

Evidentemente, también se ha añadido un modo multijugador online con el que divertirnos compitiendo contra otros jugadores siempre que queramos, ya sea echando carreras o destrozándonos en el Modo Batalla.

Además, hay previsto un ambicioso plan de temporadas (llamadas Grand Prix) con las que podremos desbloquear multitud de nuevos contenidos por jugar a través de internet y cumplir los retos que nos vayan planteando. Lo más interesante es que entre todo eso se incluyen nuevos circuitos e incluso personajes jugables, como el mismísimo Spyro.

Estas son todas las variantes del Modo Batalla.

Huelga decir que cada Grand Prix durará un tiempo determinado, por lo que tendremos que aprovecharlos y jugar para obtener todas sus recompensas, un formato que nos parece genial para tener a la comunidad siempre activa y expectante por todo lo que traiga consigo cada temporada.

Sin embargo, hay varias carencias importantes que nos han estropeado considerablemente nuestra experiencia de juego a través de internet, empezando por la inexplicable ausencia de colisiones entre jugadores, por lo que no nos podremos chocar contra nuestros rivales cuando juguemos online. O eso o es que hay más lag del que parece a simple vista y realmente cuando vemos esos choques no se están produciendo.

No en vano, el código de red es una auténtica lotería y tan pronto jugaremos partidas que van casi perfectas (no hemos llegado a jugar ninguna que vaya fina del todo, pero sí varias que se han quedado cerca) que disputaremos otras que son un auténtico despropósito (desgraciadamente, las más frecuentes) y en las que el lag lo inunda todo, con contrincantes que se mueven a base de teletransportes por el escenario. Queremos creer que esto se debe a que todavía están terminando de pulir los servidores, pero se trata de algo que necesita una revisión urgente si quieren mantener viva a la comunidad.

Los Grand Prix nos permitirán conseguir de forma gratuita nuevos personajes y circuitos, pero el código de red necesita mejorar urgentemente.

Otro detalle que nos ha resultado un tanto decepcionante es que cuando no hay temporadas todo consiste en "correr por correr", sin un sistema de progresión ni de marcadores que nos incite a jugar más allá de divertirnos y obtener monedas para comprar más trajes y accesorios.

Finalmente, decir que también se echa muchísimo de menos la posibilidad de jugar con un amigo en local a pantalla dividida y lanzarnos juntos, desde la misma consola, a competir contra otros jugadores a través de internet, algo que sí ofrecen sus competidores directos.

Recreando un clásico

Donde sí que han dado en el clavo ha sido en su apartado gráfico, simplemente sensacional, gracias a un diseño artístico muy bueno que les ha permitido llenar los escenarios de vida con montones de pequeños detalles y eventos que van pasando en el fondo, así como unos modelados de personajes sobresaliente.

Aunque si hay algo que nos ha gustado por encima de todo son las animaciones, tremendamente cuidadas, fluidas y cómicas, y con las que el equipo de desarrollo ha sabido captar a la perfección la personalidad de cada piloto. No exageramos si os decimos que hay momentos en los que parece que estamos viendo una película de animación.

A nivel visual es un juego precioso.

En lo referente al rendimiento, comentar que funciona a 30 imágenes por segundo en todas las consolas. A pesar de la decepción que puede suponer que un título de carreras no llegue a los 60 fps, tenemos que admitir que se mueve suave y estable en todo momento, y que la sensación de velocidad está sorprendentemente conseguida, por lo que no llega a resultar un fallo tan grave como en un principio podría parecer.

Para terminar, decir que la banda sonora nos ofrece buenos y animados remixes de todos los temas originales, aunque, si lo preferimos, también tenemos la opción de escoger la música de la versión de 32 bits, un detalle que seguro agradecerán los más nostálgicos. Los efectos de sonido se han mantenido prácticamente intactos más allá de un evidente aumento de su calidad, y el doblaje español es realmente bueno, volviendo a contar con los mismos actores que escuchamos en Crash Bandicoot N. Sane Trilogy.

Conclusiones

No podemos negar que nos esperábamos algo más del regreso de un clásico tan legendario como Crash Team Racing, pero si hay algo que nos ha quedado claro tras todas las horas que le hemos echado a este remake es que sigue siendo un título muy divertido, generoso en contenidos, con un diseño de circuitos soberbio y con unas mecánicas jugables únicas, exigentes y técnicas como pocas.

Lástima que cosas como que las nuevas físicas se sientan un tanto por debajo de las originales, que no alcance los 60 fps o que el online necesite parches urgentemente para arreglar sus problemas empañen el que tenía todas las papeletas para convertirse en todo un juegazo.

Sea de un modo u otro, y con sus más y menos, se trata de un producto muy recomendable y con sus propia personalidad que nos asegurará muchas horas de vicio y piques, ya sea solos o en compañía, por lo que no dudéis en lanzaros a por él si os gusta el género. No será perfecto, pero sabe cómo hacer que las horas se nos pasen volando, algo de lo que pocos juegos pueden presumir.

Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga para PS4 que nos ha facilitado Activision.

Redactor

NOTA

7.9

Puntos positivos

Las mecánicas de derrape y turbo siguen siendo una gozada.
El diseño de los circuitos originales de Crash Team Racing son toda una genialidad.
Su nuevo aspecto visual y su ingente cantidad de contenidos.

Puntos negativos

Las nuevas físicas no son tan satisfactorias como las originales, así como la 'scriptada' IA de los rivales.
No consigue alcanzar las 60 imágenes por segundo.
El online necesita mejoras y arreglos urgentemente.

En resumen

Un mejorable retorno para toda una leyenda de los juegos de karts que, a pesar de sus problemas, consigue divertir y entretener como pocos.